yariri mainegra enriquez preguntó:
El Diccionario Panhispánico de Dudas de la RAE (2005) define la voz médico -ca como la 'Persona que ejerce la medicina'. El femenino es médica: «La médica quiere tratarle la cistitis con nitrato de plata» (Futoransky Pe [Arg. 1986]). El diccionario recomienda además no emplear el masculino para referirse a una mujer: la médico. (Depto. de Lingüística, ILL)
eykel preguntó:
Los sustantivos que designan los puntos cardinales se escriben con letra inicial minúscula pues son sustantivos comunes aunque hagan referencia a elementos únicos dentro de una serie o un referente único. Señala la Ortografía de la lengua española (2010) que los puntos cardinales solo se escribirán con mayúscula inicial cuando formen parte de un nombre propio o de una expresión denominativa que así lo elija: América del Norte, Corea del Sur, Europa del Este, la Cruz del Sur. (Depto. de Lingüística, ILL)
Yamilet preguntó:
Según la Ortografía de 2010 (p. 402), el guion es un signo ortográfico auxiliar en forma de pequeña línea horizontal (-), que se sitúa a media altura sobre la línea de escritura (a una distancia equivalente a la mitad de la altura de las letras minúsculas que, como la o, no presentan trazos ascendentes ni descendentes). Aunque su forma es parecida a la de la raya (―), su longitud es cuatro veces menor. No debe confundirse tampoco con el signo menos, dos veces más largo, que se utiliza en matemáticas como operador de sustracción y en la escritura de los números negativos. El guion tiene en nuestro sistema de escritura dos usos principales: como signo de división de palabras a final de línea y como signo de unión entre palabras u otros elementos gráficos independientes. En ambos casos, subyace, en realidad, una misma función, pues el guion señala, en definitiva, una estrecha vinculación entre los elementos por él relacionados, ya se trate de partes de una misma palabra, ya de palabras u otros signos que se unen con diferentes propósitos. Por otro lado, la raya es el signo de puntuación representado por un trazo horizontal () de mayor longitud que el correspondiente al guion (-), con el cual no debe confundirse. Entre sus principales usos se encuentran: a) Para encerrar aclaraciones o incisos: Para él la fidelidad cualidad que valoraba por encima de cualquier otra era algo sagrado. Para esto pueden utilizarse también las comas o los paréntesis. Los incisos entre rayas suponen un aislamiento mayor con respecto al texto en el que se insertan que los que se escriben entre comas, pero menor que los que se escriben entre paréntesis. La raya de cierre en los incisos no se suprime aunque detrás de ella deba aparecer un punto o cualquier otro signo de puntuación: Esperaba a Emilio un gran amigo. Lamentablemente, no vino. Esperaba a Emilio un gran amigo, que, lamentablemente, no vino. b) Para introducir una nueva aclaración o inciso en un texto ya encerrado entre paréntesis: Si desea más información sobre este tema (la bibliografía existente incluso en español es bastante extensa), deberá acudir a otras fuentes. c) En la reproducción escrita de un diálogo, la raya precede a la intervención de cada uno de los interlocutores, sin que se mencione el nombre de estos: ¿Cuándo volverás? No tengo ni idea. ¡No tardes mucho! No te preocupes. Volveré lo antes posible. d) En textos narrativos, la raya se utiliza también para introducir o enmarcar los comentarios y precisiones del narrador a las intervenciones de los personajes: Espero que todo salga bien dijo Azucena con gesto ilusionado. / A la mañana siguiente, Azucena se levantó nerviosa. e) Para enmarcar los comentarios del transcriptor de una cita textual: «Es imprescindible señaló el ministro que se refuercen los sistemas de control sanitario en las fronteras». f) Para introducir cada uno de los elementos de una relación que se escriben en líneas independientes. En este caso, debe dejarse un espacio en blanco entre la raya y el texto que sigue: Las funciones del lenguaje, según Jakobson, son seis: expresiva; fática; conativa; referencial; poética; metalingüítica. (Depto. de Lingüística, ILL)
Mabel Castañeda preguntó:
La Ortografía de la lengua española (2010, p. 494) expresa que cuando se trate de nombres oficiales legalmente establecidos, el uso de la mayúscula está justificado, por tratarse de expresiones denominativas con valor de nombre propio: ej. Terminó el tercer año de Derecho. Además, establece que, por su condición de nombres comunes, los sustantivos que designan profesiones se escriben siempre con minúscula: El médico no llega hasta mañana; ¿Quiere consultarlo con su abogado?; El dictamen fue elaborado por la ingeniera industrial Graciela Mayo.(2010, p. 471) (Depto. de Lingüística, ILL)
Cristal preguntó:
El Dicionario de uso del español de España y América (2003) define anarquista como: anarquista, adjetivo. 1. Del anarquismo o relacionado con él: ej. La posición anarquista va más allá: pretende la supresión del Estado. Sinónimo: anárquico. // adjetivo | nombre común 2. [persona] Que es partidario del anarquismo: ej. Buenaventura Durruti fue un importante anarquista español. Sinónimos: ácrata, anárquico, libertario. anarquismo nombre masculino. 1. Doctrina política que pretende la desaparición del Estado y de sus organismos e instituciones representativas y defiende la libertad del individuo por encima de cualquier autoridad: ej. el anarquismo se expandió en la segunda mitad del siglo xix. Sinónimos: acracia, anarquía, libertarismo.// 2. Movimiento político revolucionario inspirado por esta doctrina. Sinónimo: libertarismo. (Depto. de Lingüística, ILL)
Mabel Castañeda preguntó:
La Ortografía de 2010 (p. 471) establece que, por su condición de nombres comunes, los sustantivos que designan profesiones se escriben siempre con minúscula:ej. El médico no llega hasta mañana; ¿Quiere consultarlo con su abogado?; El dictamen fue elaborado por la ingeniera industrial Graciela Mayo. (Depto. de Lingüística, ILL)
María del C Martínez preguntó:
Es correcto el uso de la palabra presidenta. Aparece recogida en los diccionarios de la Lengua española con las siguientes acepciones: presidente, -ta. 1. Persona que preside o dirige un gobierno, una reunión, una empresa, un tribunal, etc.: ej. la presidenta de Nicaragua; presidente del congreso de los diputados; presidenta del jurado.// 2. f. coloq. Esposa del presidente. (Diccionario de uso del español de América y España, 2003) Sobre las marcas de género la Gramática de la lengua española (2010) explica que en tiempos relativamente recientes la lengua ha acogido voces como: jueza, médica, plomera, coronela, gobernadora, reflejo del cambio de costumbres en las sociedades modernas y del progreso en la situación laboral y profesional de la mujer. En la actualidad una amplia lista de sustantivos de persona que designan cargos, títulos, empleos, profesiones y actividades diversas, y hacen el masculino en -o, presentan el femenino en -a: abogado/ abogada; árbitro/ árbitra; arquitecto/arquitecta; banquero/ banquera; biólogo/ bióloga; catedrático/ catedrática; diputado /diputada; magistrado/ magistrado; ministro/ ministra; secretario/ secretaria; etc. Suelen ser comunes en cuanto al género los sustantivos que designan grados de escala militar, sea cual sea su terminación: el alférez/la alférez; el cabo/la cabo; el comandante/la comandante; el coronel/la coronel; el teniente/la teniente, etc. (Depto. Lingüística, ILL)
America Fuentez preguntó:
Los nombres propios son voces o expresiones que, desposeídas de sentido léxico, se emplean para designar o referirse concretamente a seres, entidades u objetos únicos, individualizándolos. Se caracterizan por escribirse con inicial mayúscula. La nueva Ortografía de la lengua española (2010) señala que no reciben un tratamiento especial que los exima de la observancia de las normas ortográficas, pese a constituir un subconjunto particular dentro del léxico de la lengua. Dentro del inventario tradicional de nombres propios hispánicos, pueden distinguirse aquellos que presentan una única forma asentada en español, ej. Álvaro, Inés (para los que no se consideran correctos el uso de otra ortografía); una o más variantes asentadas que se han fijado en la tradición como igualmente válidas, ej. Jenaro/ Genaro, Elena/Helena (a veces por la conservación de grafías arcaicas, fosilizadas en una de sus variantes: Ximena por Jimena o Leyre por Leire); combinaciones gráfico-fónicas, no presentes en palabras patrimoniales, que aparecen en aquellos nombres recibidos de otras lenguas: Vladimiro o Cuauhtémoc. La creación de nuevas unidades por parte de hablantes que valoran sobre todo la originalidad y el exotismo en el nombre de pila, tiende en la actualidad a la formación de anagramas de nombres ya existentes, ej. Airam, a partir de María, Noslen, a partir de Nelson; la unión de segmentos de los nombres de los progenitores, ej. Alenia, de Alejandro y Tania, Hécsil, de Hector y Silvia, Julimar, de Julio y María; la fusión de varias palabras o de fragmentos de enunciados, ej. Yotuel, unión de los pronombres yo, tú y él. Desde el punto de vista lingüístico, no cabría exigir más requisito a los neologismos antroponímicos que su total adecuación a la ortografía y pronunciación españolas. Por ello, con independencia de la extrañeza que pueden causar en el momento de su acuñación o de cuestiones relacionadas con el gusto personal o social, nombres como Yunisleidi o Dinel son perfectamente admisibles desde un punto de vista ortográfico. En cuanto a si pueden o no presentar faltas de ortografía, se aclara que aunque se deben seguir las normas ortográficas de la lengua en los nombres propios, estos deben ser escritos tal cual aparecen registrados en la inscripción de nacimiento o documento de identidad del individuo, para su empleo en trámites legales. (Depto. Lingüística, ILL)
Nelson preguntó:
Señala el Diccionario panhispánico de dudas (2005) que en las construcciones formadas por dos sustantivos que constituyen una unidad léxica, en las que el segundo de ellos modifica al primero como si se tratara de un adjetivo, normalmente solo el primer sustantivo lleva marca de plural: ej. horas punta, bombas lapa, faldas pantalón, ciudades dormitorio, pisos piloto, coches cama, hombres rana, niños prodigio, noticias bomba, sofás cama, etc. No obstante, hay casos en que el segundo sustantivo puede adquirir un funcionamiento plenamente adjetivo y adoptar también la marca de plural, como es característico en esta clase de palabras.
Normalmente esto sucede cuando el segundo sustantivo puede funcionar, con el mismo valor, como atributo del primero en oraciones copulativas; esta es la razón de que pueda decirse: Estados miembros, países satélites, empresas líderes, palabras claves o copias piratas (pues son posibles oraciones como Esos Estados son miembros de la UE, Estos países fueron satélites de la Unión Soviética, Esas empresas son líderes en su sector, Estas palabras son claves para entender el asunto, Las copias requisadas son piratas).
Es decir, tanto palabras clave como palabras claves son expresiones posibles y correctas. En el primer caso, clave está funcionando como sustantivo en aposición y no adopta la marca de plural. En el segundo, está funcionando como adjetivo pleno (con el sentido de 'fundamental'), de ahí que adopte la marca de plural en consonancia con el sustantivo plural al que modifica. (Depto. Lingüística, ILL)
José Valmaña Montaves preguntó:
La locución adverbial por si acaso está formada por la preposición por, la conjunción si y el adverbio acaso. Aparece recogida en el Diccionario de la Lengua Española, RAE, (2001) con la siguiente definición:
por si acaso. 1. loc. adv. En previsión de una contingencia: ej. Hay que salir con tiempo, por si acaso. Usada también como locución conjuntiva. Fíjate bien en lo que dicen, por si acaso hay que replicarles. (Depto. Lingüística, ILL)