ingrid berner preguntó:
La Ortografía de la lengua española (RAE y ASALE, 2010) establece que, en español, las palabras pueden escribirse en minúsculas, con mayúscula inicial o enteramente en mayúsculas. En la escritura ordinaria se utiliza como letra base la minúscula. En cuanto al uso de la mayúscula se establece que su función primordial en español es la de distinguir el nombre propio del nombre común, así Irene se escribe con mayúscula y tobillo con minúscula. Entre los usos de la mayúscula se halla el de la mayúscula de relevancia. La Ortografía de la lengua española (RAE y ASALE, 2010: 514) explica que en este se agrupan todos aquellos usos más o menos tradicionales de la mayúscula inicial no justificados por ninguna de las funciones lingüísticas asignadas a la mayúscula en nuestro sistema ortográfico —delimitar enunciados, marcar los nombres propios o las expresiones denominativas (en oposición a los nombres comunes o a las expresiones genéricas) y formar siglas—, y que responden únicamente al deseo de poner de manifiesto la especial relevancia que quien escribe otorga al referente designado por la palabra así escrita. La mayúscula de relevancia presenta dos facetas: una social, en la que la mayúscula pone de manifiesto la consideración o el respeto que socialmente se otorga al referente de ciertos términos, como los tratamientos o los títulos y cargos de especial dignidad o situados en los niveles más altos de la escala jerárquica (majestad, rey, papa, duque, presidente, ministro, etc.), y una subjetiva, en la que el que escribe aplica la mayúscula a aquellos términos cuyos referentes considera sagrados o dignos de especial veneración por razones religiosas o ideológicas. Por ello es frecuente que, en textos de carácter religioso, político, militar, etc., se vean escritos con mayúscula inicial muchos términos que designan conceptos relevantes en esos ámbitos (sacramento, misa, eucaristía, nación, patria, bandera, himno, etc.). Ahora bien, las mayúsculas de relevancia presentan además, en muchos casos, el inconveniente añadido de su carácter extremadamente subjetivo y de la consiguiente falta de consenso en el inventario de palabras que serían susceptibles de llevarla, lo que hace imposible su regularización ortográfica. Por lo tanto, se recomienda evitarla o, al menos, restringir al máximo su empleo, que en ningún caso debe convertirse en norma. (Depto. Lingüística, ILL)
cano preguntó:
La voz barbarismo parece registrada en el Diccionario de la lengua española (DRAE, 2001) con la siguiente definición:
barbarismo. 1. m. Incorrección que consiste en pronunciar o escribir mal las palabras, o en emplear vocablos impropios. // 2. m. Dicho o hecho temerario. Sin. barbaridad. // 3. m. coloq. Falta de cultura. Sin. barbarie. // 4. m. poét. Multitud de bárbaros. // 5. m. Ling. Extranjerismo no incorporado totalmente al idioma. (Depto. Lingüística, ILL)
DAVID GONZÁLEZ PONCE preguntó:
La voz barda aparece recogida en el Diccionario de la lengua española (2001) con los siguientes significados:
barda 1 (Del it. barda, y este del ár. clás. barda'ah). 1. f. Arnés o armadura de vaqueta o hierro con que se guarnecía el cuerpo de los caballos para su protección en la guerra y en los torneos. 2. f. Borrén de la silla. barda2. (De or. inc.). 1. f. Seto, vallado o tapia que circunda una propiedad. //2. f. Cubierta de sarmientos, paja, espinos o broza, que se pone, asegurada con tierra o piedras, sobre las tapias de los corrales, huertas y heredades, para su resguardo. //3. f. Maleza o matojos silvestres. //4. f. Mar. Nubarrón oscuro, alargado y de mal aspecto, que sobresale pegado al horizonte. //5. f. Esp. occid. Monte bajo de roble o quejigo. //6. f. Arg. En las montañas de la región patagónica, ladera acantilada o barrancosa. (Depto. de Lingüística, ILL)
Rosa Elena Ross Fonseca preguntó:
En la dirección http://www.empremexico.com/barge_733875.php aparece la descripción de un producto que actúa como pegamento cuya denominación es Barge, apellido del titular de la marca. En Cuba se documentan las variantes siguientes: barge, bage, baje, barje. No existe uniformidad en su ortografía y la palabra no aparece registrada en ninguno de los diccionarios consultados. (Dpto. de Lingüística, ILL)
Rosa Elena Ross Fonseca preguntó:
En la dirección http://www.empremexico.com/barge_733875.php aparece la descripción de un producto que actúa como pegamento cuya denominación es Barge, apellido del titular de la marca. En Cuba se documentan las variantes siguientes: barge, bage, baje, barje. No existe uniformidad en su ortografía y la palabra no aparece registrada en ninguno de los diccionarios consultados. (Dpto. de Lingüística, ILL)
Eduardo Dalcourt Bravo preguntó:
La voz bebestible aparece registrada en el Diccionario de uso del español de España y América (2003) con la siguiente definición:
bebestible. 1 adj. irónico. Bebible.// 2 sust. masc. irónico. Bebida. (Depto. Lingüística, ILL)
miriam caballero preguntó:
El nombre Benjamín se acentúa en la última sílaba (-mín). Es una palabra aguda porque su fuerza de pronunciación recae en la última sílaba, y se acentúa porque termina en -n. Se recomienda seguir las normas de acentuación de la lengua española para el uso de los nombres propios. En el caso de que este antropónimo haya sido asentado en la inscripción de nacimiento del que lo posee sin acento, entonces habría que respetar el documento legal y escribirlo tal cual aparece registrado. (Depto. Lingüística, ILL)
Francisco CARRASCO preguntó:
Cuando el adverbio bien se emplea antepuesto a un adjetivo es sinónimo del adverbio muy. Al respecto señala el Diccionario Panhispánico de Dudas de la RAE (2005): Antepuesto a un adjetivo o a otro adverbio, funciona como intensificador enfático, con valor equivalente a muy: «Pues está bien claro»; «Yo me vine a dormir porque era bien tarde». (Depto. Lingüística, ILL)
Francisco CARRASCO preguntó:
Cuando el adverbio bien se emplea antepuesto a un adjetivo es sinónimo del adverbio muy. Al respecto señala el Diccionario panhispánico de dudas (2005): Antepuesto a un adjetivo o a otro adverbio, funciona como intensificador enfático, con valor equivalente a muy: «Pues está bien claro»; «Yo me vine a dormir porque era bien tarde». (Depto. Lingüística, ILL)
Adris preguntó:
Cuando el adverbio bien se emplea antepuesto a un adjetivo es sinónimo del adverbio muy. Al respecto señala el Diccionario panhispánico de dudas de la RAE (2005): Antepuesto a un adjetivo o a otro adverbio, funciona como intensificador enfático, con valor equivalente a muy: «Pues está bien claro» (Marsé Muchacha [Esp. 1978]); «Yo me vine a dormir porque era bien tarde» (MtnCampo Carreteras [Méx. 1976]). (Depto. Lingüística, ILL)