¿Qué es un «Mensaje a García»? Preguntó Ignacio Ramonet en el libro Hugo Chávez: Mi primera vida, dedicado a la infancia, adolescencia, juventud y afirmación revolucionaria del líder de la Revolución Bolivariana.
¡Quién va a venir con cuentos de derechos humanos al niño de mi historia!
El pasado sábado 5 de diciembre varias decenas de intelectuales y artistas nos reunimos en la sala Abelardo Estorino del Ministerio de Cultura. El objetivo era debatir en torno a los temas que preocupan sobre la cultura cubana contemporánea y que forzaron, en cierta forma, los hechos ocurridos la noche del 27 de noviembre.
Mi amigo César Gómez subió un video en su página en Facebook, en el que se ve y se oye a Orlando Gutiérrez-Boronat, «Orlandito», hablándole a un grupo de personas reunidas en un local de Miami. En él les dice que, «ante las tensiones sociales que están ocurriendo en Cuba hoy en día y para evitar un baño de sangre», es necesario que Estados Unidos invadan el país y así implantar un Gobierno democrático.
Soñábamos con participar en la construcción de una nación mutilada. Vivíamos en la soledad y el aislamiento. El Golpe del 10 de marzo había aniquilado las últimas ilusiones asentadas en la posibilidad de solucionar los problemas más acuciantes mediante la implementación de reformas dentro del sistema.
A los amigos que por estos días no se cansan de llamar hipócritas a los que no piensan como ellos, de señalar terrible indiferencia donde lo que hay es diferencia en forma o contenido (incluso en ambos), sepan que eso, a mí por lo menos, no me parece muy coherente con la premisa de respeto que enarbolan. Y lo digo con tristeza.
No se puede pedir diálogo y llamar oportunista al primero que no piensa como ustedes, porque entonces ...
Con su plante marmóreo en el capitalino parque Trillo el general Quintín Bandera parecía mirar con regocijo, desde la inmensidad de su patriotismo, a la multitud de jóvenes que el pasado domingo se citaron espontáneamente por las redes sociales para confluir en esa explanada.
A ambos lados de la senda asfaltada solo había silencios. Ocasionalmente se escuchaba el rumor emocionado de: «Ahí viene», una frase que acrecentaba el ansia, también la emoción.
La música tiene el poder de sanarnos, levantarnos el espíritu, insuflarlo y devolverlo al camino. En la adversidad, las canciones son refugio para el alma.
La primera vez que estuve en Los Cayuelos, a unos dos kilómetros de la playa Las Coloradas, quedé más que sorprendido. Sobre el pantano, las cortaderas y los mangles de antaño, se había tejido un puente de hormigón de más de 1 520 metros.