LA eliminación de Ghana a manos de Brasil en el reciente Mundial de Fútbol de Alemania puso fin a la siempre prometedora presencia africana en esa competición. Pero esta vez la expectación era mayor: dado el creciente éxodo de jugadores africanos al continente europeo, los grandes valores de la región eran muy conocidos por todos. Drogba y Essien son, quizá, dos ejemplos paradigmáticos.
La pregunta del periodista al procónsul fue obvia: Si el Programa de EE.UU. para la «transición en Cuba» no es un acuerdo entre los dos países, ¿qué le hace pensar que ese informe tendrá el apoyo del pueblo de la Isla? Caleb McCarry, un republicano de Plainfield (Massachusetts) que no debe haber visto una palma en su vida, tropezó al responder, pero siguió andando con su sarta de lugares comunes sobre la democracia, la ayuda humanitaria que vendría después de una debacle y, a fin de cuentas, el desprecio absoluto a los cubanos, que es en verdad el hilo que hilvana palabra tras palabra en este nuevo informe.
EL mundo del periodismo no puede vivir sin erratas. Esas pequeñísimas convulsiones que nos recuerdan, a la prensa y a los periodistas, que somos falibles.
EL verano suda excesos. Se empapa de adrenalina y desenfreno. Asomado a un imaginario mirador del planeta desde una estación orbital, en estos días estivales uno podría distinguir con más fuerza cómo se exacerban en la Tierra los efectos del desmedido trato que el ser humano ha dispensado a la Naturaleza y a sí mismo como domador de aquella.
Llegué a pensar que en este planeta de yerros y dislates no existían personas imprescindibles; que la vida podía continuar su hilo si, en una coyuntura equis, faltaba cualquiera de los mortales residentes en la Tierra.
«¿USTED va a escribir eso, periodista?», pregunta la mujer, como advirtiéndome que cosas como esas no deben divulgarse, aunque cuantos pasen por ahí se enteren. Estamos en El Rincón Moderno, cafetería, restaurante, especie de parador que desde hace decenas de años, con una fortuna inestable, ofrece sus servicios a los viajeros que transitan por la Vía Blanca principalmente hacia Matanzas, Varadero y Cárdenas.
Ninguna otra ciudad es la más apropiada para celebrar este 4 de Julio —por reflejar mejor el avieso estado en que se encuentra el país— que este circo de múltiples pistas que es Miami. Durante semanas recientes, este terrible circo que es nuestra ciudad vuelve a acaparar los titulares de la prensa nacional e internacional por hechos que aquí han acontecido que ahondan lo viciado de su situación.
Él no hizo la cola del supermercado. Ladró en italiano y se coló, mejor que cualquier cubano, a la fuerza. Pagó su mercancía. No le dio un céntimo de propina a la cajera y ni siquiera las gracias por su amabilidad. Los que estábamos en la fila lo miramos, como fantasmas, y aceptamos aquello como algo natural.
En el octavo capítulo del Libro Segundo de La Ciudad de Dios, San Agustín fustigaba la degradación de Roma: «Fue sin duda demasiada soberbia y atrevimiento (de los romanos) respetar la fama de los principales ciudadanos, cuando sus dioses quisieron no se respetase su propio honor».