Lázaro Valdés Valdés preguntó:
El plural de la palabra virus es virus. Señala el Diccionario panhispánico de dudas (2005) en las "Reglas de formación del plural", que los sustantivos y adjetivos terminados en -s o en -x, si presentan más de una sílaba, como es el caso de la voz virus, permanecen invariables: crisis, pl. crisis; tórax, pl. tórax; fórceps, pl. fórceps. (Depto. Lingüística, ILL)
Alberto preguntó:
El Diccionario Panhispánico de Dudas de la RAE (2005) define área como el 'Espacio comprendido entre ciertos límites'. Es voz femenina: «Los temas abarcan todas las áreas» (País [Esp.] 9.1.97). Al comenzar por /a/ tónica, exige el uso de la forma 'el' del artículo si entre ambos elementos no se interpone otra palabra, pero los adjetivos deben ir en forma femenina: «Se inicia un movimiento general para ocupar toda el área escénica» (Paz Paraíso [Cuba 1976]).
En cuanto al indefinido, aunque no se considera incorrecto el uso de la forma plena una, hoy es mayoritario y preferible el uso de la forma apocopada un: «Una mujer recostada en un área iluminada» (Fuentes Ceremonias [Méx. 1989]). Lo mismo ocurre con los indefinidos alguno y ninguno: algún área, ningún área. El resto de los adjetivos determinativos debe ir en femenino: esa área, toda el área, etc. (Depto. de Lingüística, ILL)
Leydis preguntó:
La voz solapadamente aparece recogida en el Diccionario de la lengua española (2001) con el siguiente significado:
solapadamente. 1. adv. m. Con cautela o ficción, encubriendo o disimulando algo. (Depto. de Lingüística, ILL)
Anay Cabrera preguntó:
La Ortografía de 2010 (p. 509-511) establece que, como ocurre en otras lenguas, las mayúsculas se emplean también en nuestro sistema ortográfico para formar siglas, abreviaciones constituidas por las letras iniciales de los elementos que integran ciertas expresiones complejas, por lo general nombres de entidades o denominaciones fijas propias de la terminología de distintos ámbitos (científico, administrativo, etc.): ONU (sigla de Organización de las Naciones Unidas), FMI (sigla de Fondo Monetario Internacional), ADN (sigla de ácido desoxirribonucleico), CD (sigla del inglés compact disc), IVA (sigla de impuesto sobre el valor añadido). Su escritura característica enteramente en mayúsculas, con independencia de cómo se escriba la expresión compleja a la que reemplazan, permite distinguir con claridad las siglas del léxico común, como se pone de manifiesto en las siguientes oposiciones: AVE (sigla de alta velocidad española) frente a ave (animal con pico y plumas); USO (sigla de Unión Sindical Obrera) frente a uso (acción de usar y hábito o costumbre). Las siglas que no son pronunciables como palabras y tienen que leerse, en todo o en parte, deletreando sus componentes deben mantener siempre su escritura en mayúscula: FBI (éfe-bé-í], DDT (dé-dé-té], PSOE (pé-sóe]. En cambio, aquellas que se leen como se escriben (OTAN, UNESCO, UCI, IVA, etc.), denominadas más específicamente acrónimos, pasan a convertirse, en muchos casos, en palabras plenas y se lexicalizan, bien como nombres propios, caso en el que mantienen la mayúscula en la inicial (Mercosur, Unesco, Unicef), bien como nombres comunes, caso en el que pasan a escribirse enteramente en minúsculas (uci, mir, ovni, radar, láser). Prueba de su conversión en palabras plenas es que, en muchos de estos casos, los hablantes no son ya capaces de recuperar la expresión compleja originaria. Como evidencia alguno de los ejemplos anteriores, a menudo no solo se utiliza la primera letra, sino el segmento inicial de uno o varios componentes de la expresión compleja para propiciar que la sigla pueda leerse como si fuera una palabra, pasando así a convertirse en un acrónimo: AENOR (de Asociación Española de Normalización (y Certificación]), FOGASA (Fondo de Garantía Salarial), Mercosur (de Mercado Común del Sur). Esa es también la razón de que algunos acrónimos incorporen elementos de la expresión compleja que normalmente no se tienen en cuenta en la formación de siglas, como las preposiciones o las conjunciones: BOCYL (Boletín Oficial de Castilla y León), CONACYT (Consejo Nacional de Ciencia Y Tecnología). Aunque las siglas y los acrónimos no lexicalizados se escriban enteramente en mayúsculas, las expresiones desarrolladas llevarán las mayúsculas y minúsculas que les correspondan por su naturaleza. Así, las expresiones que subyacen a las siglas INTA o BCE se escriben con mayúscula inicial en todos sus componentes significativos por tratarse del nombre de instituciones: Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, Banco Central Europeo; en cambio, se escriben con minúsculas las expresiones que no se inscriben dentro de ninguno de los casos en que las normas prescriben el uso de mayúsculas: su Cl, pero su coeficiente (o cociente) intelectual; el DNI, pero el documento nacional de identidad; las TIC, pero las tecnologías de la información y la comunicación. (Depto. de Lingüística, ILL)
Edilio Quintero fernández preguntó:
La palabra comportamiento se aplica tanto a las personas como a las cosas, de ahí las dos acepciones que recoge el Diccionario de uso del español de América y España Vox (2003): comportamiento. m. 1 Manera de comportarse una persona en una situación determinada o en general: ej. normas de comportamiento social; pautas de comportamiento; siempre tuvo un buen comportamiento en clase. sin conducta.// 2 Manera de funcionar una cosa en una situación determinada: ej. del buen diseño depende el correcto comportamiento del automóvil en cualquier circunstancia. (Depto. Lingüística, ILL)
Jesus preguntó:
En ocasiones no es necesario el desdoblamiento de género. En la designación de seres animados, los sustantivos de género masculino no solo se emplean para referirse a los individuos de ese sexo, sino también para designar la clase que corresponde a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos. Por ejemplo, en un enunciado como Los niños llegaron temprano a clase, los niños se refiere tanto a los a niños como a las niñas. La Nueva gramática de la lengua española (2009) explica que existe una tendencia reciente, y variable según los países, a construir series coordinadas constituidas por sustantivos de persona que manifiesten los dos géneros: ej. A todos los vecinos y vecinas; La voluntad de los peruanos y peruanas. Esta doble mención se ha hecho general en ciertos usos vocativos en los que el desdoblamiento se interpreta como señal de cortesía: ej. señoras y señores; damas y caballeros.
Sin embargo, la Nueva gramática sugiere que no se use el circunloquio cuando el empleo del género no marcado (masculino) es suficientemente explícito para abarcar a los individuos de uno y otro sexo. En aquellos casos especiales en los que el contexto podría ser ambiguo reconoce que este desdoblamiento es aceptado. Por ejemplo, en un enunciado como Todos los cubanos pueden entrar al ejército, sería necesario decir todos los cubanos y todas las cubanas, pues es sabido que hasta hace pocos años el ejército era (y para algunos, sigue siendo) una profesión de hombres; y realmente lo se quiere decir es que tanto hombres como mujeres pueden entrar al ejército. Referido al tema también hay que decir que desde la década del 70 del pasado siglo emergieron en las ciencias sociales, particularmente en la lingüística, las preocupaciones por la representación en el discurso de las desigualdades entre mujeres y hombres y por la presencia de las normas masculinas como normas generales para la sociedad y el lenguaje. Como resultado de esos cuestionamientos, surgió el concepto de sexismo lingüístico: fenómeno lingüístico que se caracteriza por la presencia en el discurso de mecanismos que reproducen desigualdades entre mujeres y hombres. Desde esta perspectiva el uso del masculino genérico es una clara expresión de discriminación e invisibilización de la figura femenina en el discurso, de ahí que se propongan fórmulas desdobladas, como los niños y las niñas, los combatientes y las combatientes, para combatirlo. Este fenómeno ha dado lugar a que varias universidades y organizaciones elaboren guías de lenguaje no sexista, en las que es común encontrar como sugerencia la sustitución del uso del masculino genérico por fórmulas desdobladas como las mencionadas. En este sentido, los medios de comunicación se han hecho eco de esta tendencia y es por ello que escuchamos con frecuencia esas fórmulas desdobladas en la radio y la televisión nacionales. Como se puede apreciar, este es un tema que no está aun concluido y que es extremadamente polémico ya que no solo tiene que ver con la lengua misma sino también con un problema social de vital importancia y alta complejidad: la discriminación de género. (Depto. Lingüística, ILL)
Ramón preguntó:
El plural de la palabra café es cafés. El Diccionario Panhispánico de Dudas (2005) cuando se refiere a las reglas de formación del plural de las palabras terminadas en vocal átona o en - tónica, como es el caso de la voz café, señala: Forman el plural con -s: casas, estudiantes, taxis, planos, tribus, comités. Son vulgares los plurales terminados en -ses, como cafeses, en lugar de cafés, o pieses, en lugar de pies. (Depto. Lingüística, ILL)
Juan Manuel preguntó:
La forma correcta es hayan. Esta voz se refiere a la tercera persona del plural del tiempo presente del modo subjuntivo del verbo haber. Señala el Diccionario Panhispánico de Dudas de la RAE (2005) que hoy son ajenas a la norma culta las formas de presente de subjuntivo haiga, haigas, etc., en lugar de haya, hayas, etc. (Depto. Lingüística, ILL)
José M. Calero Gross preguntó:
El uso de la palabra consumir con la acepción de disfrutar o hacer uso de algo aparece recogida en el Diccionario de uso del español de América y España Vox (2003): consumir. verbo transitivo.
1 Usar, disfrutar o servirse de cierta cosa, material o inmaterial, en especial algo que se gasta o por lo que se paga dinero: ej. la sociedad consume cada vez más información; si salía poco de la habitación era porque consumía mucho tiempo en sus reflexiones; era un proyecto inviable, destinado a consumir la mitad del presupuesto anual.//
2 Tomar una persona comestibles u otros productos para satisfacer necesidades o gustos: ej. consuma el producto antes de la fecha indicada en la tapa; los mexicanos consumimos mucho aguacate.//
3 Emplear [una cosa] para su funcionamiento aquello que hace que funcione y que se gasta o transforma con el uso: ej. este modelo consume muy poco combustible en recorridos urbanos.//
4 Hacer que se acabe o extinga una cosa, principalmente por fenómenos físicos como combustión, evaporación o desgaste: ej. apaga la vela antes de que la llama la consuma; se medio: el cigarro, abandonado en el cenicero, se consumía lentamente; se consumió la salsa y se pegó la comida a la olla.//
5 Hacer que una persona se deteriore físicamente de forma progresiva, lo que suele acompañarse de una visible pérdida de peso y energía: ej. una larga enfermedad lo está consumiendo.//
6 Provocar un estado intenso y prolongado de intranquilidad, desazón o angustia: ej. los celos lo consumen; la desventura que consumía a la princesa azteca; una ira sorda lo consumía; consumidos por tan larga espera. sin abrasar. Se debe aclarar que con el sentido expreso en la primera acepción quedan incluidos en la actualidad los productos audiovisuales: ej. consumir productos audiovisuales... (Depto. Lingüística, ILL)
Joel preguntó:
Resulta redundante el uso de la locución preposicional en contra precedida del sustantivo femenino objeción, pues esta palabra significa: objeción. 1. f. Razón que se propone o dificultad que se presenta en contra de una opinión o designio, o para impugnar una proposición. (Diccionario de la Lengua Española, RAE, 2001). (Depto. Lingüística, ILL)