Místico preguntó:
La forma valla corresponde a un sustantivo femenino que aparece en recogido en el Diccionario de uso del español de América y España Vox (2003) con las siguientes acepciones:
valla. f. 1 Construcción hecha de cualquier material para cercar un terreno, finca, etc., en especial la que está hecha de estacas, tablas o tela metálica: ej. una valla separa las dos parcelas. Sin. cerca, vallado.// 2. Armazón en la calle u otros lugares públicos en la cual se fijan carteles o anuncios publicitarios: ej. valla publicitaria. Sin. cartelera.// 3. Obstáculo consistente en una armazón de tablas de madera que deben saltar los participantes de ciertas pruebas atléticas: ej. en las carreras de velocidad las vallas ocupan sólo un carril. NOTA Se construye a menudo en aposición a la denominación de determinadas carreras atléticas: 400 metros vallas. // 4. Colomb. Portería o arco en los juegos de pelota: ej. la pelota fue a dar contra la valla, es un gol.// 5 Méx Sitio donde se celebran peleas de gallo.
Por otra parte la forma vaya corresponde a la primera y tercera persona del singular del tiempo presente del modo subjuntivo del verbo ir: ej. Cuando vaya a la playa te llamaré, y al modo imperativo: ej. Vaya a comer.
Esta forma también corresponde a un sustantivo femenino y a una interjección. Ambas voces aparecen recogidas en Diccionario de la Lengua Española, RAE, (2001) con las siguientes acepciones:
vaya. 1. f. Burla o mofa que se hace de uno o chasco que se le da: ej. Dar una vaya.
vaya. 1. interj. Se usa para comentar algo que satisface o que, por el contrario, decepciona o disgusta: ej. Pablo ha aprobado todas las asignaturas, ¡vaya!/ No podemos ir al teatro: se ha suspendido la sesión, ¡vaya!// 2. interj. Se usa antepuesta a un sustantivo, en construcciones exclamativas, para conferir sentido superlativo a las cualidades buenas o malas, según sean la entonación y contexto, que se reconocen en la persona o cosa designadas por dicho sustantivo: ej.¡Vaya mujer! ¡Vaya reloj que te has comprado!// 3. interj. Se usa seguida de la preposición con y de un sintagma nominal, para marcar la actitud, favorable o desfavorable del hablante, matizada muchas veces de ironía, ante la persona o cosa designada por dicho sintagma: ej. ¡Vaya con el niño! ¡Vaya con la musiquita! (Depto. Lingüística, ILL)
Irai preguntó:
La forma verbal vaya corresponde a la primera y tercera persona del tiempo presente del modo subjuntivo del verbo ir. A continuación ofrecemos la conjugación de este verbo: infinitivo: ir, gerundio: yendo, participio: ido modo indicativo presente: voy, vas | vas, va, vamos, van copretérito: iba, ibas, iba, íbamos, iban pretérito: fui, fuiste, fue, fuimos, fuisteis, fueron futuro: iré, irás, irá, iremos, irán modo subjuntivo presente: vaya, vayas, vaya, vayamos, vayan pretérito: fuera o fuese, fueras o fueses, fuera o fuese, fuéramos o fuésemos, fueran o fuesen futuro: fuere, fueres, fuere, fuéremos, fueren (Diccionario de uso del español de América y España VOX, 2003) (Depto. Lingüística, ILL)
Julio Fariñas Martínez preguntó:
La Ortografía de la lengua española (2010) explica que los pronombres numerales cardinales cuando tienen función adjetiva presentan variación de género: ej. estaban de pie, treinta y un niños recibieron la pañoleta.
Por su parte, los pronombres numerales ordinales, a diferencia de los cardinales que cuantifican al sustantivo, indican el lugar que su referente ocupa dentro de un conjunto ordenado de elementos de la misma clase. Generalmente son adjetivos, y pueden ir antepuestos o pospuestos al sustantivo, aunque suele ser más frecuente la anteposición. Además presentan variación de género: primer(o),-a, y también varían en número en los casos, poco frecuentes, en que los ordinales se usan referidos a sustantivos plurales: ej. trigésimos.
Por lo tanto, se recomienda el uso de la "primera mujer" futbolista.
En el Diccionario panhispánico de dudas (2005) se explica que "primero" se apocopa en la forma "primer" cuando precede a un sustantivo masculino singular, aunque entre ambos se interponga otra palabra: ej. el primer ministro, mi primer gran amor. La forma apocopada es opcional si "primero" aparece antepuesto y coordinado con otro adjetivo: ej. Actúa como si fuera el primer(o) y único en su promoción. Agrega además que esta forma se considera arcaica ante sustantivos femeninos: ej. "la primer mujer", "la primer vez", perceptible de las hablas no cultas. (Depto. Lingüística, ILL)
yanicelis preguntó:
Según las normas gramaticales de la lengua española, el verbo venir en el modo indicativo y tiempo presente se conjuga de la siguiente forma: vengo (1ra. pers. sing.), vienes (2da. pers. sing.), viene (3ra. pers. sing.), venimos (1ra. pers. pl.), venís (2da. pers. pl.) y vienen (3ra. pers. pl.).
Asimismo, la conjugación de venir en el modo indicativo y tiempo pretérito es: vine (1ra. pers. sing.), viniste (2da. pers. sing.), vino (3ra. pers. sing.), vinimos (1ra. pers. pl.), vinisteis (2da. pers. pl.) y vinieron (3ra. pers. pl.).
Por tanto, las formas establecidas para referirnos a la primera persona de plural son venimos (en presente) y vinimos (en pretérito).
Debemos evitar el uso de venemos que con frecuencia se escucha en el habla coloquial. (Depto. de Lingüística, ILL)
Darlis Ruiz Goulet preguntó:
Según las normas gramaticales de la lengua española, el verbo venir en el modo indicativo y tiempo presente se conjuga de la siguiente forma: vengo (1ra. pers. sing.), vienes (2da. pers. sing.), viene (3ra. pers. sing.), venimos (1ra. pers. pl.), venís (2da. pers. pl.) y vienen (3ra. pers. pl.).
Asimismo, la conjugación de venir en el modo indicativo y tiempo pretérito es: vine (1ra. pers. sing.), viniste (2da. pers. sing.), vino (3ra. pers. sing.), vinimos (1ra. pers. pl.), vinisteis (2da. pers. pl.) y vinieron (3ra. pers. pl.).
Por tanto, las formas establecidas para referirnos a la primera persona de plural son venimos (en presente) y vinimos (en pretérito). Debemos evitar el uso de *venemos que con frecuencia se escucha en el habla coloquial. (Depto. de Lingüística, ILL)
yanet lang preguntó:
Según las normas gramaticales de la lengua española, el verbo venir en el modo indicativo y tiempo presente se conjuga de la siguiente forma: vengo (1ra. pers. sing.), vienes (2da. pers. sing.), viene (3ra. pers. sing.), venimos (1ra. pers. pl.), venís (2da. pers. pl.) y vienen (3ra. pers. pl.). Asimismo, la conjugación de venir en el modo indicativo y tiempo pretérito es: vine (1ra. pers. sing.), viniste (2da. pers. sing.), vino (3ra. pers. sing.), vinimos (1ra. pers. pl.), vinisteis (2da. pers. pl.) y vinieron (3ra. pers. pl.). Por tanto, las formas establecidas para referirnos a la primera persona de plural son venimos (en presente) y vinimos (en pretérito). Debemos evitar el uso de venemos que con frecuencia se escucha en el habla coloquial. (Depto. de Lingüística, ILL)
Victor Manuel preguntó:
Los nombres propios son voces o expresiones que, desposeídas de sentido léxico, se emplean para designar o referirse concretamente a seres, entidades u objetos únicos, individualizándolos. Se caracterizan por escribirse con inicial mayúscula. La nueva Ortografía de la lengua española (2010) señala que no reciben un tratamiento especial que los exima de la observancia de las normas ortográficas, pese a constituir un subconjunto particular dentro del léxico de la lengua.
Dentro del inventario tradicional de nombres propios hispánicos, pueden distinguirse aquellos que presentan una única forma asentada en español, ej. Álvaro, Inés (para los que no se consideran correctos el uso de otra ortografía); una o más variantes asentadas que se han fijado en la tradición como igualmente válidas, ej. Jenaro/ Genaro, Elena/Helena (a veces por la conservación de grafías arcaicas, fosilizadas en una de sus variantes: Ximena por Jimena o Leyre por Leire); combinaciones gráfico-fónicas, no presentes en palabras patrimoniales, que aparecen en aquellos nombres recibidos de otras lenguas: Vladimiro o Cuauhtémoc.
La creación de nuevas unidades por parte de hablantes que valoran sobre todo la originalidad y el exotismo en el nombre de pila, tiende en la actualidad a la formación de anagramas de nombres ya existentes, ej. Airam, a partir de María, Noslen, a partir de Nelson; la unión de segmentos de los nombres de los progenitores, ej. Alenia, de Alejandro y Tania, Hécsil, de Hector y Silvia, Julimar, de Julio y María; la fusión de varias palabras o de fragmentos de enunciados, ej. Yotuel, unión de los pronombres yo, tú y él.
Desde el punto de vista lingüístico, no cabría exigir más requisito a los neologismos antroponímicos que su total adecuación a la ortografía y pronunciación españolas. Por ello, con independencia de la extrañeza que pueden causar en el momento de su acuñación o de cuestiones relacionadas con el gusto personal o social, nombres como Yunisleidi o Dinel son perfectamente admisibles desde un punto de vista ortográfico.
En cuanto a si pueden o no presentar faltas de ortografía, se aclarara que aunque se deben seguir las nomas ortográficas de la lengua en los nombres propios, estos deben ser escritos tal cual aparecen registrados en la inscripción de nacimiento o documento de identidad del individuo, para su empleo en trámites legales.
El verbo venir se conjuga de la siguiente manera: presente: (yo) vengo, (tú) vienes, (él/ella) viene, (nosotros) venimos, (ustedes o vosotros) venís, (ellos/ellas) vienen. Pretérito: (yo) vine, (tú) viniste, (él/ella) vino, (nosotros) vinimos, (ustedes o vosotros) vinisteis, (ellos/ellas) vinieron. Fututo: (yo) vendré, (nosotros) vendremos, Copretérito: (yo) venía, (nosotros) veníamos. (Depto. Lingüística, ILL)
yanicelis preguntó:
Según las normas gramaticales de la lengua española, el verbo venir en el modo indicativo y tiempo presente se conjuga de la siguiente forma: vengo (1ra. pers. sing.), vienes (2da. pers. sing.), viene (3ra. pers. sing.), venimos (1ra. pers. pl.), venís (2da. pers. pl.) y vienen (3ra. pers. pl.).
Asimismo, la conjugación de venir en el modo indicativo y tiempo pretérito es: vine (1ra. pers. sing.), viniste (2da. pers. sing.), vino (3ra. pers. sing.), vinimos (1ra. pers. pl.), vinisteis (2da. pers. pl.) y vinieron (3ra. pers. pl.).
Por tanto, las formas establecidas para referirnos a la primera persona de plural son venimos (en presente) y vinimos (en pretérito).
Debemos evitar el uso de venemos que con frecuencia se escucha en el habla coloquial. (Depto. de Lingüística, ILL)
Darlis Ruiz Goulet preguntó:
Según las normas gramaticales de la lengua española, el verbo venir en el modo indicativo y tiempo presente se conjuga de la siguiente forma: vengo (1ra. pers. sing.), vienes (2da. pers. sing.), viene (3ra. pers. sing.), venimos (1ra. pers. pl.), venís (2da. pers. pl.) y vienen (3ra. pers. pl.).
Asimismo, la conjugación de venir en el modo indicativo y tiempo pretérito es: vine (1ra. pers. sing.), viniste (2da. pers. sing.), vino (3ra. pers. sing.), vinimos (1ra. pers. pl.), vinisteis (2da. pers. pl.) y vinieron (3ra. pers. pl.).
Por tanto, las formas establecidas para referirnos a la primera persona de plural son venimos (en presente) y vinimos (en pretérito). Debemos evitar el uso de *venemos que con frecuencia se escucha en el habla coloquial. (Depto. de Lingüística, ILL)
Victor Manuel preguntó:
Los nombres propios son voces o expresiones que, desposeídas de sentido léxico, se emplean para designar o referirse concretamente a seres, entidades u objetos únicos, individualizándolos. Se caracterizan por escribirse con inicial mayúscula. La nueva Ortografía de la lengua española (2010) señala que no reciben un tratamiento especial que los exima de la observancia de las normas ortográficas, pese a constituir un subconjunto particular dentro del léxico de la lengua.
Dentro del inventario tradicional de nombres propios hispánicos, pueden distinguirse aquellos que presentan una única forma asentada en español, ej. Álvaro, Inés (para los que no se consideran correctos el uso de otra ortografía); una o más variantes asentadas que se han fijado en la tradición como igualmente válidas, ej. Jenaro/ Genaro, Elena/Helena (a veces por la conservación de grafías arcaicas, fosilizadas en una de sus variantes: Ximena por Jimena o Leyre por Leire); combinaciones gráfico-fónicas, no presentes en palabras patrimoniales, que aparecen en aquellos nombres recibidos de otras lenguas: Vladimiro o Cuauhtémoc.
La creación de nuevas unidades por parte de hablantes que valoran sobre todo la originalidad y el exotismo en el nombre de pila, tiende en la actualidad a la formación de anagramas de nombres ya existentes, ej. Airam, a partir de María, Noslen, a partir de Nelson; la unión de segmentos de los nombres de los progenitores, ej. Alenia, de Alejandro y Tania, Hécsil, de Hector y Silvia, Julimar, de Julio y María; la fusión de varias palabras o de fragmentos de enunciados, ej. Yotuel, unión de los pronombres yo, tú y él.
Desde el punto de vista lingüístico, no cabría exigir más requisito a los neologismos antroponímicos que su total adecuación a la ortografía y pronunciación españolas. Por ello, con independencia de la extrañeza que pueden causar en el momento de su acuñación o de cuestiones relacionadas con el gusto personal o social, nombres como Yunisleidi o Dinel son perfectamente admisibles desde un punto de vista ortográfico.
En cuanto a si pueden o no presentar faltas de ortografía, se aclarara que aunque se deben seguir las nomas ortográficas de la lengua en los nombres propios, estos deben ser escritos tal cual aparecen registrados en la inscripción de nacimiento o documento de identidad del individuo, para su empleo en trámites legales.
El verbo venir se conjuga de la siguiente manera: presente: (yo) vengo, (tú) vienes, (él/ella) viene, (nosotros) venimos, (ustedes o vosotros) venís, (ellos/ellas) vienen. Pretérito: (yo) vine, (tú) viniste, (él/ella) vino, (nosotros) vinimos, (ustedes o vosotros) vinisteis, (ellos/ellas) vinieron. Fututo: (yo) vendré, (nosotros) vendremos, Copretérito: (yo) venía, (nosotros) veníamos. (Depto. Lingüística, ILL)