Victor Manuel preguntó:
Los nombres propios son voces o expresiones que, desposeídas de sentido léxico, se emplean para designar o referirse concretamente a seres, entidades u objetos únicos, individualizándolos. Se caracterizan por escribirse con inicial mayúscula. La nueva Ortografía de la lengua española (2010) señala que no reciben un tratamiento especial que los exima de la observancia de las normas ortográficas, pese a constituir un subconjunto particular dentro del léxico de la lengua.
Dentro del inventario tradicional de nombres propios hispánicos, pueden distinguirse aquellos que presentan una única forma asentada en español, ej. Álvaro, Inés (para los que no se consideran correctos el uso de otra ortografía); una o más variantes asentadas que se han fijado en la tradición como igualmente válidas, ej. Jenaro/ Genaro, Elena/Helena (a veces por la conservación de grafías arcaicas, fosilizadas en una de sus variantes: Ximena por Jimena o Leyre por Leire); combinaciones gráfico-fónicas, no presentes en palabras patrimoniales, que aparecen en aquellos nombres recibidos de otras lenguas: Vladimiro o Cuauhtémoc.
La creación de nuevas unidades por parte de hablantes que valoran sobre todo la originalidad y el exotismo en el nombre de pila, tiende en la actualidad a la formación de anagramas de nombres ya existentes, ej. Airam, a partir de María, Noslen, a partir de Nelson; la unión de segmentos de los nombres de los progenitores, ej. Alenia, de Alejandro y Tania, Hécsil, de Hector y Silvia, Julimar, de Julio y María; la fusión de varias palabras o de fragmentos de enunciados, ej. Yotuel, unión de los pronombres yo, tú y él.
Desde el punto de vista lingüístico, no cabría exigir más requisito a los neologismos antroponímicos que su total adecuación a la ortografía y pronunciación españolas. Por ello, con independencia de la extrañeza que pueden causar en el momento de su acuñación o de cuestiones relacionadas con el gusto personal o social, nombres como Yunisleidi o Dinel son perfectamente admisibles desde un punto de vista ortográfico.
En cuanto a si pueden o no presentar faltas de ortografía, se aclarara que aunque se deben seguir las nomas ortográficas de la lengua en los nombres propios, estos deben ser escritos tal cual aparecen registrados en la inscripción de nacimiento o documento de identidad del individuo, para su empleo en trámites legales.
El verbo venir se conjuga de la siguiente manera: presente: (yo) vengo, (tú) vienes, (él/ella) viene, (nosotros) venimos, (ustedes o vosotros) venís, (ellos/ellas) vienen. Pretérito: (yo) vine, (tú) viniste, (él/ella) vino, (nosotros) vinimos, (ustedes o vosotros) vinisteis, (ellos/ellas) vinieron. Fututo: (yo) vendré, (nosotros) vendremos, Copretérito: (yo) venía, (nosotros) veníamos. (Depto. Lingüística, ILL)
yanicelis preguntó:
Según las normas gramaticales de la lengua española, el verbo venir en el modo indicativo y tiempo presente se conjuga de la siguiente forma: vengo (1ra. pers. sing.), vienes (2da. pers. sing.), viene (3ra. pers. sing.), venimos (1ra. pers. pl.), venís (2da. pers. pl.) y vienen (3ra. pers. pl.).
Asimismo, la conjugación de venir en el modo indicativo y tiempo pretérito es: vine (1ra. pers. sing.), viniste (2da. pers. sing.), vino (3ra. pers. sing.), vinimos (1ra. pers. pl.), vinisteis (2da. pers. pl.) y vinieron (3ra. pers. pl.).
Por tanto, las formas establecidas para referirnos a la primera persona de plural son venimos (en presente) y vinimos (en pretérito).
Debemos evitar el uso de venemos que con frecuencia se escucha en el habla coloquial. (Depto. de Lingüística, ILL)
Darlis Ruiz Goulet preguntó:
Según las normas gramaticales de la lengua española, el verbo venir en el modo indicativo y tiempo presente se conjuga de la siguiente forma: vengo (1ra. pers. sing.), vienes (2da. pers. sing.), viene (3ra. pers. sing.), venimos (1ra. pers. pl.), venís (2da. pers. pl.) y vienen (3ra. pers. pl.).
Asimismo, la conjugación de venir en el modo indicativo y tiempo pretérito es: vine (1ra. pers. sing.), viniste (2da. pers. sing.), vino (3ra. pers. sing.), vinimos (1ra. pers. pl.), vinisteis (2da. pers. pl.) y vinieron (3ra. pers. pl.).
Por tanto, las formas establecidas para referirnos a la primera persona de plural son venimos (en presente) y vinimos (en pretérito). Debemos evitar el uso de *venemos que con frecuencia se escucha en el habla coloquial. (Depto. de Lingüística, ILL)