Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Opinión

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Aquella mujer de estatura baja y complexión física delgada se me antojó enorme; con esa magnitud que solo pueden alcanzar las madres que ven en sus hijos una extensión de sí mismas y a las que no les sobra amor, porque lo apuestan todo por el futuro de sus retoños.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Antes de partir, Larissa Rasanova tuvo que escuchar un último regaño de su madre: «¡No puedes llevar la muñeca a la guerra!». Ella acató, obediente, por una razón más que comprensible: era casi una niña. Muchas muñecas quedaron solas en la vastedad de la Unión Soviética desde el ataque fascista del 21 de junio de 1941.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Este nueve de mayo el mundo celebra el 70 aniversario de la victoria sobre el fascismo en la II Guerra Mundial. Fue en esa fecha, pero del año 1945, cuando las tropas soviéticas tomaron Berlín e izaron la bandera de la hoz y el martillo en lo alto del Reichstag como muestra de triunfo.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

«Yo no dejo que mi hija se quede atrás en la escuela, y si otros padres apoyan a sus muchachos de esta manera, ¿por qué no lo puedo hacer yo?» Ese fue el comentario que me lanzó hace poco una vecina sobre la «ayuda» que le daba a su menor cuando le redactaba, en su computadora personal, las respuestas de una tarea escolar. «Y cuando termine aquí se la voy a imprimir para que no pase trabajo escribiéndola», concluyó la señora, muy convencida de su papel auxiliador.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Hay sucesos que conmocionan, como el dado a conocer en las noticias del pasado 25 de abril, cuando Nepal fue sacudido por un poderoso temblor de tierra. El siniestro causó el derrumbe de la venerada Torre Dharahara —Patrimonio Cultural de la Humanidad ubicada en la capital Katmandú—, una mortífera avalancha en el Monte Everest, más de 7 000 muertos y miles de heridos, entre otras desdichas ocurridas en muy breve tiempo, todo lo cual llevó a catalogar al terremoto como el más fuerte en ese país en las últimas ocho décadas.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Al norte de la ciudad de Santiago, Máximo Gómez y José Martí, escoltados por las tropas de José Maceo, avanzan al encuentro del General Antonio.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Por estos días del año pasado, buena parte de los cubanos anduvimos como hundidos en la incredulidad y el desconcierto. «¿Que se murió Juan Formell? No, imposible. ¡Si a ese hombre no le dolían ni los cayos!», preguntaban y se respondían en cualquier esquina, mercado, parada, oficina, parque...

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Una crónica publicada en Juventud Rebelde reivindicaba, a partir de recuerdos estudiantiles, la profesión de arquitecto. Me sumo a la propuesta, porque cuando pienso en mi ciudad se me hace un nudo en la garganta. Sabemos que el deterioro acumulado requeriría una inversión millonaria. Hay que encontrar paliativos, atajar la depredación, buscar soluciones innovadoras, ampliar la información de los cuadros y acrecentar por todas las vías la conciencia popular, con énfasis particular en aquellos que disponen de recursos, acompañados con frecuencia de ignorancia, mal gusto y prepotencia para implementar intervenciones que contravienen las regulaciones urbanas. Es un problema complejo y las soluciones habrán de encontrarse mediante un riguroso trabajo interdisciplinario.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

La verdadera fórmula de la creación artística no es «inspiración o trabajo, sino inspiración más trabajo, exaltación más paciencia, deleite creador más tormento creador». El artista, mientras trabaja en su obra, no está «con sus propios sentidos», no es dueño «de su propia razón», pues «toda creación verdadera» solo acontece mientras este se halla «hasta cierto grado fuera de sí mismo, cuando se olvida de sí mismo, cuando se encuentra en una situación de éxtasis».

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Desconozco por qué esta vez no usa lentes. Se sienta junto a mí. Recuesta a su derecha una guitarra. No dice una palabra; tampoco yo. Intento mantenerme impávido, elocuente… digno; a la altura del momento. Estamos en un salón blanco de esos que de tan neutros parecen callar. Finalmente una palabra, bueno, realmente cuatro: ¿y esa cara muchacho?-me pregunta con tono de burla, casi.- Entonces saca un pedazo de papel, tararea un poco, corrige algo que debió faltar y sonríe: «ya está».