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Maduro en la clausura del Festival Mundial Antifascista. Autor: Tomada de Twitter Publicado: 11/01/2025 | 06:36 pm
Las multitudes que acompañaron la juramentación de Nicolás Maduro el viernes 10 resultaron la mejor protección a la institucionalidad venezolana, la más clara evidencia del voto mayoritario que el Consejo Nacional Electoral certificó a su favor el 28 de julio y, en conjunción con la lealtad y las acciones racionales de las Fuerzas Armadas, hicieron fracasar los planes de una oposición que otra vez ha acudido a la injerencia extranjera para consumar sus, finalmente, frustrados planes.
Música y consignas caracterizaron las marchas bolivarianas desde días antes de la toma de posesión, y proseguían este sábado con el recorrido de una denominada Caravana motorizada antifascista que se desplegaba, alegre, por Caracas, y daba continuidad al Festival Mundial Internacional contra el fascismo y por un mundo mejor, que concitó la participación de dos mil delegados nacionales y extranjeros quienes, con su presencia, respaldaron también la legitimidad y el poder de convocatoria del proceso bolivariano.
La pertinaz campaña del sector duro de la oposición derechista, que como en 2019 presionó el acompañamiento internacional para deslegitimar al Gobierno venezolano y aislarlo, volvió a repetirse con la proclamación de fraude enarbolada desde antes de las elecciones por su excandidato presidencial Edmundo González y su tutora, María Corina Machado, seguida por la gira, en los días recientes, del aspirante derrotado, quien con sus visitas forzó los apoyos de varios ejecutivos de la región, incluyendo al saliente mandatario de Estados Unidos, Joe Biden.
Pero la firmeza de las autoridades y de las bases chavistas, pasando por el apego a la legalidad de la Asamblea Nacional y la oportuna imposición de cargos contra González que formuló la Fiscalía, terminaron por disuadir al excandidato derechista de su anunciado regreso a Venezuela para una juramentación paralela, que dejó para «cuando las condiciones sean propicias».
Así lo comunicó María Corina, en tanto ella ponía colofón, con un video subido a la red social Instagram, al capítulo de un presunto y breve «secuestro» durante el cual, dijo en su momento, había perdido su «carterita azul».
Una vez más, Machado felicitó en la grabación a los congregados que vitorearon su reaparición física en el barrio caraqueño e históricamente burgués de Chacao el día 9, desde donde volvió a defender la tesis del fraude durante una manifestación más o menos concurrida y sin interferencias, cuya celebración derrumbaría, por sí misma, las denuncias opositoras de persecución. Entre los bolivarianos, ninguna fuerza cedió a las provocaciones.
El presidente cubano Díaz-Canel felicita a su homólogo Nicolás Maduro. Foto: Tomada de Twitter
La alegada detención de más de decena de opositores en las jornadas previas estuvo ligada, denunciaron las autoridades, a intentos de actos violentos respaldados por el descubrimiento y arresto, en las semanas recientes, de unos 125 mercenarios de diversas nacionalidades y la incautación de armas, algunas de fabricación estadounidense, informó en rueda de prensa el ministro del Interior, Diosdado Cabello.
Impedir la consumación de esos proyectos, como lo hicieron la activación de los Órganos de Defensa y la toma pacífica de las calles por las bases chavistas, fue la garantía de esa estabilidad que seguía reinando en las calles de Venezuela, un día después de la juramentación.
Siguiendo la vocación de amistad y solidaridad que ha caracterizado al modelo chavista, el titular del Parlamento, Jorge Rodríguez, se reunía en la mañana de este sábado con miembros de algunas de las 125 delegaciones oficiales que asistieron a los actos de toma de posesión, con las que se ratificaron acuerdos existentes.
El sitio oficial del órgano legislativo venezolano destacó el encuentro sostenido con diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, encabezados por su vicepresidenta Ana María Mari Machado. Entre otros parlamentarios que formaron parte de la amplia delegación de Cuba a los actos por la juramentación de Maduro estuvieron Abel Prieto Jiménez, presidente de Casa de las Américas; la deportista olímpica Yurisleidis Cirilo Dubois; el presidente del Grupo Parlamentario de Amistad Cuba-Venezuela, Yoerky Sánchez Cuéllar; y los diputados Danhiz Díaz Pereira y Annie Garcés.
Mirando a futuro
Pese a la derrota de los planes opositores inmediatos, el camino seguirá siendo escabroso para el proceso bolivariano.
La maniobra publicitaria de la derecha local e internacional, apoyada en la proclamación del alegado fraude fue, como se esperaba, el estribo que necesitaba ese sector para relanzar el asedio contra Venezuela enfilado, particularmente, contra la legitimidad del presidente Maduro.
La Unión Europea y Canadá, entre otras naciones, terminaron por expresar su respaldo a González y anunciaron nuevas sanciones contra un listado de más de una docena de funcionarios bolivarianos, mientras se esperaba la reacción que el renovado operativo mediático y diplomático suscitará en Donald Trump, quien toma posesión como presidente de Estados Unidos en poco más de una semana, y se limitó hasta ahora a defender el derecho a manifestarse de los dirigentes de la oposición, a propósito de la alegada breve detención de María Corina.
No obstante, el apoyo internacional a González parece distante aún del que recibió hace unos cinco años el falso interinato del también opositor Juan Guiadó, una marioneta creada al influjo del propio Trump para imponer las 900 medidas coercitivas unilaterales con que se castiga, desde su primer mandato, a Venezuela.
Del otro lado, sin embargo, los nexos multipolares por los que bregó, con su luz larga, el líder Hugo Chávez, se han profundizado, y muestran fructíferas relaciones diplomáticas y de cooperación e intercambio comercial de Venezuela con las dos potencias emergentes, Rusia y China, y con otras naciones de peso como la India, Turquía e Irán, algunas de las cuales también resisten el intento de segregación de las sanciones de Washington.
El panorama tiene menos nubes en el plano económico interno. El despegue de la producción, constatado en un crecimiento sostenido por 14 trimestres consecutivos y expectativas de un PIB en 2024 que fluctúa entre el seis por ciento previsto por la Cepal y el nueve por ciento anunciado por Maduro será, en cualquiera de los dos extremos de ese rango, el más alto de este hemisferio, incluyendo a EE.UU. y Canadá.
Esos resultados pasan por el paulatino reverdecer de la golpeada industria petrolera, que seguirá siendo una promesa gracias a que en el subsuelo venezolano se hallan las mayores reservas de crudo del planeta.
Junto con ello, la consolidación en la agricultura de los planes endógenos ideados por Chávez ha resultado en la capacidad alcanzada por el país de autosustentarse en materia alimentaria. Se acabaron los mostradores vacíos y el desabastecimiento, mientras aumentan los productos «hecho en Venezuela».
Con estas premisas, el nuevo mandato comienza con una anunciada reforma constitucional que permitirá, según se ha dicho, perfeccionar y detallar mejor el modelo.
La aprobación de esa reforma, contenida en decreto presidencial, transcurrirá por las vías de un debate nacional que materializará la convocatoria a un diálogo dada a conocer antes por Maduro y donde participen todos los sectores sociales y políticos, al que pudiera integrarse ese bloque que votó a González, en una apuesta por los sectores que, paradójicamente, han hecho difícil la vida nacional.
En el inside se encuentra la voluntad de llevar adelante el programa bautizado como de las Siete Transformaciones —el 7T—, una hoja de ruta conformada en asambleas populares previas, y que debe ser instrumentada sobre igual número de ejes: la diversificación económica, incluyendo financiamiento para la pequeña y mediana industria y una reforma tributaria progresiva que siga distribuyendo mejor la riqueza; modernización estatal, seguridad nacional, fortalecimiento de los programas sociales, consolidación del poder popular, política ambiental y fortalecimiento de lazos con el Sur global y los Brics.
El trayecto ha sido y será difícil. Pero los bolivarianos han demostrado que ellos pueden proseguir.
Continuo hasta el sábado las jornadas del Festival Mundial Antifascista. Foto PSUV
