Cada vez que veo al Che tan suficiente y victorioso tras vaciar la pesada carretilla, quisiera detener el kinescopio y entrar en ese día. Quisiera viajar en el tiempo e interrumpirle, para preguntar cómo vamos a resolver, en la Cuba complicada del siglo XXI, el gran desafío de recuperar el trabajo como rasero de progreso, honradez y decencia.
El próximo 26 de abril Silvio ofrecerá uno de sus ya habituales conciertos en la esquina de Tercera y Avenida de los Presidentes, en pleno corazón del Vedado. Será horas antes del sexagésimo aniversario de la Casa de las Américas, la institución fundada por Haydée Santamaría para tender puentes entre Cuba, la América Latina y el Caribe.
«Corremos el riesgo de creer que no hay salidas». La expresión, a propósito de que los cubanos estemos situados frente a un mapa de tremendos retos, forma parte del discurso pronunciado por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, durante la clausura de la Tercera Sesión Extraordinaria de la 9na. Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el 13 de abril de 2019.
Los gobernantes de Estados Unidos han tropezado con la misma piedra a lo largo de su historia. Su memoria es muy corta o se las recortan, y olvidan las aplastantes derrotas militares que les propinaron, primero, en su invasión a Cuba por Playa Girón en 1961, y 14 años después en su sangrienta guerra contra Vietnam, las dos casualmente en el mes de abril.
Iba pedaleando por una avenida cuando vio venir súbitamente, sobre su cara, el hocico del animal. Por un momento se pensó arrollado, pisoteado por los cascos del caballo.
Ni Julian Assange ni Wikileaks pasarían inadvertidos en un recuento de los acontecimientos de los últimos diez años. El informático australiano se ha convertido en nombre recurrente pese a su compleja personalidad, que lo hace querido y odiado por igual: para algunos es paladín de la libre expresión, mientras otros lo consideran un hacker molesto que un día decidió publicarlo todo… o casi todo.
Historiadores y políticos subrayan que Cuba ha tenido una sola Revolución, una idea exaltada el jueves último durante la conmovedora sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular en que se proclamó la nueva Constitución de la República.
Soterrados, invisibles, los cimientos sostienen las casas pequeñas y los edificios mayores. Tras la imagen deslumbrante que se muestra al exterior subyace un duro trabajo anónimo de lo que permanece oculto. De la misma manera, la formación de las generaciones en crecimiento se decide en las primeras edades del escolar. Junto con las bases de la instrucción, en esa etapa se adquieren el sentido de la responsabilidad ante la vida y la tarea. Se forja también la cultura del detalle, puntos de partida ambos para el desempeño del oficio que habrá de tocarnos una vez llegados a la temprana madurez.
«La civilización mercantilista se adueña del mundo de manera impresionante. Todo es mercancía. La belleza, el amor, la fortaleza física… y se va perdiendo la esencia de la relación humana».
Si algo necesita Cuba ahora es mirar los espejos; esos que, por encima de todo, nos descubren el alma y nos hablan de las marcas en nuestra piel histórica.