Jorge Luís Durán García preguntó:
En algunas regiones de habla hispana se conoce a este instrumento con las voces , las que aparecen recogidas en el Diccionario de la lengua española (2001) de la siguiente forma:
chiflo 1. m. chifla (especie de silbato). chifla 1. f. Acción y efecto de chiflar. 2. f. Especie de silbato. chifle (De chiflar) 1. m. chifla (especie de silbato). En el CORDE de la RAE se registra el siguiente ejemplo: Si el cielo de su frente, a dicha, se mostraba despejado y sereno, en cuanto escuchaba el chiflo o entendía el pregón del amolador, partía la telera de pan y escanciaba en el vaso media azumbre de vino, y saliendo al umbral de la puerta, calle de Gallegos (1847, "Escenas andaluzas, bizarrías de la tierra, alardes de toros, rasgos populares, cuadros de costumbres..." en Relato breve culto, Alberto González Troyano, Cátedra (Madrid), 1985) (Depto. de Lingüística, ILL)
José Yovanis Galván Urtate preguntó:
La pronunciación que le corresponde a la palabra cónyuge es [kónyuje]. Al respecto señala el Diccionario Panhispánico de Dudas de la RAE (2005):
cónyuge. 'Consorte'. Es común en cuanto al género: el/la cónyuge. Se pronuncia [kónyuje], no [kónyuge]; por tanto, no es correcta la grafía cónyugue. Responde esto a una forma creada por analogía con el fonema velar oclusivo sonoro /g/ presente en el adjetivo conyugal y en el sustantivo yugo, que tienen la misma raíz. El Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española de Manuel Seco también señala que "es vulgarismo pronunciar «cónyugue», como se oye incluso en la radio y la televisión, con más frecuencia de la deseable". (Depto. Lingüística, ILL)
lazaro miranda preguntó:
Según el Diccionario Panhispánico de Dudas de la RAE (2005), músico -ca es la persona que se dedica a la música. El femenino es música: «La presencia de los jóvenes músicos y músicas de la Orquesta de Cámara Tupay». No debe emplearse el masculino para referirse a una mujer: la músico.
Por otro lado, el vocablo árbitro -tra se refiere a la persona encargada de decidir y solucionar un conflicto entre distintas partes y al profesional que vela por el cumplimiento del reglamento en un encuentro deportivo. El Diccionario Panhispánico de Dudas de la RAE (2005) establece que el femenino es árbitra: «Creo que las mujeres [...] no deben ser árbitras de la NBA». No debe emplearse la forma masculina para referirse a una mujer: la árbitro. Con los sustantivos referidos a seres sexuados que han comenzado a usarse en femenino en los últimos años, no funciona ya, de manera espontánea, la norma que tradicionalmente asigna a los sustantivos femeninos que comienzan por /a/ tónica la forma el del artículo. Así, la mayoría de los hablantes dicen la árbitra, marcando el género de forma regular en el artículo, a la vez que queda explícito este en la terminación femenina del sustantivo: «Pitó sin dudar la árbitra principal». Lo mismo ocurre con el indefinido, que suele usarse en la forma plena una: «Es la primera vez que una árbitra panameña participa en una olimpiada». (Depto. de Lingüística, ILL)
laiza preguntó:
Según la Ortografía de la Lengua Española (2010), la grafía porque corresponde a la conjunción causal con las que se introducen las oraciones subordinadas causales que expresan la causa o motivo de que ocurra lo expresado en la oración principal: ej. No voy a la playa porque está lloviendo.
Se utiliza la grafía por que (preposición + conjunción) cuando la preposición introduce un complemento exigido por el verbo u otro elemento (sustantivo, adjetivo) de la oración principal (alegrarse por algo, apostar por algo, caracterizarse por algo, estar loco por algo, irritarse por algo, votar por algo, ansioso por algo, contento por algo, temor por algo, etc.): ej. Voto por que no la incluyamos; El temor por que él viniera no la dejó dormir. Pero, si la oración subordinada lleva el verbo en subjuntivo e introduce una causa orientada hacia el futuro se emplean las dos grafías (por que, porque): ej. Ella velaba porque/ por que la fiebre no le subiera.
Además, se emplea la grafía porqué, en una sola palabra y acentuada, cuando corresponde al sustantivo masculino que significa causa, razón o motivo, y tiene forma de plural (porqués): ej. tú siempre has entendido el porqué de mis actos. Se usa en ocasiones, igualmente como sustantivo, con el significado de `pregunta´: ej. Comenzaron a pensar en la respuesta que debían darle a sus porqués. (Depto. Lingüística, ILL)
juna infante arguelles preguntó:
Las voces cleptómano, na y cleptomanía aparecen recogidas en el Diccionario de la lengua española (2001) con los siguientes significados:
cleptómano, na. adj. Dicho de una persona: Que padece cleptomanía. Úsase también como sustantivo. cleptomanía. f. Propensión morbosa al hurto. (Depto. de Lingüística, ILL)
Raúl preguntó:
El Diccionario Panhispánico de Dudas de la RAE (2005) establece que el plural de régimen ('sistema político', 'conjunto de normas, especialmente las relativas a la alimentación' y 'cierto tipo de dependencia gramatical') es regímenes, con traslación del acento, no régimenes. (Depto. de Lingüística, ILL)
Victor Manuel preguntó:
Los nombres propios son voces o expresiones que, desposeídas de sentido léxico, se emplean para designar o referirse concretamente a seres, entidades u objetos únicos, individualizándolos. Se caracterizan por escribirse con inicial mayúscula. La nueva Ortografía de la lengua española (2010) señala que no reciben un tratamiento especial que los exima de la observancia de las normas ortográficas, pese a constituir un subconjunto particular dentro del léxico de la lengua.
Dentro del inventario tradicional de nombres propios hispánicos, pueden distinguirse aquellos que presentan una única forma asentada en español, ej. Álvaro, Inés (para los que no se consideran correctos el uso de otra ortografía); una o más variantes asentadas que se han fijado en la tradición como igualmente válidas, ej. Jenaro/ Genaro, Elena/Helena (a veces por la conservación de grafías arcaicas, fosilizadas en una de sus variantes: Ximena por Jimena o Leyre por Leire); combinaciones gráfico-fónicas, no presentes en palabras patrimoniales, que aparecen en aquellos nombres recibidos de otras lenguas: Vladimiro o Cuauhtémoc.
La creación de nuevas unidades por parte de hablantes que valoran sobre todo la originalidad y el exotismo en el nombre de pila, tiende en la actualidad a la formación de anagramas de nombres ya existentes, ej. Airam, a partir de María, Noslen, a partir de Nelson; la unión de segmentos de los nombres de los progenitores, ej. Alenia, de Alejandro y Tania, Hécsil, de Hector y Silvia, Julimar, de Julio y María; la fusión de varias palabras o de fragmentos de enunciados, ej. Yotuel, unión de los pronombres yo, tú y él.
Desde el punto de vista lingüístico, no cabría exigir más requisito a los neologismos antroponímicos que su total adecuación a la ortografía y pronunciación españolas. Por ello, con independencia de la extrañeza que pueden causar en el momento de su acuñación o de cuestiones relacionadas con el gusto personal o social, nombres como Yunisleidi o Dinel son perfectamente admisibles desde un punto de vista ortográfico.
En cuanto a si pueden o no presentar faltas de ortografía, se aclarara que aunque se deben seguir las nomas ortográficas de la lengua en los nombres propios, estos deben ser escritos tal cual aparecen registrados en la inscripción de nacimiento o documento de identidad del individuo, para su empleo en trámites legales.
El verbo venir se conjuga de la siguiente manera: presente: (yo) vengo, (tú) vienes, (él/ella) viene, (nosotros) venimos, (ustedes o vosotros) venís, (ellos/ellas) vienen. Pretérito: (yo) vine, (tú) viniste, (él/ella) vino, (nosotros) vinimos, (ustedes o vosotros) vinisteis, (ellos/ellas) vinieron. Fututo: (yo) vendré, (nosotros) vendremos, Copretérito: (yo) venía, (nosotros) veníamos. (Depto. Lingüística, ILL)
Nicanor preguntó:
Lo correcto es decir tres puertas dobles. En este caso el pronombre numeral multiplicativo doble realiza función adjetiva, por lo que debe concordar en género y número con el sustantivo al que refiere (puertas), como señala el Diccionario Panhispánico de Dudas de la RAE (2005). (Depto. Lingüística, ILL)
Rodolfo Oquendo preguntó:
Acerca del uso de mayúsculas en siglas y acrónimos la Ortografía de la Lengua Española (2010) señala que los acrónimos (siglas cuya configuración permite su lectura secuencial como palabras) pueden lexicalizarse y convertirse en palabras, pasando a escribirse solo con mayúscula inicial si se trata de nombres propios (Unicef), y enteramente en minúsculas, si se trata de nombres comunes (ovni).
Destaca que la lexicalización de los acrónimos es un proceso gradual, que se ve favorecido por la progresiva debilitación en la conciencia del hablante de su originaria condición de siglas.
Por ello, resulta normal y frecuente que convivan en el uso durante un tiempo las grafías completamente en mayúsculas con grafías en minúscula: MININT o Minint. (Depto. Lingüística, ILL)
Michel Casal Hernández preguntó:
La palabra pilotar pertenece al español de uso general, mientras que la voz pilotear es un americanismo. Ambas voces a aparecen recogidas en el Diccionario de la Lengua Española, RAE (2001) pero se define a partir de la voz pilotar de la siguiente manera:
pilotar. 1. tr. Dirigir un buque, especialmente a la entrada o salida de puertos, barras, etc.// 2. tr. Dirigir un automóvil, globo, aeroplano, etc.
Por otra parte, la voz pilotear aparece registrada en el Diccionario del español de Cuba (2000, ILL) y en el Diccionario de americanismos (2010) con las siguientes acepciones:
pilotear. tr. Conducir un avión. (Diccionario del español de Cuba, 2000, ILL). pilotear. 1. tr. (Mx, Ec, Pe, Bo, Ar, Ur) Conducir o dirigir un asunto.// 2. intr. (Py) juv. Divagar sin desarrollar el fondo del tema en un examen.// 3. Hablar de manera incongruente y disparatada, sin decir nada de sustancia.// 4. tr. Bo. Introducir mercancías de contrabando. (Diccionario de americanismos, 2010). (Depto. Lingüística, ILL)