Stephen Kimber es un profesor de Periodismo de la Universidad King’s College de Halifax, en Canadá, y fue invitado a participar en un programa de radio que se transmite por WLRN FM, la cual es la filial de la Radio Pública Nacional de Estados Unidos en el sur de la Florida .
Han aflorado los anuncios en múltiples espacios de encuentro social, donde se advierte que no será permitida la entrada si quien llega está vestido inadecuadamente. Más de una señal me ha llegado últimamente sobre el propósito de defender la prestancia, y si no tanto, al menos cierta dignidad en el porte de las personas.
La economía no pertenece al dominio de las ciencias puras. No construye modelos abstractos de asociación universal, aptos para promover panglosianamente «el mejor de los mundos posibles». La economía forma parte del más contaminado y contaminante mundo de las Ciencias Sociales. Su diseño está en función de un proyecto social, inseparable de definiciones políticas sustantivas. La revelación de la estrecha interdependencia entre los factores económicos, políticos y sociales fue una de las contribuciones esenciales de Carlos Marx al desmontar los rasgos del desarrollo capitalista en franca ruptura con el liberalismo dominante de su tiempo.
Muchos guardan sus recuerdos en cajas. Fotos, revistas, recortes de periódicos, libretas, papeles, pomitos, cartas, botellas, muñecas, paquetes (vacíos) de galleticas, absorbentes, cucharitas de plástico, envolturas de regalos, y otras cosas más porque, lógicamente, cada quien arma su «memoria» con aquello que cree valioso.
El presidente ruso Vladimir Putin puso este jueves el dedo en la llaga cuando, en un foro de debate en Moscú, dijo que Occidente insiste en tomar medidas fuertes contra el Gobierno de Siria bajo el argumento de que usó armas químicas en barrios de la periferia de Damasco, sin embargo, «nadie habla de qué hacer con la oposición siria» si se demuestra que fueron las bandas armadas las que realizaron los ataques con armas químicas.
CARACAS, Venezuela.— Aquel cuento de la llamada prensa «neutral», alejada de la política y las ideologías, no podría creerse ni por un segundo en esta nación, donde los grandes medios de comunicación son —no parecen— partidos políticos disfrazados de disparadores de supuestas noticias.
No la conocí personalmente. Es imposible. Pero la descubrí sin proponérmelo en cada retazo de historia de este terruño suyo, que es también un poco mío.
Un juez español ha decretado prisión provisional para «Pistu», el sobrenombre de Yassin Ahmed Laarbi, detenido en el enclave de Ceuta por su «pertenencia a organización terrorista» y ser el jefe de «una red activa de radicalización, captación y envío de mujahidines y mártires hacia grupos terroristas y operativos en Siria», siguiendo las orientaciones de la organización terrorista Al Qaeda, según informó el Ministerio del Interior del país ibérico.
En la puerta principal de cierto hospital capitalino un paciente se bajó de un auto para asistir a una consulta médica. Uno de los trabajadores de protección del centro le indicó de modo respetuoso: «Buenos días compañero, así no puede entrar…». El visitante vestía camiseta y short.
«No veo la forma, y ojalá esté equivocado, de que el Presidente de la nación más poderosa del planeta vaya a retirarse con el rabo entre las piernas, después de haber hecho la promesa sobre las armas químicas y haber marcado la raya».