Esta semana, al menos para «mi órbita», ha sido pródiga en noticias adversas: muertes accidentales de familiares de amigos, criaturas que nacieron marcadas por desajustes genéticos, esperanzas que emprendieron su carrera espantadas por el desencanto…
Un artículo de Emir Sader en el diario argentino Página 12 subraya, en un lenguaje periodístico al alcance de cualquier lector, la instrumentalización ideológica neoliberal de las campañas tendientes a favorecer el adelgazamiento del papel del Estado en la sociedad. El asunto le toca de cerca, porque en Brasil, so pretexto de combatir la corrupción, se manifiesta la intención de derrocar el Gobierno dirigido por el Partido de los Trabajadores, para privatizar la estatal Petrobras y rebajar gastos en programas sociales.
Por estos días casi nos hemos habituado a la invariabilidad de las predicciones meteorológicas: «(…) mucho calor y algunos chubascos y tormentas eléctricas, que serán aislados en el territorio nacional».
En cuestión de frases contundentes, Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía 2001, no se anda con ahorros. Por poner un ejemplo, ha dicho que el mayor problema para Europa no es Grecia sino… ¡Alemania!, una expresión que coloca patas arriba los estereotipos impuestos al mundo sobre el ¿nuevo? panorama económico del muy viejo continente.
Hace solo un rato que el cantío de los gallos despabiló la mañana. Camino cuesta arriba por la calle Máximo Gómez, una de las céntricas arterias de la ciudad del Yayabo, en busca de una dirección que me llegó vía correo electrónico. La nota insistía: «Si te gusta contar historias visítalo. Él es de esos seres inimaginables».
Varios y significativos estrenos y/o reposiciones nos entregó la cartelera escénica en las últimas semanas. Revisemos algunos de ellos.
No es muy frecuente hallar propuestas de eso que llaman café concert o simplemente, un tipo de show que incluye poesía, monólogos, etc, y que parte de aquel «cabaré político» de raíces brechtianas; por ello fue grato recibir durante todo julio el espectáculo Café CCPC (The Cuban Coffee by Portazo´s Coopera...
La pedagogía tiene su historia, condicionada por las circunstancias epocales, por la estructura social y por el proyecto de desarrollo humano que se está configurando. No puede edificarse al margen de otras disciplinas científicas. La historia es una de ellas, complementada por la sociología y fundamentada en la sicología, sin soslayar la filosofía, que elabora una concepción del mundo.
«Estamos aquí y estaremos por la dignidad, la entereza, el valor, la firmeza ideológica y el espíritu de sacrificio y revolucionario del pueblo de Cuba, que hace mucho tiempo hizo suyo el concepto de que el socialismo es la única garantía para seguir siendo libres e independientes». Las palabras con las cuales nuestro Presidente, el compañero Raúl, cerró su largo y enjundioso discurso del 18 de diciembre de 2010, ante la Asamblea Nacional, vienen como anillo al dedo para fijar posición cuando estamos a punto de ver izarse la bandera de las barras y las muchas estrellas en un asta frente al Malecón habanero.
«Puro, ¿qué hora es?», le dijeron noches atrás a una de las personas más buenas, puras e inmensas de espíritu que conozco. Él, con su cordialidad habitual, se dispuso a contestar sin importar que fuese plena medianoche en una calle semioscura ni los interesados, cuatro muchachos de su tamaño. Segundos después ya los tenía encima.
Ah, si los jóvenes actuales imaginaran cómo eran el noviazgo y el matrimonio hace la bicoca de tres décadas atrás... ¡Se morirían de la risa! Y miren que no hablo de cuando las parejas se daban balance en las salas durante diez almanaques o más —unos tíos míos, ya difuntos, noviaron durante 17 años y, en el ínterin, les desgarraron la pajilla a más de un mueble—, sino de hace poco, relativamente. ¿Acaso es demasiado tiempo el curso de 30 años?