Probable señal del cambio climático que se cierne sobre el planeta, el frío de nuestro invierno tropical demora cada vez más en llegar. Las temperaturas bajan en un breve parpadeo, aunque los días son más secos y persiste la particular transparencia del aire con su característica luminosidad que matiza el color de diciembre, definido también en el plano de la subjetividad por las expectativas del asueto en el año que termina. Se formulan proyectos, variables según las edades, los grupos sociales y los rasgos individuales.
Un cielo gris que causaba sensación de tristeza, miedo e incertidumbre acompañaba a esta ciudad el día que, finalmente, pudimos visitar una Unidad Básica de Salud (UBS), o para quienes vivimos en la Isla caribeña: un policlínico. El tráfico estuvo a la orden del día; y no es para menos, en un lugar con más de 12 millones de habitantes, y seis o más de carros circulando a toda hora.
¡¡¡RECÓRCHOLIS!!! Esto no me lo esperaba. El señor De la Concha —me refiero al director honorario de la RAE, Víctor García de la Concha—, dio a conocer la obra que le fue encomendada como coordinador, el Libro de estilo de la lengua española según la norma panhispánica.
No es una interrogante difícil de responder porque es una realidad cotidiana en estos tiempos convulsos que vive Nuestra América y el mundo. Los derechistas tienen un perverso odio por los derechos de sus conciudadanos.
Aún conservo en la memoria un jocoso pero agudo comentario de un colega granmense, Armando Yero, que él tituló «Hágalo en casa». En esas líneas el periodista advertía sobre la tendencia de algunas personas a expulsar sus líquidos en lugares públicos, con pretextos veraniegos o carnavalescos, impulsados por la célebre cerveza de termo y otras bebidas afines.
Lo ocurrido en la fábrica de cigarros Ramiro Lavandero, de Ranchuelo, devino una respuesta lógica de los consumidores que ante la mala calidad de su marca Criollo lo dejaron de consumir en gran medida y, consecuentemente, eso ocasionó una afectación económica.
Lo que ha estado pasando en estos días en la frontera de México con EE. UU. es algo que desde semanas atrás se veía venir. Era completamente imposible que este país permitiera que una oleada de migrantes entrara en su territorio ilegalmente sin que las autoridades tomaran las medidas pertinentes para evitarlo.
Muchos reservaban sus vacaciones para disponer, en ese suave diciembre invernal nuestro, del tiempo necesario para ingerir, desde horas tempranas hasta la noche bien avanzada, la variedad de opciones que animaban el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano.
Previo ruego de anonimato y muy preocupada, una madre me confesó que en el aula de cuarto grado de su hija, cuando la maestra debe ausentarse por cualquier situación, deja de guardián del grupo a alguno de los educandos.
Pero… ¿acaso Comala no era invención, eufonía, pura literatura? ¿Existía en verdad? Por más que aseguraron, que me dijeron, desconfié. Llegué de noche no fuera a ser que las letras y la vida se fundieran, no fuera a ser que la ciudad de Rulfo, asentada sobre «las brasas de la tierra, en la mera boca del infierno» me tragara.