Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Opinión

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

En el año 1987 yo era un joven delgado y campesino que había resultado electo como presidente de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media en mi municipio —Báguano—, un enclave azucarero de la provincia de Holguín. Ello significó un vuelco en mi vida y a mediados de ese año resulté electo para asistir al 7mo. Congreso de esa organización.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Llegué a Cuba en los años 90. Numerosas razones, más que nada económicas y todas contra mi voluntad, habían influido en la demora de conocer esta Isla y su mítica Revolución.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Fidel se nos fue sin despedirse, en su singular sabiduría fue capaz de reconocer que no necesitaba decir adiós, que comprenderíamos su partida. A la ciudad le fue robada la alegría: rostros largos, miradas trémulas y abrazos reconfortantes sustituyen por estos días la jocosidad tradicional del cubano. En las calles, las voces de cientos de jóvenes se funden en consignas y se escuchan las canciones de siempre, con las que crecimos en las marchas de Fidel, las que se hicieron himnos en los combates que nos forjaron como revolucionarios.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Después de tantas a la inversa, nadie más que Fidel podía conducir en Cuba la primera invasión —otra de amor— de Occidente a Oriente y llevar en su oleaje a todo un pueblo. Lo ha hecho ahora, cual una despedida en un yate de cedro, pero en realidad lleva décadas en ello: ¿qué otra cosa era, sino, su continuado trasladar de cubanos y recursos, del poniente al levante, justo para erguir la zona que, durante siglos, los gobiernos ajenos pusieron en el suelo?

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Ha muerto otro Martí, dijo sin titubeos un hombre mientras se enteraba de la desaparición física de nuestro Fidel. Yo estaba muy cerca de él y observé cómo apenas podía mover los pedales de su bicitaxi, cuando la noticia lo tomó por sorpresa, al igual que a los cubanos y amigos del mundo. Su rostro, gestos y mirada eran inconfundibles, estaba aturdido. Salía a recorrer las calles de su Lisa natal, a ver cómo amanecía, y su expresión era la más exacta para describir la de muchas otras personas.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

«Mamá, ¿ya vamos a ver a Fidel?». Y la sacudida impaciente a su blusa le hizo responder aprisa: «Sí, ya casi, no te desesperes». Entonces la silueta diminuta de moños castaños sujetó la mano de quien solloza bajito y ocupó su pedazo de acera entre el mar de pueblo que también quiere encontrarse con el Comandante.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Corrían los días más difíciles del período especial. Se hablaba de opción cero e incluso de ollas colectivas. Mi familia sembraba viandas en el estrecho pasillo de nuestra vivienda citadina; viandas destinadas a enriquecer mi puré de infante.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Ya no hay que salir en el sigilo de la madrugada desde otra tierra, ni esperar la distancia de las olas para cantar el Himno de Perucho. En 60 años, el yate que nos conduce ha crecido de aquellos 13 metros mexicanos y tiene una eslora de 1 250 kilómetros, de San Antonio a Maisí, sobre la cual, más que 82, navegamos más de once millones de expedicionarios.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Fidel es patrimonio popular. Anda repartido entre tantos peregrinos que, silenciosos y conmovidos, blandiendo recuerdos, vienen a tributarle homenaje en filas interminables. Fidel, el Atlas que se echó la patria y el mundo sobre los hombros, imanta amorosamente múltiples destinos y alimenta sueños futuros. Cada quien esgrime su Fidel. Y la única condición a cambio es que siga acompañándonos con su vista preclara, en los complejos y sutiles desafíos que se arremolinan ante la nación.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Si algo no nos ha faltado a los cubanos en estos momentos de contenido dolor, son las muestras de cariño a Fidel, ostensibles en muchas partes del mundo.