Marzo se ha convertido en el mes en el cual la mayoría de las compañías presentan sus nuevos modelos
En materia de tecnología celular, uno de los eventos que marca las tendencias de la industria es el Mobile World Congress (MWC), que cada año se celebra en Barcelona, España, en el mes de marzo.
Recientemente concluido, el MWC de 2017 fue una mezcla de tecnología de última generación con una gran dosis de nostalgia, sentimiento que parece muy bueno para explotar cuando de mercadeo se trata. Por ello esta semana repasamos las novedades más importantes del MWC que podrían convertirse en estándares a corto plazo.
Los medios que asistieron al MWC en Barcelona coinciden en algo: el lanzamiento más destacado en cuanto a móvil se refiere fue el LG G6.
Esta compañía asentada en Busan, Corea del Sur, presentó un modelo de celular con una pantalla de 5,7 pulgadas, lo que refuerza la tendencia entre los fabricantes de hacer grandes a sus buques-insignia.
La pantalla ocupa casi todo el espacio frontal del teléfono, según se puede apreciar en su video de presentación, y prescinde del clásico botón físico de inicio, el cual se sustituye por un equivalente digital. Esta es una característica llamativa, pues mejora la experiencia del usuario y alarga la vida de los móviles.
En el caso de las generaciones anteriores, los dos fabricantes más exitosos del mundo, Apple y Samsung, han tenido su talón de Aquiles en el botón de inicio, que se estropea o comienza a funcionar mal a los pocos meses de uso. Para Apple es tan marcada su fragilidad que en los foros de internet se recomienda activar una característica conocida como Assistive Touch para evitar tocar el botón físico.
Ahora todos los rumores indican que el próximo iPhone y el Galaxy S8, de Samsung, todavía sin presentarse al mercado, llegarán desprovistos del botón de inicio, tal como el LG G6.
Otra característica llamativa del terminal de LG es que está hecho de vidrio y metal, materiales que le confieren robustez, mejor resolución de la imagen y más peso. También posee dos cámaras traseras de 13 megapixeles, con opción para tomar fotos en ángulos amplios o estándar. Su batería incorpora la tecnología de carga rápida, tiene 3 300 mAh de capacidad y algunos modelos poseerán carga inalámbrica.
Los diseñadores personalizaron también la interfaz de usuario, y algunas aplicaciones pueden dividir la pantalla en dos cuadrados iguales, particularidad que podría ser aprovechada por los desarrolladores en el futuro.
Además de LG otras compañías presentaron sus propuestas para este año, con destaque para Lenovo, Sony, Huawei y un otrora gigante de este giro: Nokia.
Lenovo, que adquirió la marca Motorola y le cambió hasta el nombre, dio a conocer el Moto G5 y a su «hermano mayor», el Moto G5 Plus, móviles de gama alta con Android Nougat 7.0 como sistema base.
En cuanto a Sony, el mejor modelo mostrado fue el Xperia ZX Premiun, el primer celular con una pantalla 4K HDR (alto rango dinámico), capaz de grabar a ultraalta resolución y a una velocidad increíble para un dispositivo de mano: 960 cuadros por segundo.
Desde China y hasta Barcelona se fueron Huawei y su nuevo modelo gama alta, el Huawei P10. Con un acabado en metal, doble cámara, seis gigabytes de memoria RAM y un estabilizador óptico, es este uno de los terminales más atractivos del momento en cuanto a potencia y prestaciones.
Pero luego del LG G6, el espectáculo se lo robó Nokia. Los finlandeses, aliados con HDM Global y Foxconn, presentaron tres modelos: Nokia 3, Nokia 5 y Nokia 6. De este último los desarrolladores prometieron actualizaciones mensuales de software —algo que está por verse, porque luego casi ningún fabricante cumple—, y su sistema operativo, también Android 7, no tendrá aplicaciones preinstaladas.
Sin embargo, las atenciones se centraron esta vez en el regreso del Nokia 3310, modelo inspirado en el original y que es un golpe de nostalgia para los amantes de la tecnología.
Presentado por vez primera en 2000, el Nokia 3310 vendió hasta la salida del primer iPhone, en 2007, cien millones de unidades, según datos de la compañía.
En el momento de su máxima popularidad el teléfono tenía prestaciones avanzadas para la época, como una calculadora, un cronómetro y recordatorios, así como juegos. En su relanzamiento llegará con pantalla en colores, un sistema operativo llamado Nokia Series 30+, conectividad 2G, una cámara fotográfica de dos megapíxeles y Bluetooth 3.0.
Cuando vivimos la era del smartphone, el regreso de un modelo como este aviva sentimientos de nostalgia, algo que las compañías tecnológicas explotan ya sin miramientos.
Tomemos por ejemplo a los desarrolladores de videojuegos. Nintendo lanzó el pasado año una redición de la NES, su consola de ocho bits que arrasó con el mercado durante la década de 1980 y principios de 1990.
Aprovechando la excitación que provocó este lanzamiento, la compañía FunStockRetro presentó nuevamente el Sega Génesis (conocido también como Sega Mega Drive), en una versión «mini» con 80 juegos preinstalados. Sega fue el más «fiero» competidor de Nintendo en esa era de los ocho bits. Y quienes entonces eran niños, hoy se han convertido en un sector económicamente solvente; de ahí que las ventas de la nostalgia sean tan exitosas.
Es también lo que espera Nokia con el modelo 3310, el cual cabe en cualquier bolsillo y cuya batería durará un mes sin necesidad de recarga en estado de espera, lo que equivale a 22 horas ininterrumpidas de conversación telefónica.
Además de los celulares, el Mobile World Congress sirvió de escaparate a otros productos tecnológicos interesantes. En esta edición Samsung se destacó con un tablet que promete ser competidor del iPad Pro de Apple, mercado donde los estadounidenses reinan sin contratiempos.
Así, el Samsung Galaxy Tab S3, todavía sin fecha de lanzamiento oficial, se presentó en Barcelona con un exterior de metal y vidrio y pantalla Amoled de 9,7 pulgadas HDR. Esto la hace la mejor tableta detrás del iPad Pro, pues las pantallas Amoled tienen colores más vibrantes, indica el sitio web especializado Digital Trends.
Otro accesorio que llamó la atención fue una billetera —sí, leyó bien—, capaz de cumplir con las funciones tradicionales asociadas a este artículo y que además contiene un cable para conectarla a un tomacorriente y recargar celulares en poco tiempo.