Andy Vargas será el encargado de abrir el primer partido de Cuba en la Liga de Campeones de Béisbol de las Américas. Autor: Tomada de Prensa Latina Publicado: 08/04/2025 | 09:08 pm
Aunque en el moderno estadio Alfredo Harp Helú, casa de los Diablos Rojos de México, ya se comenzaron a sentir desde este martes las primeras campanadas de la Liga de Campeones de Béisbol de las Américas, no será hasta hoy que los Leñadores de Las Tunas, representando a Cuba, descorran las cortinas para hacer el debut dentro del torneo.
Seguramente, el avezado mentor Abeysi Pantoja durante algún mitin previo con sus muchachos, los llamó a despojarse del exceso de presión interna que acompaña, año tras año, a las selecciones antillanas en los terrenos foráneos.
Y es que comenzar con el pie derecho, jugando de forma convincente y armónica, será el principal cometido en la hora cero, justo cuando los cubanos salgan al diamante de la Ciudad de México para medirse a los Piratas de Santa María, representantes de Curazao.
Una de las «bestias» negras del béisbol holandés que ha enfrentado Cuba en la última década, Wladimir Balentien, dirige esta nave curazoleña que, en suelo azteca, quiere concretar un «gran resultado», según han dicho algunos de sus miembros. Pero tan pronto como este martes los caribeños salieron por la puerta estrecha en un duelo de batazos frente a los Kane County Cougars, representativo estadounidense, con pizarra de 16-14.
El capitalino Andy Vargas buscará impedir, al menos en el primer acto de los tuneros, silenciar a la fuerte batería curazoleña, integrada por peloteros muy conocidos de la afición cubana. El industrialista ha sido una de nuestras principales cartas en los eventos internacionales recientes y se ha ganado la confianza de los mentores a base de inteligencia y recursos sobre el montículo.
No es casual que Andy venga de archivar los mejores dígitos entre los lanzadores cubanos que vieron acción en el pasado Premier 12 y la Serie de las Américas, donde también reforzó al conjunto tunero. Ahora procurará que sus números como abridor en el equipo nacional sean tan loables como los implantados, en ambos casos, mientras cumplía con la función de relevo.
Si sumamos los dos torneos previos representando a las cuatro letras, sus cifras reflejan la excelencia: 12.2 entradas en las que apenas toleró una anotación y liquidó por la vía de los strikes en 20 ocasiones.
Sin embargo, tanto en el Premier 12 como en la Serie de las Américas el desastre colectivo asomó sin piedad. Más allá de los indudables rezagos beisbolísticos que padecemos, Abeysi Pantoja me comentaba en suelo tunero hace varias semanas algo muy real: no es lo mismo llegar a México «en juego» y en plena forma deportiva, que asumir el reto casi sin rodaje competitivo, como sucedió en Managua con la Serie de las Américas.
En cualquier caso, ahora habrá que sacar un extra para conquistar lo que cada vez parece más distante y utópico en la arena internacional: un título. Por lo pronto, con el comienzo de la Liga de Campeones, queda abierta la hendija
para despojarnos de tantos sinsabores, pero solo el conjunto tunero representando a Cuba dirá la última palabra.