La Ciudad de los Tinajones atesora, en lo más profundo del baúl de sus recuerdos, pintorescas anécdotas que, con el transcurso del tiempo, se convirtieron en leyendas que forman parte obligada de su identidad.
El mundo enfrenta una pandemia silenciosa: el sobrepeso y la obesidad. En el año 2008, 1 400 millones de adultos se encontraban dentro de estas categorías, y la tendencia futura es hacia su incremento en gran parte de las naciones.
Los defensores de la llamada democracia representativa afirman que la economía de mercado, la libertad de prensa y el pluripartidismo son esenciales para que exista una verdadera democracia.
Si cual «Horacios» modernos intentáramos construir las epístolas de la vida actual de Cuba, algunas se parecerían, en su dimensión filosófica y moral, a las del famoso poeta romano.
En Un viejo que leía novelas de amor, conmovedora novela del chileno Luis Sepúlveda, leemos una frase apodíctica: el desierto es la obra maestra de los seres humanos. Y uno duda de que los cubanos, como generalidad, no estemos dispuestos a impedir que nuestra aspiración de un país mejor se convierta en un erial donde pierdan la prioridad los más humildes y los más comprometidos con la justicia del socialismo y con la herencia independentista de nuestra historia.
En medio de un panorama caótico, signado por la violencia y la inseguridad que dejó la guerra de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra el régimen de Muammar Al-Gaddafi, los libios acudirán este sábado a las urnas para votar por una Asamblea Constituyente.
«Vende a la vez que sueña.
/ (…) Tiene los ojos hinchados
de mirar sin ver,/ y
los tímpanos carcomidos por
palabras esdrújulas…».
Alexis Díaz-Pimienta
La paz en Siria parece una quimera. Fracasó la iniciativa del enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Kofi Annan, para frenar la violencia e impulsar un proceso de diálogo político. Los grupos opositores armados, alimentados con hombres, dinero y armas procedentes de países de la región y el apoyo político y diplomático de las potencias occidentales, continuaron sus ataques y acciones terroristas. Ante esta situación, era demasiado pedirle a Damasco que retirara sus tropas y sacrificara la seguridad y estabilidad nacional.
X se mueve incómodo. Detrás de él un muchacho aindiado, vestido con camiseta, dice: «¡Qué complicación la mía, caballero!». En el comienzo de la cola, ante la ventanilla de Etecsa, la mujer comienza a mover el pie con un tic nervioso. «Deje, deje eso…, déme una tarjeta nueva —le dice a la persona que la atiende—. Si no entra el número, no importa… Déme una tarjeta nueva».
Hoy, por la senda derecha dejando atrás el parquecito, desando la Calzada de Tirry y me detengo en el número 81. Una vez más, me dispongo a traspasar el umbral de la vieja y romántica casona —reino de pasiones y versos— con el anhelo de aliviar una carga terrible.