Los documentos desclasificados hace algunos años por el Gobierno de Estados Unidos demuestran que la derrota sufrida en Playa Girón no los llamó a la cordura, sino a la revancha. La Comisión Taylor, designada para analizar el fracaso invasor, recomendó emprender nuevas medidas político-militares, económicas y propagandísticas contra el presidente Castro. Ello sirvió de base para la Operación Mangosta, que desencadenaría miles de actos subversivos como preámbulo a las acciones militares directas.
La semana pasada escribí sobre la doble moral en general, ahora me interesa escribir sobre la doble moral de algunas naciones cuyos Gobiernos se dan golpes de pecho mientras acusan a otros de ser violadores de los llamados derechos humanos.
Con la reiteración de los mismos gestos, la rutina, esa invasiva planta parasitaria, devora la luz de cada amanecer. Espoleados por la prisa, andamos y desandamos los mismos caminos, indiferentes a un entorno que conforma un componente indiscutible de nuestra identidad. Los esfuerzos conjugados de la prédica y la restauración nos han llevado a descubrir los valores de una parte de nuestro patrimonio edificado, aunque muchas veces la mirada se detiene tan solo sobre los muros que conservan la marca del paso de los siglos, testigos silenciosos de un tiempo remoto, el de una ciudad que muy pronto habrá de arribar al medio milenio. Huella de nuestro paso por la vida, con su obrar, cada generación entrega su legado a aquellas que habrán de sucederle en el futuro. Los edificios, los monumentos, los libros y documentos que reposan en archivos y bibliotecas son los referentes tangibles, la base material de una memoria que conquista nuevos sentidos cuando la sometemos a la prueba de las interrogantes e inquietudes de la contemporaneidad.
¡Dale agua al dominó, Chicho, dale agua!, dices y remueves las fichas gastadas por el uso. Ahí están tus manos, y las suyas, las del barrio que se unen en la alegría del cubano jaranero. Salta el doble seis al centro de la mesa y un negro muestra sus dientes blanquísimos cuando le da el primer pase al vecino.
Uno de los desafíos más complejos con que debe lidiar el arte hoy es el mercado. Los artistas cubanos no están exentos de esa realidad, ante la cual deben, inevitablemente, posicionarse. Algunos consideran como algo positivo producir teniendo en cuenta los deseos del público, no importa que en el proceso se deban hacer algunas concesiones. Otros, por el contrario, defienden que se debe crear un público para el arte y no a la inversa.
La maestra que se levanta antes del amanecer, deja el café colado sobre el fogón, se adentra en el lomerío y recibe a sus cinco niños en el aula más linda de aquellas montañas; el científico que pone la última variable a su fórmula, agarra el maletín y sale corriendo a buscar a los hijos al círculo infantil; la operadora de grúa que termina la fatigosa jornada laboral, pasa a la Casa de Abuelos y recoge a su madre añosa.
El gozo que abraza la cotidianidad en cualquier pedazo de la geografía se destapa desde que llegan los hombres de cascos blancos, instalan los andamios e irrumpe el rugir de los equipos revelando que algo nuevo va a surgir.
Cada vez que la miro me pongo a trazar líneas imaginarias en el mapa de los hondos surcos que ostenta en su piel. Es una viejecilla campechana y alegre mi bisabuela paterna, quien, a sus nueve décadas, dice que los ojos no la acompañan, aunque todo su ejército de descendientes pensamos que tiene un instinto especial para descubrir lo indetectable.
No hay cosa que disguste más que la doble moral, esa, la de «haz lo que yo digo, no lo que yo hago». Existe en cualquier lugar y la practica cualquier persona, como esas que se rasgan las vestiduras, afirmando que el resto de las personas deben hacer lo mismo, mientras ellas hacen lo que mejor les parezca.
Acaba de salir de la imprenta Recuento de moradas, texto autobiográfico inédito de Alejo Carpentier. Hasta ahora desconocido, permaneció durante mucho tiempo resguardado en la papelería del escritor, quien concedió primordial importancia a la difusión de su obra narrativa mayor y soslayó gran parte de su trabajo literario, que incluye una extensa labor periodística inspirada en lo perecedero del acontecer, aunque proyectada siempre hacia horizontes que transcienden lo coyuntural.