El tropiezo inicial frente a Tailandia, y el nuevo revés de este sábado ante el más potente elenco italiano, confirmaron lo que era una verdad del tamaño del Capitolio. Parece más fácil encontrar la cura del cáncer que ver a las cubanitas salir con un resultado decoroso durante el segundo tramo del presente Grand Prix, con sede en la ciudad rusa Ekaterimburgo.
Frente a jugadoras más curtidas como las itálicas, las discípulas de Juan Carlos Gala se quedaron sin argumentos, para ceder con parciales de 16-25, 16-25 y 20-25.
Terminó por pasarle factura lo habitual para una escuadra con muchísimas lagunas y carretera por recorrer: deficiente recibo, desconcentración y par de pasadoras que deben aprender un mundo de ese difícil oficio.
No obstante, fueron alentadores los 14 puntos de la jovencísima opuesta Melisa Vargas, para quien el certamen aparece como un catalizador de todo su talento.
Sobre el mismo escenario, las anfitrionas sometieron en sets corridos a las tailandesas, y todo parece indicar que con el esperado triunfo de hoy ante las cubanitas redondearán el liderazgo de este grupo J.
En la llave I con asiento en Hong Kong, las turcas blanquearon a las checas, mientras que las locales hacían lo mismo frente a las argentinas.
En Belgrado (grupo F), las serbias complacieron a sus seguidores con un 3-0 sobre las argelinas, al tiempo que las holandesas no podían ganarle un set a las estadounidenses.
En la polaca Plock (H) las alemanas aguaron la fiesta imponiéndose a las dueñas de casa por 3-0, antes que las japonesas necesitaran cuatro parciales para batir a las kazajas.
A su vez, en la boricua Mayagüez Bulgaria sorprendió a Brasil con un triunfo por 3-1, y al cierre de esta edición se desconocía el desenlace del duelo entre quisqueyanas y locales.