La pira era un componente esencial en la dieta de nuestros ancestros caribes Autor: Juventud Rebelde Publicado: 16/10/2018 | 10:23 am
Si nos contaran que hay una pequeña plantica con la que nuestros ancestros latinoamericanos combatían la diarrea, las hemorragias internas, la menstruación excesiva, las úlceras en la piel, la fiebre, la irritación de garganta, los parásitos, las tos y la depresión y además resulta ser una perfecta fórmula para la estimulación neuronal y en la oxigenación cerebral, de seguro no creeríamos que se trate de una planta muy común que crece salvajemente en todos lados.
Pues, la respuesta es afirmativa, se trata de la llamada yerba caracas, pira o bledo, como se le conoce popularmente en Venezuela a esta planta de la familia de las amarantáceas, de crecimiento espontáneo durante todo el año en las calles de la hermana nación, pero que también podemos hallar en nuestro país si nos fijamos bien en la imagen.
Pira es una voz tomada del cumanagoto, pueblo indígena perteneciente a los caribes que vivía en el centro y el oriente venezolano, y curiosamente, esos mismos indígenas que según las teorías más aceptadas, deben haber poblado nuestro archipiélago llegando en oleadas migratorias desde América del Sur.
Su nombre científico es amaranthus (del griego que no se marchita, símbolo de la inmortalidad y deseos de salud) .
Pero lo que realmente debemos saber es que esta planta subvalorada en la actualidad era uno de los puntos fuertes de la nutrición de semicereales en épocas coloniales y prehispánicas, y razones hay de sobre.
Este seudocereal, rico en vitaminas, antioxidantes y minerales, a pesar de sus innumerables cualidades beneficiosas para la salud. Sus componentes no dejan dudas:
- Calcio, fósforo, hierro, magnesio, potasio, hierro, zinc, cobre, vitamina B1 o tiamina, B2 o rivoflavina, B3, A y C (mayor que la presente en la naranja).
- Aminoácidos como la lisina, que se encuentra en la carne, el pescado, los huevos.
- Ácido fólico.
- Calorías, proteínas, carbohidratos, fibra y ceniza.
- Es baja en colesterol y tiene mayor fibra que el maíz, el arroz y el trigo.
Si deseas conocer detalles sobre cómo consumirla te recomendamos las hojas y las raíces se consumen en infusiones para aliviar la diarrea, hipertensión, ansiedad, artritis, diabetes, fiebre, tos, asma, reumatismo, menstruación excesiva y hemorragias.
También se utiliza la infusión para hacer gárgaras y aliviar la garganta irritada.
Si se desea eliminar parásitos se recomienda consumir sus hojas secas en infusión, consumiéndola en ayunas y antes de dormir.
Si padeces de reumatismo y de depresión, puedes consumir raíces, tallos y hojas en infusión.
Si deseas disfrutar de sus beneficios para estimular de las neuronas y el mejorar la actividad cerebral utilizando las hojas frescas y secas. Solo debes consumir un vaso diario en ayunas. Esto da vitalidad al organismo y oxigenar el cerebro.
Curiosamente, aunque nuestros sabios antepasados americanos la cultivaban e incluían en su dieta básica, y confiaban en sus múltiples propiedades, se cree que la colonia ejerció su poder avasallante al eliminar la planta como muestra de su supuesta superioridad sobre las costumbres indígenas.
Aún hoy, se considera un acto de resistencia cultural seguir consumiendo una planta que los colonizadores intentaron borrar de nuestra memoria.