A gestionar un modelo informativo más funcional en cuanto a inmediatez, diversidad en la representación de la sociedad, atractivo de lenguaje y estética, y con mayor posibilidad de impacto sobre las audiencias, instó este miércoles el Doctor en Ciencias de la Comunicación Raúl Garcés Corra, decano de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, durante una conferencia magistral impartida como parte del 10mo. Congreso Internacional de Diseño Forma 2019, que sesiona en el Palacio de Convenciones de La Habana.
En su disertación Garcés Corra ofreció detalles sobre el Sistema de Comunicación Pública en Cuba y sus desafíos. «Uno de los principales retos es conectar las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), a un proyecto de gestión del conocimiento más articulado. En este aspecto los avances del país son significativos, pues existe un mayor acceso de la población a la información», dijo, y mencionó, por ejemplo, los datos móviles.
En declaraciones ofrecidas a Juventud Rebelde el también miembro de la Presidencia de la Unión de Periodistas de Cuba destacó la presencia de nuestro país entre las naciones de América Latina que mayor participación han tenido en las redes sociales. Sin embargo, acotó que «cuando se habla de tecnología no basta únicamente con el crecimiento infraestructural, sino también cultural».
Garcés Corra habló también de la alfabetización tecnológica en la Isla. «Es un proceso que no se ha extendido completamente pero se realizará de forma progresiva», afirmó, y manifestó que es más fácil lograr una mejor infraestructura: aumento de las cuentas Nautas y de los teléfonos 3G y 4G, y un crecimiento en el acceso a plataformas virtuales que el cambio de mentalidad.
Sobre la transformación del pensamiento, resaltó es un factor decisivo en la alfabetización tecnológica del pueblo cubano. «Ese cambio conlleva a una apropiación de las redes sociales, desarrollo de competencia para estar en ellas, e implica educación y estar en contacto con las prácticas culturales y comunicativas de las redes. Hay que entenderlo como un proceso que nos llevará tiempo realizar, pero estamos enfocados en él de a lleno».
El reconocido académico hizo énfasis en la necesidad de lograr la implementación de una política comunicacional, a mediano y largo plazo, capaz de darle coherencia a las acciones comunicativas y a los actores indispensables para instrumentarlas.
Se refirió, del mismo modo, a la importancia de la ética. «Para acceder a las redes sociales se debe tener una cultura de participación. En la medida en que nos convertimos en gestores de contenido, podemos postear la información, hacer nuestro propio blog y lograr un impacto de la información también debemos velar porque esta sea responsable, cumpla con determinados patrones de valores éticos y sea construida desde un discurso público, respetuoso de la tolerancia y de la posibilidad de generar comunidades virtuales fecundas para todos».
Destacó el lugar privilegiado en que se encuentra Cuba al ser uno de los países más preparados para lidiar con la sociedad de la información por la avanzada profesionalidad y la capacidad intelectual. «Sin embargo, lo que nos rezaga es la falta de infraestructura para poder aprovechar estas ventajas», subrayó, y más adelante apuntó:
«La sociedad Cubana tiene que implementar nuevos desafíos en cuanto a la comunicación. Heredamos un modelo comunicativo muy instrumental. Tenemos que dar pasos concretos para construir modelos de comunicación más reticulares. Así emplearíamos las ventajas de las nuevas tecnologías para generar redes y que esas redes en formación tengan impacto en el conocimiento y desarrollo del país».