«Hola, qué tal, tengo el juego desde el día que salió y aunque ya lo he terminado solo he podido lanzar una bomba atómica en una misión, en el resto no da esa opción, ¿alguien sabe si se pueden lanzar más bombas atómicas?».
CHILE sigue en la mira de la opinión pública y de los medios de comunicación en el mundo. El país sudamericano fue epicentro de sucesos de alta relevancia en 2010 y arrancó de igual modo en el año que comienza.
Mary Robertson estudia desde 2006 en la Universidad de Oxford, y está viviendo «en directo» el drama actual de sus coetáneos británicos. En su perfil de Facebook, una imagen de las manifestaciones juveniles contra la elevación del costo de las matrículas universitarias muestra a una multitud con una inmensa tela: «Our austerity, their prosperity» («Nuestra austeridad, la prosperidad de ellos»), lo que alude al plan de «austeridad» decretado por el Gobierno de coalición liderado por el conservador David Cameron, que no afecta mucho a los «ellos», es decir, a los más ricos…
Ponerle nombre a un nuevo inquilino de este mundo puede constituirse en un viaje entre recodos y curvas desde el ensueño futurista de la adolescencia hasta los verdaderos dolores de cabeza en la adultez y la madurez. Se elucubra bastante a menudo cómo llamarle al hijo o la hija que se tendrá, cuando ni siquiera se está en edad de formar pareja y mucho menos enfrascarse en peligrosa procreación temprana, y así hasta se juega con cambiantes gamas de bautizos. Y luego, al llegar el tiempo y las circunstancias debidos para el embarazo, comienza otra puja de alternativas patronímicas en la que se involucran con propuestas y a veces disputas por medio, toda la familia, las amistades, los conocidos y hasta quienes no tienen velas en ese nacimiento.
Una vez más la naturaleza da señas de no poder sostener su pesada carga: se desborda y arrasa. Las recientes inundaciones en Australia, que han dejado parte de su territorio —el equivalente a Francia y a Alemania— bajo agua, prueban la inestabilidad climatológica y la vulnerabilidad ante este tipo de catástrofes.
El hombre es el único animal que tropieza con la misma piedra. Eso dice la tradición y la propia vida lo reafirma. Ella, además, nos demuestra cómo la realidad es mucho más compleja que las ilusiones humanas. No hace mucho ocurrió ante nosotros la demostración de tal enunciado. Justo en un punto de trabajadores por cuenta propia.
Lo que unos justamente llevan pidiendo hace más de 30 años, a otros se les da en un santiamén, y en esa decisión entran a jugar unos tres gatos, pero muy poderosos, quienes, para satisfacer sus mezquinos intereses, se arrogan el derecho de negarle la independencia a un pueblo o de dividir a un Estado.
«La vida es un misterio», me dijo en estos días de predicciones y recuentos, acaso porque él siente lo imperdonable que sería demorar esas palabras, el amigo Guillermo Fernando López Junqué (Chinolope), fotógrafo de cuya intuición nació una de las más trascendentes iconografías de Cuba en el siglo XX.
El mayor riesgo de la sociedad cubana en sus circunstancias internas, influidas por las del mundo, podría abroquelarse a mi parecer en el miedo, el pesimismo o tal vez en la resignación, sensaciones todas que un psicólogo incluiría entre los «fantasmas del alma». Algunos podrían ofenderse ante este juicio, porque, dirían, cómo vamos a temer o a ser pesimistas o a resignarnos si nosotros hemos afrontado sin temblar, ni flaquear la hostilidad, las amenazas, las acciones subversivas de sucesivos Gobiernos estadounidenses.
En el anterior comentario que escribí para JR, refiriéndome a la corrupción de algunos políticos floridanos (¡Solavaya, que se lo lleve el viento!, 11 de enero), recordaba aquel dicho de los guajiros cubanos, «Perro huevero, aunque le quemen el hocico». Pues bien, ahora, refiriéndome a la falta de tolerancia y de libertad de expresión que existe en esta ciudad, donde hace años resido, tengo que volver a utilizar a los guajiros cubanos y con la misma frase.