Emoción. Parteaguas. Gigantesco paso en un camino más humano. Llanto de descompresión del batallador que ha llegado hasta aquí —por él y por todos los suyos—, que sin quitarse el polvo de la guerra ni renunciar a su memoria ve acercarse una era más suave, sin dudas más compleja, que demandará espíritu profundo y sereno. Era en la cual tampoco se descansará porque existir, ser sin negar un ápice de sí, tendrá siempre su precio.
No falló con su profecía el visionario de la Historia, una suerte de Nostradamus con causa, quien en días lejanos, y ante el asombro de unos y la duda de otros, aseguró que volverían. Gerardo, Ramón y Antonio retornaron a casa con la frente en alto y los pantalones bien puestos, como antes lo hicieron sus hermanos René y Fernando.
Anoten esta fecha: el 17 de diciembre, día de peregrinación de los devotos de San Lázaro, el cielo, encapotado en la mañana, abrió paso al sol justo al mediodía sobre una Habana que había amanecido medio gris, medio fría, y que de repente se volvió luminosa y cálida, como bendecida.
Cuba acaba de nacer a otro mediodía a las 12 meridiano de este miércoles 17 de diciembre de 2014. Y, contrario a lo que algunos pudieran creer, el país y su proyecto de independencia nacional y justicia social no van a partirse en dos, como la mañana y la tarde.
No hay la menor duda de que el ser humano es el único animal capaz de torturar a su semejante. Un león puede matar a otro león, pero no lo tortura. Los humanos tenemos esa desgraciada característica en nuestro ADN. Tenemos la capacidad de hacer sufrir, no únicamente a otro humano, sino también a cualquier animal. ¿Cuántos casos de abuso animal se dan diariamente en este mundo? Torturar no es solo utilizar herramientas físicas para ocasionar sufrimiento a otros. Un esposo puede torturar a su esposa sin tan siquiera ponerle la mano encima. La tortura sicológica es tan despreciable como la tortura física y, sin embargo, no se habla tanto de ella. A un niño lo pueden hacer sufrir sus padres, aun cuando estos crean que lo están disciplinando.
Los planes son imprescindibles. ¿Quién lo duda? No solo en el ámbito social o de la economía de un país, sino cuando hablamos de la agenda propia. Miles de necesidades dentro de 24 horas solo se satisfacen cuando se traza una estrategia y se fijan plazos, cantidades y prioridades. Igual ocurre para la multiplicidad de asuntos que deben encaminarse a escala nacional. Para eso están los planes. Y la logística que está obligada a acompañarlos para garantizar su aseguramiento.
Hace algún tiempo, en estas mismas páginas, escribí sobre el peligro que entraña, incluso para el sentido común, el afán desmedido por ganar dinero. Dibujaba yo, entre otras anécdotas, la de un chofer de un viejo carro de los años 50 del siglo XX, quien me propuso esconder en la parte delantera del vehículo, pues no quedaba más espacio, a mi pequeña hija (como si la niña fuese un gato, expresé entonces).
«¿Qué les queda por probar a los jóvenes en este mundo de consumo y humo?», se preguntaba el escritor uruguayo Mario Benedetti, cuya poesía exhala la pureza que le viene de los Andes, penetra el espíritu de los soñadores, y encuentra refugio en cada hito de transformación.
Si no fuera por las acusaciones baldías que colocan a Cuba en alguna lista de violaciones, una podría evitarse el desmentido y darse el lujo de escribir un 10 de diciembre del impuesto sobre las ventas de algunos productos en la red minorista de Comercio o de los enraizados obstáculos que «hacen leña» los intentos de convertir un tronco en mueble, marco o simple materia prima de la artesanía bisutera.
Por tercera ocasión, en solo un año, volvemos a hablar sobre el Conjunto Escultórico Parque de La Libertad, erigido en el corazón de la ciudad de Matanzas. Primero fue un reportaje publicado el 5 de diciembre de 2013 titulado Las tonalidades de la falta de rigor, en el que se denunciaba el grave deterioro sufrido por esa obra tras una inadecuada reparación.