México, marzo 7._ Al menos 12 de las 78 construcciones prehispánicas mexicanas que existieron en el Recinto Sagrado de Tenochtitlán cuentan hoy con total identificación, gracias a la labor de investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Según PL, dentro de la edificación hay ocho que se conocen por su nombre, conforme a los registros históricos de fray Bernardino de Sahagún.
Los trabajos de salvamento arqueológico se realizaron a lo largo de un siglo en los límites de lo que fue este sitio ceremonial, ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
En los albores del siglo XX las búsquedas de los arqueólogos Leopoldo Batres, así como por Manuel Gamio, en lo que era la esquina de Guatemala y Argentina y la consulta de los planos de la línea Dos del Metro citadino, son parte del acervo consultado en esta investigación.
Además, se consultaron las obras de cimentación de la Catedral Metropolitana, indicó un comunicado del INAH.
Según los especialistas, teniendo como referente el centro del Templo Mayor, el Recinto Sagrado de Tenochtitlán se extendía 166 metros al sur, 168 metros al norte, 222 metros al poniente y 11 metros al oriente.
Es un espacio en el cual, de acuerdo con los Primeros Memoriales, escritos por Sahagún en el siglo XVI, estaban distribuidas 78 edificaciones, limitadas por un muro perimetral, que en su mayor parte medía 20 metros de ancho y tuvo una altura que oscilaba de dos a dos metros con 50 centímetros.
Para Álvaro Barrera, investigador del Museo del Templo Mayor, es de suponer que en el denominado Recinto Sagrado había cuatro conjuntos arquitectónicos, al cual se sumaría un quinto o central, donde se encontraba el edificio principal: el Templo Mayor, señaló Álvaro Barrera, estudioso del museo existente allí.
De los cinco conjuntos arquitectónicos que conformaron el Centro Ceremonial de Tenochtitlan, la evidencia arqueológica ha permitido comprender la constitución de dos de ellos: el Complejo del Huey Teocalli o Templo Mayor, y el Complejo del Dios Tezcatlipoca.
Ambos debieron abarcar parte del área que actualmente ocupan el Palacio Nacional, la calle de Moneda y el edificio del Antiguo Palacio del Arzobispado.
A tono con la leyenda, la fundación de la capital de los mexicas (o aztecas), México-Tenochtitlán, data de 1325 cuando se avistó un águila devorándose a una serpiente sobre un nopal (tipo de cactus) en el lago Texcoco.
La zona arqueológica del Templo Mayor de México-Tenochtitlán fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en 1987.