Existe un límite tangible entre las personas que se abstienen de tener sexo por voluntad propia, responsabilidad o vocación y la actitud de otros, que temen excesivamente a las prácticas sexuales
Algunas personas despiertan natural admiración en muchas otras y eso les proporciona reconocimiento social, mayor aceptación en los grupos y cierta seguridad y éxito personal. Pero ¿puede un individuo transformar los factores físicos y morales a su favor?