Victor Manuel preguntó:
La letra y cuyo nombre es ye, tiene dos sonidos distintos: uno consonántico /y/ y otro vocálico /i/. En el caso de la conjunción copulativa y, se usa esta letra con el sonido /i/. La Ortografía de la lengua española (RAE y ASALE, 2010: 71) expresa que hasta el último tercio del siglo XIX, las ortografías académicas otorgaban a esa letra el nombre de i griega, descendiente del nombre latino del signo que por su origen se empleaba inicialmente en préstamos del griego. En el año 1869, el diccionario académico registra para este grafema el nombre de ye por aplicación del patrón denominativo que siguen la mayoría de las consonantes. Este ha sido el nombre académico preferente para esta letra hasta finales del siglo XX, lo que implica su implantación en el uso, especialmente en el español americano.
Osvaldo Jiménez T preguntó:
La palabra revisar se escribe con la letra s. Señala la Ortografía de la lengua española (RAE y ASALE, 2010: 138) que el sufijo -izar, escrito con la letra z, forma, a partir de sustantivos y adjetivos, verbos que denotan acciones cuyo resultado implica el significado del sustantivo o adjetivo de base: alfabetizar de alfabeto, aterrizar de tierra, impermeabilizar de impermeable, tranquilizar de tranquilo, vocalizar de vocal. Mientras que, los verbos terminados en -isar, muchos de ellos derivados de palabras cuya última sílaba contienen la letra s, no están formados con ningún sufijo. (Depto. de Lingüística, ILL)
raida labrada tores preguntó:
Las letras h, w y x forman parte del abecedario actual del español que está formado por las veintisiete letras siguientes: a,A b,B c,C d,D e,E f,F g,G, h,H i,I, j,J k,K l,L m,M n,N ñ,Ñ o,O p,P q,Q, r,R s,S t,T u,U v,V w,W x,X y,Y z,Z. Sobre los dígrafos ch y ll señala la Ortografía de la lengua española (RAE y ASALE, 2010:65) que dejan de ser considerados letras del abecedario español, lo que no significa que desaparezcan de su sistema gráfico. El cambio consiste en reducir el alfabeto a sus componentes básicos, pues los dígrafos son combinaciones de dos letras que ya están incluidas, de manera individual, en el abecedario. (Depto. Lingüística, ILL)
Anniel Rodriguez preguntó:
Según la Ortografía de la Lengua Española (2010), el abecedario del español está hoy formado por veintisiete letras, que "se recomienda" denominar como escribimos entre paréntesis:
a,A (a), b,B (be), c,C (ce), d,D(de), e,E (e), f,F (efe), g,G (ge), h,H (hache), i,I (i), j,J (jota), k,K (ka), l,L (ele), m,M (eme), n,N (ene), ñ,Ñ (eñe), o,O (o), p,P (pe), q,Q (cu), r,R (erre), s,S (ese), t,T (te), u,U (u), v,V (uve), w,W (uve doble), x,X (equis), y,Y (ye), z,Z (zeta).
Además de estas veintisiete letras, existen cinco dígrafos o combinaciones de dos letras: ch (chapa), ll (lluvia), gu (guiño), qu (queso), rr (denominada doble erre: arroz). Desde 1754 hasta 2010 los dígrafos ch y ll se consideraron letras del abecedario español, aunque desde 1994 habían pasado a ordenarse en los diccionarios no como letras independientes, sino dentro de c y l, respectivamente (chicha después de cetro, pero antes que cianuro; pulla entre pulir y pulmón).
Por lo tanto, las letras ya no son 29 sino 27. Hay libertad para seguir denominándolas como antes (ye o i griega, uve o be corta o chica, pero no se llama ere a la vibrante simple, sino erre). (Depto. de Lingüística, ILL)
JLGN preguntó:
La palabra libido aparece registrada en el Diccionario de la lengua española (2001) con la siguiente definición: libido. (Del lat. libido). 1. f. Med. y Psicol. Deseo sexual, considerado por algunos autores como impulso y raíz de las más varias manifestaciones de la actividad psíquica. Ej. Muchas personas consumen mariscos para aumentar la libido.
Se desaconseja la forma esdrújula líbido, cuyo uso, tal como recoge el Diccionario panhispánico de dudas, se ha extendido probablemente por influencia del término lívido, que significa 'amoratado' o 'intensamente pálido'. Hay que destacar, por último, que la palabra libido es femenina, a pesar de que termina en o, y por eso es impropio su uso en masculino, como en *Algunos antidepresivos reducen el libido de los pacientes. (Depto. Lingüística, ILL)
Jacinto Padrón Mirabal preguntó:
El Diccionario panhispánico de dudas de la RAE (2005) establece que la palabra libido, con el significado de «deseo sexual» es llana: [libído]. No es correcta, por tanto, la forma esdrújula *líbido*, debida al influjo del adjetivo lívido (amoratado o pálido), con el que no debe confundirse. Por otro lado, el Diccionario panhispánico de dudas de la RAE (2005) valida el uso del sustantivo lente en ambos géneros en cualquiera de sus acepciones, aunque las preferencias son distintas según las zonas; así, cuando significa pieza transparente que se emplea en instrumentos ópticos, en España se usa en femenino, mientras que en América alternan ambos géneros, con cierta preferencia por el masculino: «La distancia entre el foco y el centro óptico de la lente se llama distancia focal» (Portillo Energía [Esp. 1985]); «Se acerca al intruso camarógrafo e intenta tapar el lente de la cámara» (Alberto Eternidad [Cuba 1992]). Lo mismo cabe decir de la palabra lente cuando significa juego de dos lentes con armadura para corregir defectos de visión, se usa en plural y normalmente en masculino en todo el ámbito hispánico: «Se quitó la barba postiza y los lentes ahumados» (Mendoza Ciudad [Esp. 1986]). Con este último sentido hay algún ejemplo esporádico de femenino en España: «Buscó las lentes en el bolso, se lamentó de lo poco que veía ya» (Delgado Mirada [Esp. 1995]). (Depto. Lingüística, ILL)
JLGN preguntó:
La palabra libido aparece registrada en el Diccionario de la lengua española (2001) con la siguiente definición: libido. (Del lat. libido). 1. f. Med. y Psicol. Deseo sexual, considerado por algunos autores como impulso y raíz de las más varias manifestaciones de la actividad psíquica. Ej. Muchas personas consumen mariscos para aumentar la libido.
Se desaconseja la forma esdrújula líbido, cuyo uso, tal como recoge el Diccionario panhispánico de dudas, se ha extendido probablemente por influencia del término lívido, que significa 'amoratado' o 'intensamente pálido'. Hay que destacar, por último, que la palabra libido es femenina, a pesar de que termina en o, y por eso es impropio su uso en masculino, como en *Algunos antidepresivos reducen el libido de los pacientes. (Depto. Lingüística, ILL)
Julio Fariñas Martínez preguntó:
La Ortografía de la lengua española (2010) explica que las abreviaturas son la representación gráfica reducida de una palabra o grupo de palabras, obtenida por eliminación de algunas de las letras o sílabas de su escritura completa. Las abreviaturas españolas pueden acuñarse mediante contracción y truncamiento, y siempre se cierran con un punto, o barra inclinada en casos muy concretos. Pueden ser personales o convencionales, estas últimas son las reconocidas y empleadas comúnmente por lo usuarios de una lengua.
Entre las restricciones de uso de las abreviaturas convencionales están: que no pueden aparecer en cualquier punto de un texto, solo en contextos muy determinados como listas, fórmulas de tratamiento, saludo o despedida, y referencias o indicaciones escuetas de muy diversa índole; solo se usan antecediendo al nombre propio y nunca cuando forman parte de una denominación no referido a persona, como sucede en algunos topónimos.
En el Apéndice 1 de la Ortografía de la lengua española (2010) aparece el listado de algunas de las abreviaturas convencionales más usadas en el sistema del español. A continuación exponemos algunas abreviaturas recomendadas de títulos y profesiones:
a. Lic. (también Lcdo. o Ldo.) para licenciado,-da. b. Mgtr. (también Mtr.) para magíster. c. Mtr. para máster, magíster (también Mgtr.) d. Dr. (fem. Dra. Dr.a ) para doctor e. Ing. para ingeniero En el caso de la abreviatura M.Sc., muy extendida, se trata de un préstamo del inglés. Aclaramos que se aceptan las dos: M.Sc. (anglicismo) y Mgtr. o Mtr. (equivalentes en español); igual para doctor en ciencias: Dr.Sc. (anglicismo) y Dr.C. (equivalente en español). (Depto. Lingüística, ILL)
BETTY RAMIREZ BALZA preguntó:
En el Apéndice 1 de la Ortografía de la lengua española (2010) aparece el listado de algunas de las abreviaturas convencionales más usadas en el sistema del español.
A continuación exponemos algunas abreviaturas recomendadas de títulos y profesiones: - Dir. (fem. Dir.a) para director. - Lic. (también Lcdo. o Ldo.) para licenciado,-da. - Mgtr. (también Mtr.) para magíster - Mtr. para máster, magíster (también Mgtr.) - Dr. (fem. Dra. Dr.a ) para doctor - Ing. para ingeniero En el caso de la abreviatura M.Sc., muy extendida, se trata de un préstamo del inglés.
Aclaramos que se aceptan las dos: M.Sc. (anglicismo) y Mgtr. o Mtr. (equivalentes en español); igual para doctor en ciencias: Dr.Sc. (anglicismo) y Dr.C. (equivalente en español).
La Ortografía de la lengua española (2010) explica que las abreviaturas son la representación gráfica reducida de una palabra o grupo de palabras, obtenida por eliminación de algunas de las letras o sílabas de su escritura completa.
Las abreviaturas españolas pueden acuñarse mediante contracción y truncamiento, y siempre se cierran con un punto, o barra inclinada en casos muy concretos. Pueden ser personales o convencionales, estas últimas son las reconocidas y empleadas comúnmente por lo usuarios de una lengua.
Entre las restricciones de uso de las abreviaturas convencionales están: que no pueden aparecer en cualquier punto de un texto, solo en contextos muy determinados como listas, fórmulas de tratamiento, saludo o despedida, y referencias o indicaciones escuetas de muy diversa índole; solo se usan antecediendo al nombre propio y nunca cuando forman parte de una denominación no referida a persona, como sucede en algunos topónimos. (Depto. Lingüística, ILL)
Ernesto preguntó:
Se recomienda el uso de la minúscula inicial en la escritura de las titulaciones académicas, por ejemplo: licenciado Rodolfo Argueta. Sobre el uso de la mayúscula en la escritura de las fórmulas de tratamiento señala la Ortografía de la lengua española (RAE y ASALE, 2010: 469-470): Las fórmulas de tratamiento son apelativos empleados para dirigirse o referirse a una persona, bien por mera cortesía, bien en función de su cargo, dignidad, jerarquía o titulación académica: usted, excelencia, majestad, monseñor, licenciado. Aunque en el pasado se han escrito habitualmente con mayúscula inicial por motivos de respeto, práctica que aún pervive en documentos oficiales y textos administrativos, todos ellos son adjetivos o nombres comunes, por lo que no hay razón lingüística para escribirlos con mayúscula. Así pues, deben hoy escribirse con minúscula inicial todos los tratamientos, tanto los que preceden siempre al nombre propio: don, doña, fray, sor, santo/ta, etc.; como los que pueden utilizarse sin él: usted, señor/ra, doctor/ra, licenciado/da, etc. La escritura con mayúscula inicial solo es obligatoria en las abreviaturas de los tratamientos, que han quedado fosilizadas en esa forma: Dra., Lic., Ilmo., Sr., Ud. (Depto. Lingüística, ILL)