amele AKPODO preguntó:
-Letra b, letra v, v, b No existe en el español diferencia en la pronunciación de las letras b y v. Al respecto señala el Diccionario Panhispánico de Dudas (2005): Las dos representan hoy el sonido bilabial sonoro /b/. La ortografía española mantuvo por tradición ambas letras, que en latín representaban sonidos distintos. En el español medieval hay abundantes muestras de confusión entre una y otra grafía, prueba de su confluencia progresiva en la representación indistinta del mismo sonido, confluencia que era ya general en el siglo XVI. La pronunciación de la v como labiodental no ha existido nunca en español, y solo se da de forma espontánea en hablantes valencianos o mallorquines y en los de algunas zonas del sur de Cataluña, cuando hablan castellano, por influencia de su lengua regional. También se da espontáneamente en algunos puntos de América por influjo de las lenguas amerindias. En el resto de los casos, es un error que cometen algunas personas por un equivocado prurito de corrección, basado en recomendaciones del pasado, pues aunque la Academia reconoció ya desde el Diccionario de Autoridades (1726-1739) que «los españoles no hacemos distinción en la pronunciación de estas dos letras», varias ediciones de la Ortografía y de la Gramática académicas de los siglos XVIII, XIX y principios del XX describieron, e incluso recomendaron, la pronunciación de la v como labiodental. Se creyó entonces conveniente distinguirla de la b, como ocurría en varias de las grandes lenguas europeas, entre ellas el francés y el inglés, de tan notable influjo en esas épocas; pero ya desde la Gramática de 1911 la Academia dejó de recomendar explícitamente esta distinción. En resumen, la pronunciación correcta de la letra v en español es idéntica a la de la b, por lo que no existe oralmente ninguna diferencia en nuestro idioma entre palabras como baca y vaca, bello y vello, acerbo y acervo. (Depto. Lingüística, ILL)
Rosa Elena preguntó:
Sobre el uso de las letras b y v señala la Ortografía de la lengua española (2010) que responde casi siempre a criterios etimológicos. No obstante, ofrece algunas notas orientadoras que ayudan a seleccionar el grafema correcto en ciertos grupos de palabras:
Uso de la letra b 1.Según criterios posicionales o secuenciales - Cuando precede a otra consonante: abnegación, absolver, objeto. Las únicas excepciones son las palabras ovni, grivna ('moneda de Ucrania') y algunos topónimos o antropónimos de origen foráneo. - En posición final de palabra: baobab, club, esnob. Son excepción los extranjerismos de procedencia eslava molotov y lev ('moneda de Bulgaria'), así como las transcripciones al alfabeto latino de ciertos topónimos y antropónimos eslavos como Kiev, Romanov. - Después de la sílaba tur: disturbio, enturbiar, perturbación. - Después de las sílabas iniciales ha-, he-, hi-, hu-: habano, hebilla, hibernar, hubo. Excepción: hevea ('árbol productor del caucho') y sus derivados. - Después de las sílabas iniciales ra-, ri-, ro- y ru-: rábano, ribete, robusto, rubí. Excepciones: raviol, ravioli o raviole, rival y sus derivados rivalidad y rivalizar, rivera ('arroyo o río pequeño') y algunos topónimos y sus gentilicios: Rivas, rivense. Se escriben con la letra b la mayoría de las palabras que empiezan por las secuencias siguientes: - abo- y abu-: abocar(se) ('encaminar(se)', 'dedicar(se) a algo', desembocar o ir a parar'), abolengo, abuelo, aburrido. Excepciones: avocar (dicho de una autoridad, 'reclamar para sí una cuestión que compete resolver a otra inferior'), avoceta, avulsión y avutarda. Son también excepciones los derivados de palabras que se escriben con v, como avolcanado (de volcán), avorazarse (de voraz) o avulgarar (de vulgar). - alb- y arb-: alba, albergue, árbitro, árbol. Excepciones: Álvarez, Álvaro, alveólo o alveolo, alvino ('del bajo vientre'), alverja o arveja (y sus derivados) y arvense. - bu-, bur- y bus-: bucanero, búfalo, búho, burbuja, busto. Excepción: vudú y sus derivados. También se escriben con b las palabras que presentan las terminaciones siguientes: -bilidad: amabilidad, debilidad, posibilidad: Excepciones: civilidad y movilidad, y sus derivados. - Verbos terminados en -bir: concebir, escribir, recibir. Excepciones: hervir, servir, vivir, y sus compuestos y derivados (malvivir, sobrevivir, etc.) - Verbos terminados en -buir: atribuir, contribuir, distribuir. -bundo o -bunda: abunda, furibundo, meditabundo. 2-Según criterios morfológicos - Las terminaciones -aba, -abas, -ábamos, -abais, -aban del pretérito imperfecto (o copretérito) de indicativo de los verbos de la primera conjugación: amabas, bajabas, cantábamos. Y también las formas de este mismo tiempo del verbo ir: iba, ibas, íbamos. - Las palabras que contiene los siguientes prefijos o elementos compositivos: - bi-, bis-, biz- ('dos' o 'dos veces'): bianual, bisnieto o biznieto, bizcocho o biscocho; - bibli(o)- ('libro'): biblia, bibliófilo, biblioteca; - bio-, -bio ('vida'): biodoversidad, microbio; - sub- ('bajo o debajo de'; denota inferioridad de posición o categoría, atenuación o disminución): subacuático, subempleo, suburbano. También se escriben con b: - Las palabras compuestas cuyo primer elemento es bien o que comienzan con su forma latina ben(e)-: bienaventurado, benevolente. - Las palabras compuestas cuyo último elemento es fobia ('aversión o temor a algo') y las que incluyen el elemento compositivo -fobo/a ('que siente aversión o temor'): agorafobia, claustrofobia, homófono. 3- Según criterios léxicos - Los verbos beber, caber, deber, haber, saber, y sorber, y sus derivados. - Las voces en cuya familia léxica hay palabras que, en lugar de b, presenta la p etimológica latina: abeja (apicultura); cabello, cabellera, descabellado (capilar); sabio, sabiduría (sapiencia).
Uso de la letra v 1- Según criterios posicionales o secuenciales: - Detrás de la secuencia ol: disolver, olvidar, polvo. - Detrás de los grafemas consonánticos d y b: adverbio, inadvertido, obvio, subvención. Son excepción las voces en las que el prefijo sub- se antepone a una palabra que empieza por b y que mantienen las dos consonantes iguales sin reducción: subbética, subbloque, subboreal. - Detrás de la sílaba cla: clave, clavel, enclave. Quedan fuera de esta generalización los derivados en -ble y -bilidad de verbos terminados en -clar: anclable (de anclar), reciclable (de reciclar), mezclable (de mezclar). - Tras la sílaba inicial di-: divagación, divorcio, divulgar. Excepciones: dibujo y sus derivados, y las voces en las que el prefijo di- se antepone a una palabra que empieza por b, como dibranquial. - Tras las sílabas iniciales lla-, lle-, llo-, y llu-: llave, llevar, llover, lluvia. - Tras las sílabas iniciales pri- y pro-: privado, privilegio, provecho, provisional. Excepciones: probar, probeta, problema, probo y probóscide, y sus respectivos derivados, además de las voces formadas por el prefijo pro- y una palabra que empiece por b, como prebélico y probritánico. Se escriben asimismo con v la mayoría de las voces que presentan las siguientes secuencias iniciales o finales: - Las palabras que empiezan por eva-, eve-, evi-, y evo-: evacuar, evento, evidente, evocar. Excepciones: ébano (y sus derivados ebanista y ebanistería), ebionita, ebonita y eborario. - Los adjetivos de acentuación llana terminados en -avo/a, -ave, -evo/a, -eve, -ivo/a: esclavo, suave, longevo, leve, activo. Excepciones: suabo -ba y guajibo -ba. 2- Según criterios morfológicos - Todas las formas verbales que contienen ese fonema, a excepción de las del pretérito imperfecto (o copretérito) de indicativo, y corresponden a verbos cuyo infinitivo carece de él (esto es, andar, estar, tener e ir, y sus correspondientes derivados): anduviste, estuvieron, tuviera, vaya, pero: andaba, estábamos, iban. Las palabras que comienzan por los siguientes prefijos o elementos compositivos: - vice-, viz- o vi- ('en vez de' o 'que hace las veces de'): vicealmirante, vizconde, virrey; - video- (en voces relacionadas con la televisión o el video o vídeo): videocámara, videoconferencia, videojuego. Las palabras que terminan en los siguientes elementos compositivos: -voro/a ('que se alimenta de'): carnívoro, herbívoro, insectívora; -valencia y -valente (de valer): ambivalencia, ambivalente, equivalencia, equivalente, polivalencia, polivalente. 3- Según criterios léxicos - Los verbos mover, valer, ver, venir y volar, sus derivados y todas las voces pertenecientes a sus respectivas familias léxicas: muevo, movimiento, valgo, valioso, vería, vidente, prever, vuelo, volante. (Depto. Lingüística, ILL)
Rolando preguntó:
La h es la novena letra del abecedario español, y octava del orden latino internacional. Su nombre es hache. En la lengua general no representa sonido alguno. Suele aspirarse en la dicción de algunas zonas españolas y americanas y en determinadas voces de origen extranjero (Diccionario de la lengua española, RAE, 2001). Según la Ortografía de la lengua española (RAE y ASALE, 2010: 142-144) "a pesar de carecer de valor fónico en la mayoría de las palabras que conforman el léxico del español, la h se ha mantenido en nuestro sistema ortográfico por razones etimológicas o de uso tradicional consolidado". La mayoría de las haches que aparecen en las palabras españolas se deben a la presencia de esta letra en su étimo latino, ej. hábil
Rolando preguntó:
Sobre la letra h señala la Ortografía de la lengua española (RAE y ASALE, 2010:142-145) que a pesar de carecer de valor fónico en la mayoría de las palabras que conforman el léxico del español, se ha mantenido en nuestro sistema ortográfico por razones etimológicas o de uso tradicional consolidado. La h representaba originariamente en latín un fonema aspirado pronto desaparecido, aunque siguió manteniendo su reflejo en la escritura. Así, la mayoría de las haches que aparecen en palabras españolas se debe a la presencia de esta letra en su étimo latino (aunque en el propio latín la h no representara ya sonido alguno desde comienzos de la época imperial): anhelar (del lat. anhelare), exhibir (del lat. exhibere). Otro numeroso grupo de haches en español se debe a la conservación en la escritura de la h- procedente de la antigua aspiración de la f- inicial latina ante vocal, característica del español medieval: hacer (del lat. facere), harina (del lat. farina). Destaca también la Ortografía que hay unos cuantos casos de haches antietimológicas en voces procedentes del latín, cuyo étimo en esa lengua no contiene ni h- ni f-, como ocurre en henchir (del lat. implere), hinchar (del lat. inflare) o hallar (del esp. med. fallar, procedente a su vez del lat. afflare). Entre ellas cabe citar las que provienen de voces latinas con g- inicial, como helar (del lat. gelare), hermano (del lat. germanus), hielo (del lat. gelu) o hinojo “rodilla” (del lat. genuculum). Tienen también justificación etimológica las haches iniciales que aparecen en voces tomadas del griego o formadas con raíces o elementos compositivos de origen griego, como hemi-, hidro-, hiper-, etc., en las que la h- transcribe el llamado espíritu áspero, signo ortográfico que, en forma de coma abierta hacia la derecha, se escribe en griego sobre vocales iniciales para indicar su pronunciación aspirada en esa lengua, aunque en español esta h- siempre es muda. También son antietimológicas las numerosas haches presentes en préstamos de diverso origen —sobre todo el árabe, pero también de otras muchas lenguas— que contienen esta letra en su grafía originaria o en su transcripción al alfabeto latino. En la mayoría de los casos estas haches suelen representar sonidos aspirados en la lengua de origen. Otro grupo de haches del español responde a razones histórico-gráficas consolidadas por el uso, y no a razones etimológicas. Se trata de la h que se escribe, salvo en contadas excepciones, delante de los diptongos /ua/, /ue/, /ui/: huelga, huir, deshuesar, parihuela. (Depto. Lingüística, ILL)
Ana María González Pancorbo preguntó:
Es correcto el uso de la mayúscula en 'Se incumple lo establecido en la resolución No.60 de la Contraloría General' porque en este ejemplo Contraloría General es el nombre propio que designa una institución.
También el término contraloría (americanismo) puede usarse como un sustantivo común referido en sentido general al "órgano encargado de examinar la legalidad y corrección de los cargos público" (Diccionario de la Lengua Española (RAE, 2001); en este caso debe escribirse con minúscula: ej. Señaló que establecerá una contraloría independiente dotada de autonomía para terminar con el flagelo y transparentar los procesos de...; en cada juicio, el tribunal podrá apoyarse en organizaciones de las comunidades para que realicen contraloría social en estos procesos. (Depto. Lingüística, ILL )
Elaine PUPO preguntó:
La Ortografía de la lengua española (2010) establece que el abecedario del español está hoy formado por veintisiete letras (a, b, c, d, e, f, g, h, i, j, k, l, m, n, ñ, o, p, q, r, s, t, u, v, w, x, y, z), entre las cuales se encuentra la R, r [erre]. Además existen dígrafos o combinaciones de dos letras entre los que podemos encontrar el dígrafo rr que representa el fonema /rr/ en posición intervocálica como por ejemplo en las voces arroz, tierra, barrio, susurro. Este sonido doble /rr/ se representa gráficamente con r simple en posición inicial de palabra o detrás de consonante con la que no forma sílaba como en los siguientes ejemplos: rama, alrededor, enredo.
Ahora bien, dicha Ortografía de 2010 sí anuncia como una de sus novedades la exclusión definitiva del abecedario de los signos ch y ll, ya que, en realidad, no son letras, sino dígrafos, esto es, conjuntos de dos letras o grafemas que representan un solo fonema. La eliminación de los dígrafos ch y ll del inventario de letras del abecedario no supone, en modo alguno, que desaparezcan del sistema gráfico del español. Estos signos dobles seguirán utilizándose como hasta ahora en la escritura de las palabras españolas: el dígrafo ch en representación del fonema /ch/ (chico [chíko]) y el dígrafo ll en representación del fonema /ll/ o, para hablantes yeístas, del fonema /y/ (calle [kálle, káye]).
La novedad consiste, simplemente, en que dejan de contarse entre las letras del abecedario. Al tratarse de combinaciones de dos letras, las palabras que comienzan por estos dígrafos o que los contienen no se alfabetizan aparte, sino en los lugares que les corresponden dentro de la c y de la l, respectivamente. (Depto. Lingüística, ILL)
Joaquín Machado de Armas preguntó:
Sobre la escritura de la terminación -oso/a señala la Ortografía de la lengua española (RAE y ASALE, 2010: 130) que según criterios posicionales o secuenciales se escriben con la letra s los adjetivos terminados en -oso/a: afectuoso, delicioso, hermosa, pesarosa, resbaloso, verdosa. Excepción: mozo, -za. (Depto. Lingüística, = ILL)
Osvaldo Jiménez T preguntó:
La palabra revisar se escribe con la letra s. Señala la Ortografía de la lengua española (RAE y ASALE, 2010: 138) que el sufijo -izar, escrito con la letra z, forma, a partir de sustantivos y adjetivos, verbos que denotan acciones cuyo resultado implica el significado del sustantivo o adjetivo de base: alfabetizar de alfabeto, aterrizar de tierra, impermeabilizar de impermeable, tranquilizar de tranquilo, vocalizar de vocal. Mientras que, los verbos terminados en -isar, muchos de ellos derivados de palabras cuya última sílaba contienen la letra s, no están formados con ningún sufijo. (Depto. de Lingüística, ILL)
amele AKPODO preguntó:
-Letra b, letra v, v, b No existe en el español diferencia en la pronunciación de las letras b y v. Al respecto señala el Diccionario Panhispánico de Dudas (2005): Las dos representan hoy el sonido bilabial sonoro /b/. La ortografía española mantuvo por tradición ambas letras, que en latín representaban sonidos distintos. En el español medieval hay abundantes muestras de confusión entre una y otra grafía, prueba de su confluencia progresiva en la representación indistinta del mismo sonido, confluencia que era ya general en el siglo XVI. La pronunciación de la v como labiodental no ha existido nunca en español, y solo se da de forma espontánea en hablantes valencianos o mallorquines y en los de algunas zonas del sur de Cataluña, cuando hablan castellano, por influencia de su lengua regional. También se da espontáneamente en algunos puntos de América por influjo de las lenguas amerindias. En el resto de los casos, es un error que cometen algunas personas por un equivocado prurito de corrección, basado en recomendaciones del pasado, pues aunque la Academia reconoció ya desde el Diccionario de Autoridades (1726-1739) que «los españoles no hacemos distinción en la pronunciación de estas dos letras», varias ediciones de la Ortografía y de la Gramática académicas de los siglos XVIII, XIX y principios del XX describieron, e incluso recomendaron, la pronunciación de la v como labiodental. Se creyó entonces conveniente distinguirla de la b, como ocurría en varias de las grandes lenguas europeas, entre ellas el francés y el inglés, de tan notable influjo en esas épocas; pero ya desde la Gramática de 1911 la Academia dejó de recomendar explícitamente esta distinción. En resumen, la pronunciación correcta de la letra v en español es idéntica a la de la b, por lo que no existe oralmente ninguna diferencia en nuestro idioma entre palabras como baca y vaca, bello y vello, acerbo y acervo. (Depto. Lingüística, ILL)
Rosa Elena preguntó:
Sobre el uso de las letras b y v señala la Ortografía de la lengua española (2010) que responde casi siempre a criterios etimológicos. No obstante, ofrece algunas notas orientadoras que ayudan a seleccionar el grafema correcto en ciertos grupos de palabras:
Uso de la letra b 1.Según criterios posicionales o secuenciales - Cuando precede a otra consonante: abnegación, absolver, objeto. Las únicas excepciones son las palabras ovni, grivna ('moneda de Ucrania') y algunos topónimos o antropónimos de origen foráneo. - En posición final de palabra: baobab, club, esnob. Son excepción los extranjerismos de procedencia eslava molotov y lev ('moneda de Bulgaria'), así como las transcripciones al alfabeto latino de ciertos topónimos y antropónimos eslavos como Kiev, Romanov. - Después de la sílaba tur: disturbio, enturbiar, perturbación. - Después de las sílabas iniciales ha-, he-, hi-, hu-: habano, hebilla, hibernar, hubo. Excepción: hevea ('árbol productor del caucho') y sus derivados. - Después de las sílabas iniciales ra-, ri-, ro- y ru-: rábano, ribete, robusto, rubí. Excepciones: raviol, ravioli o raviole, rival y sus derivados rivalidad y rivalizar, rivera ('arroyo o río pequeño') y algunos topónimos y sus gentilicios: Rivas, rivense. Se escriben con la letra b la mayoría de las palabras que empiezan por las secuencias siguientes: - abo- y abu-: abocar(se) ('encaminar(se)', 'dedicar(se) a algo', desembocar o ir a parar'), abolengo, abuelo, aburrido. Excepciones: avocar (dicho de una autoridad, 'reclamar para sí una cuestión que compete resolver a otra inferior'), avoceta, avulsión y avutarda. Son también excepciones los derivados de palabras que se escriben con v, como avolcanado (de volcán), avorazarse (de voraz) o avulgarar (de vulgar). - alb- y arb-: alba, albergue, árbitro, árbol. Excepciones: Álvarez, Álvaro, alveólo o alveolo, alvino ('del bajo vientre'), alverja o arveja (y sus derivados) y arvense. - bu-, bur- y bus-: bucanero, búfalo, búho, burbuja, busto. Excepción: vudú y sus derivados. También se escriben con b las palabras que presentan las terminaciones siguientes: -bilidad: amabilidad, debilidad, posibilidad: Excepciones: civilidad y movilidad, y sus derivados. - Verbos terminados en -bir: concebir, escribir, recibir. Excepciones: hervir, servir, vivir, y sus compuestos y derivados (malvivir, sobrevivir, etc.) - Verbos terminados en -buir: atribuir, contribuir, distribuir. -bundo o -bunda: abunda, furibundo, meditabundo. 2-Según criterios morfológicos - Las terminaciones -aba, -abas, -ábamos, -abais, -aban del pretérito imperfecto (o copretérito) de indicativo de los verbos de la primera conjugación: amabas, bajabas, cantábamos. Y también las formas de este mismo tiempo del verbo ir: iba, ibas, íbamos. - Las palabras que contiene los siguientes prefijos o elementos compositivos: - bi-, bis-, biz- ('dos' o 'dos veces'): bianual, bisnieto o biznieto, bizcocho o biscocho; - bibli(o)- ('libro'): biblia, bibliófilo, biblioteca; - bio-, -bio ('vida'): biodoversidad, microbio; - sub- ('bajo o debajo de'; denota inferioridad de posición o categoría, atenuación o disminución): subacuático, subempleo, suburbano. También se escriben con b: - Las palabras compuestas cuyo primer elemento es bien o que comienzan con su forma latina ben(e)-: bienaventurado, benevolente. - Las palabras compuestas cuyo último elemento es fobia ('aversión o temor a algo') y las que incluyen el elemento compositivo -fobo/a ('que siente aversión o temor'): agorafobia, claustrofobia, homófono. 3- Según criterios léxicos - Los verbos beber, caber, deber, haber, saber, y sorber, y sus derivados. - Las voces en cuya familia léxica hay palabras que, en lugar de b, presenta la p etimológica latina: abeja (apicultura); cabello, cabellera, descabellado (capilar); sabio, sabiduría (sapiencia).
Uso de la letra v 1- Según criterios posicionales o secuenciales: - Detrás de la secuencia ol: disolver, olvidar, polvo. - Detrás de los grafemas consonánticos d y b: adverbio, inadvertido, obvio, subvención. Son excepción las voces en las que el prefijo sub- se antepone a una palabra que empieza por b y que mantienen las dos consonantes iguales sin reducción: subbética, subbloque, subboreal. - Detrás de la sílaba cla: clave, clavel, enclave. Quedan fuera de esta generalización los derivados en -ble y -bilidad de verbos terminados en -clar: anclable (de anclar), reciclable (de reciclar), mezclable (de mezclar). - Tras la sílaba inicial di-: divagación, divorcio, divulgar. Excepciones: dibujo y sus derivados, y las voces en las que el prefijo di- se antepone a una palabra que empieza por b, como dibranquial. - Tras las sílabas iniciales lla-, lle-, llo-, y llu-: llave, llevar, llover, lluvia. - Tras las sílabas iniciales pri- y pro-: privado, privilegio, provecho, provisional. Excepciones: probar, probeta, problema, probo y probóscide, y sus respectivos derivados, además de las voces formadas por el prefijo pro- y una palabra que empiece por b, como prebélico y probritánico. Se escriben asimismo con v la mayoría de las voces que presentan las siguientes secuencias iniciales o finales: - Las palabras que empiezan por eva-, eve-, evi-, y evo-: evacuar, evento, evidente, evocar. Excepciones: ébano (y sus derivados ebanista y ebanistería), ebionita, ebonita y eborario. - Los adjetivos de acentuación llana terminados en -avo/a, -ave, -evo/a, -eve, -ivo/a: esclavo, suave, longevo, leve, activo. Excepciones: suabo -ba y guajibo -ba. 2- Según criterios morfológicos - Todas las formas verbales que contienen ese fonema, a excepción de las del pretérito imperfecto (o copretérito) de indicativo, y corresponden a verbos cuyo infinitivo carece de él (esto es, andar, estar, tener e ir, y sus correspondientes derivados): anduviste, estuvieron, tuviera, vaya, pero: andaba, estábamos, iban. Las palabras que comienzan por los siguientes prefijos o elementos compositivos: - vice-, viz- o vi- ('en vez de' o 'que hace las veces de'): vicealmirante, vizconde, virrey; - video- (en voces relacionadas con la televisión o el video o vídeo): videocámara, videoconferencia, videojuego. Las palabras que terminan en los siguientes elementos compositivos: -voro/a ('que se alimenta de'): carnívoro, herbívoro, insectívora; -valencia y -valente (de valer): ambivalencia, ambivalente, equivalencia, equivalente, polivalencia, polivalente. 3- Según criterios léxicos - Los verbos mover, valer, ver, venir y volar, sus derivados y todas las voces pertenecientes a sus respectivas familias léxicas: muevo, movimiento, valgo, valioso, vería, vidente, prever, vuelo, volante. (Depto. Lingüística, ILL)