La tecla del duende
Y es que la vida son momentos, ¿sabes? Ahora estoy aquí, mañana no lo sé
Un abrazo es verbo en esta situación, porque ninguna palabra es consuelo.
Cuando intercambiamos con alguna persona que nos revela su origen, y ese origen resulta para nosotros desconocido, preguntamos: ¿de dónde? Este hábito, que a veces resulta molesto e intimidante para quien se nos presenta, no se propicia en nuestra columna