Con tantas carencias, la mesa familiar es un rompecabezas con muchas fichas ausentes, incluidas las del mamífero nacional y otros condumios. Y cualquier bocado suplementario puede obrar la suma en muchos sentidos.
La Revolución cumple 65 años y yo con ella, aunque con una diferencia a su favor: mientras yo envejezco inexorablemente por ley de la vida, justo en el año ideal para que me jubile ella podría estarse renovando de nuevo. Así sea.
Dice el profesor mexicano Alfredo Jalife-Rahme Barrios, uno de los más importantes analistas de temas internacionales en América Latina, que la política es algo muy parecido a una orquesta sinfónica. La comparación aparece en una serie de analogías muy sencillas, pero demasiado contundentes.
Más que levantar copas acristaladas, prefiero afincar los pies en el suelo amado y reafirmarme en la lucha por la vida y por esa condición salvadora que llamamos esperanza.
Al concluir 2023, nadie puede decir que ha sido fácil. Todos hemos perdido algo. Algunos, besos o abrazos; otros, instantes de intimidad, sonrisas o apretones de manos. Hay quien perdió la tranquilidad y el sosiego, la salud o la paz, y otros —diría yo que los más desdichados— perdieron la vida. Ahí sí no hay consuelo, salvo el tiempo.
En un mundo cada vez más globalizado y con una economía en constante cambio, es esencial que los gobiernos locales implementen políticas que regulen y supervisen el mercado para proteger a los consumidores, tal y como se propone en el Estado cubano para el 2024.
Toda generación tiene ante sí los retos de su época. Pueden ser políticos, económicos, militares, culturales, ambientales, epidemiológicos, entre otros. Muchas veces, los retos coinciden o se multiplican, según las circunstancias. A veces se mezclan y parecen insuperables, inmensos, aplastantes. En todo caso, vencer las adversidades depende fundamentalmente de la acción del hombre, de su capacidad creadora, voluntad, optimismo y fe en el futuro. Los nacidos en esta Isla parecen genéticamente herederos de quijotes, dispuestos siempre a luchar contra tempestades y a buscar sin descanso el futuro de paz y desarrollo en que no cejan de soñar.
¿Cuáles son las esencias de la Revolución? ¿Cuáles sus desafíos? ¿Cómo sostener un proyecto social con todos y para el bien de todos en medio de un contexto económico y político complejo? ¿Será 2024 un mejor año?
Cuando tiempo después se mire hacia atrás, cuando se revisen los datos de este año que se fue y se despierten los recuerdos, habrá que pensar en cuál de los jinetes del Apocalipsis no pasó por Cuba a todo galope.
Fue por más de 400 años un sueño de jóvenes en su mayoría. Sí, porque los de más edad suelen aplatanarse, resignados o adaptados, dejando los cambios en manos de quienes tienen ya mucho por vivir, en manos de esos que no piensan tanto y se lanzan en cualquier empresa por imposible que parezca.