Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Opinión

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Cuando yo era niño aún se veían viejos mambises por las calles, algunos con medallas en sus pechos. Eran combatientes del Ejército Libertador, ya muy mayores, que llevaban con dignidad el único premio a sus sacrificios; ancianos que la gente miraba con respeto. Se hablaba bajo en sus presencias venerables.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Valoro altamente a Josefina, una de mis compañeras de trabajo. Su vida no ha sido fácil. Ha sabido sobrellevar los pesares convirtiéndolos en experiencia. Amable sin servilismo, tiene un arraigado sentido de su dignidad personal. Oriunda de La Habana Vieja, donde permanece, me contaba hace poco algunos recuerdos de infancia. En el callejón del Chorro, conoció la pobreza. Para ir a la escuela, tenía que cruzar la Plaza de la Catedral, frecuentada ya entonces por algunos turistas. Sucedía en ocasiones que algunos tiraban monedas al suelo para contemplar el espectáculo de los chiquillos recogiendo centavos del piso. La abuela de Josefina aleccionaba a los nietos para que rechazaran la humillación y mantuvieran, ante todo, su dignidad personal.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Algún día alguien escribirá la vetusta y linda historia del estadio Ramón González Coro, de las Minas de Matahambre. Por allí pasaron luminarias de varias épocas. Quien conozca el pueblo, sabe que no hay otro lugar, ni siquiera en los alrededores, donde hubiera podido construirse. La naturaleza fue sabia con ese espacio.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

«Mamá, bota piso», decía al sacar el último sorbeto del estuche un pequeño de aproximadamente tres añitos, a quien su madre lo llevaba en brazos mientras esperaban la guagua para llegar al círculo infantil.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

En la billetera, en el bolso, en el bolsillo, en la mochila... Y usted que me lee sugerirá otros lugares en los que, hombres y mujeres, muchachas y muchachos, pueden guardar el condón. Claro, si comprenden que con él no se obstaculiza el placer y son conscientes de su efectividad para evitar un embarazo y la transmisión de infecciones de transmisión sexual (ITS).

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Se han ganado muy mala fama. Aunque son herramientas imprescindibles en la organización de las labores, su esencia muchas veces se resquebraja aparejada al formalismo y la repetición. Entre nosotros, algunas reuniones, más allá de establecer pautas, se convierten en el trabajo en sí.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

En medio del sol de la mañana, la mujer se veía alta y con pelo oscuro, que brillaba recogido en un moño. Cualquiera diría que ella era una invitación a convertir los segundos en horas, a no ser por ese detalle que el amigo señaló: «Mira aquello».

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

El hurón azul es la casita de madera que Carlos Enríquez construyó en lo que entonces eran las afueras de La Habana para vivir, trabajar y recibir a sus amistades. Con el andar del tiempo, se ha edificado una mitología en torno a los almuerzos dominicales en el hogar del pintor. Sin dudas, corría el alcohol entre los aficionados a la bebida, que no eran todos los concurrentes. Muchos acudían para disfrutar de las tertulias. El espacio abierto que rodeaba la casa favorecía el diálogo entre los grupos más afines.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Grandes como planetas se me pusieron los ojos aquella mañana de julio de 1997. Tenía solo seis años, pero no olvido que, junto a otros pioneros ubicados a lo largo de la Carretera Central y buscando tal vez su sonrisa bajo la boina, vi pasar en una cajita negra, con una bandera cubana encima, los restos del Che.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

El hombre se sitúa justo donde la mirada resulta más indiscreta. Parece como si el lugar fuese perfecto con tal de alentar los placeres masculinos que hacen saltar las portañuelas. Ella fija en él una mirada de fuego, mientras piensa en el niño, en su llanto hambriento y en que ojalá se pudra el individuo que no deja de mirarle la parte del seno que queda al descubierto mientras ella, en un banco del hospital y a la espera de unos análisis de sangre, amamanta al bebé.