Claudia Sheinbaum ha hallado el edificio de la IV Transformación erigido sobre bases sólidas hasta un primer piso. Pero ello no restará esfuerzos para cumplir su compromiso de levantar la segunda planta.
La furia de la naturaleza «encarnada» esta vez en Rafael, un huracán de categoría 3 al tocar tierra, cambió en un santiamén la vida y el andar de la gente de la provincia de Artemisa, la más afectada por el fenómeno meteorológico. Gente noble, laboriosa, apegada a su pedazo de país y de patria, todavía no sale del asombro, y no es para menos.
Quién puede dudar de la capacidad resiliente del pueblo cubano cuando vemos que ante el desastre se levanta con más fuerza un huracán de solidaridad y amor. Ello lo hemos visto nuevamente desde las primeras horas, luego del paso de Rafael por la geografía artemiseña, a donde llegan muchas manos amigas para transformar la adversidad en esperanza.
Regresa la electricidad a mi barrio del Cerro, en La Habana, y con ella la conexión a internet y a las redes, y hasta una sensación de regreso a la vida. Una vida que siempre nos parece incompleta en este país donde muchos sentimos que no basta con rescatar la vida nuestra, sino la de todos los que ahora sobreviven tras el surco siniestro del huracán Rafael.
Cuba ha vivido la crisis energética de mayor calado que se recuerde. El viernes 18 de octubre todo el país se quedó a oscuras y los cortes se mantenían, aunque más de 60 por ciento de los cubanos venían soportando desde hace varias semanas apagones de más de 14 horas e interrupciones en servicios esenciales, desde el suministro de agua potable hasta la comunicación y la salud pública.
Para que no me tilden de «politiquero barato», yo también he recordado por estos días a todos los dioses y hasta a la progenitora de mis días cada vez que llegan los «benditos apagones» y veo como, poco a poco, los no muchos alimentos que guardo en el refrigerador pierden sus colores y también, lo más jodido, varían sus olores.
El de Washington es un poder tan prepotente, que parece dejarlo ciego y sordo.
Ha sido una crónica del semanario puertorriqueño Claridad la que me ha ayudado a hallar el término justo: «Si los resultados de las próximas elecciones, por fin, favorecen un cambio de verdad será, ciertamente, un primer paso de reconstrucción».
La situación actual en Medio Oriente, marcada por la escalada de bombardeos y conflictos provocados por Israel con la complicidad de EE. UU., ahora extendidos más allá de Palestina, plantea un sombrío panorama tanto para la región como para el planeta en su conjunto. Los enfrentamientos, que parecen perpetuarse sin un fin a la vista, no solo afectan a los países involucrados (agresores y agredidos), sino que tienen repercusiones globales que afectan a todos los habitantes del orbe.
Tuve la dicha inmensa de asistir, como parte del ávido público que siempre añora rememorar o aprender, al panel Alejo Carpentier y la escena, realizado en el Teatro Nacional de Cuba como parte de la Jornada de la Cultura Cubana. ¡Qué privilegio!