Representantes de una decena de países coincidieron durante dos jornadas en el taller Los medios alternativos y las redes sociales: nuevos escenarios de la comunicación política en el ámbito digital, organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores
Karen Wald acaba de llegar a La Habana «con un entusiasmo que no puede describir» desde los campamentos del movimiento Occupy Wall Street en Oakland, California. Ysmael Serrano, joven venezolano, refiere que «a menos de un mes de la creación de su cuenta en Twitter, el presidente Hugo Chávez tenía 400 000 seguidores». Para la periodista y profesora cubana Milena Recio, «es tiempo de revitalizar la política, de incitar al otro a que participe tanto como nos gustaría participar a nosotros».
Con estas y otras propuestas, representantes de una decena de países coincidieron durante dos jornadas en el taller Los medios alternativos y las redes sociales: nuevos escenarios de la comunicación política en el ámbito digital, organizado por el Ministerio cubano de Relaciones Exteriores (MINREX) durante los días 29 y 30 de noviembre.
Hasta marzo de 2011, según el sitio Internet World Stats, la red contaba con más de 2 000 millones de usuarios, concentrados fundamentalmente en Europa, Asia y América del Norte. Para 2025 se prevé que el principal acceso a Internet provenga de dispositivos móviles e inalámbricos, lo cual reduce considerablemente los costos de instalación.
En este contexto, la integración coherente de las nuevas tecnologías en todos los ámbitos de la sociedad y especialmente en la política, constituye un punto importante en la agenda de los países con proyectos sociales anticapitalistas y libertarios. No obstante, «las tecnologías por sí mismas no garantizan el éxito», considera Serrano, «sino el uso y la apropiación que hace la ciudadanía de estas».
La brecha digital incluye las diferencias económicas y sociales entre comunidades en relación con el acceso y el uso de las tecnologías, así como la posibilidad de recuperación de contenidos de calidad por parte de los usuarios. En este sentido, la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información, celebrada en 2003 en Ginebra, estimuló «la aplicación de estrategias nacionales para poner el potencial del conocimiento y las nuevas tecnologías al servicio del desarrollo».
Sin embargo, la cita de 2005 en Túnez reconoció que «la magnitud del problema vinculado al cierre de la brecha digital necesitará durante muchos años inversiones adecuadas y duraderas en la infraestructura y los servicios de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), así como en el fomento de capacidades y la transferencia de tecnologías».
En este sentido, el taller sobre medios alternativos y redes sociales abogó por la toma de acuerdos a pesar del reconocimiento de las limitaciones actuales. «¿Qué vamos a hacer a pesar de la brecha?», fue una de las interrogantes más discutidas durante el taller.
Las experiencias desde Nicaragua señalan la importancia de romper los monopolios de los medios de comunicación para la inclusión de las clases sociales más desfavorecidas en la vida política del país. «Los obreros en Nicaragua están preocupados por tomar parte de las transformaciones sociales y políticas, brindando sus opiniones mediante las nuevas tecnologías», apuntó un comunicador de esta nación.
Otro eje temático enfatizó en la necesidad de que la brecha digital y las diferencias tecnológicas no se conviertan en nuevas formas de colonización de los países más desfavorecidos. «Es imprescindible crear conexiones entre naciones emergentes que puedan generar alternativas tecnológicas», enfatizó el periodista español Carlos Carnicero.
«En un escenario como el que vivimos se hace impostergable pensar los medios alternativos y las redes sociales como espacios nuevos de la comunicación política», señaló Anidelys Rodríguez, profesora de la Universidad de La Habana. El taller, calificado de «necesario» por la bloguera cubana Sandra Álvarez, deberá contribuir además a aumentar los espacios de discusión sobre estas temáticas.
Para ello, resulta imprescindible sumar a los actores del ámbito tecnológico. «Ambos actores —comunicadores y desarrolladores—, deberán trabajar de forma conjunta para lograr contenidos y servicios de calidad sobre plataformas propias», apuntó el especialista en Ciencias de la Computación Yudivián Almeida desde su cuenta en Twitter.
Las redes sociales tienen su más reciente referencia en el ámbito político a partir de la difusión de las convocatorias del movimiento Indignado español, las revoluciones en Egipto y Túnez y el grupo Occupy Wall Street que se ha extendido por Estados Unidos, entre otros casos que fueron ampliamente debatidos en las sesiones del taller.
Para Karen Wald, participante también en las protestas contra la guerra en Vietnam en la década del 60, «las redes sociales han potenciado la unión de varios sectores, la creación de espacios de debate, bibliotecas, escuelas en cada campamento de los indignados estadounidenses».
Este nuevo escenario internacional para la comunicación política implica, según Anidelys Rodríguez, la necesidad de «apropiarse de forma creativa de las herramientas digitales y, sobre todo, asumir con responsabilidad el diálogo con la ciudadanía a través de estos canales».
«Lo verdaderamente revolucionario» de estos movimientos, asegura Wald, está en «la ausencia de micrófonos». «Ocuppy Wall Street es el resultado de millones de micrófonos humanos», concluye.