Se trata de una madeja de sucesos bien explotada por algunos titulares, y tras los cuales no sería fantasmagórico vislumbrar el deseo de enredar la situación, justo cuando Bolivia está en la coyuntura decisiva que marca la Asamblea Constituyente.
Hace varios años, en otro de esos estíos asfixiantes y nerviosos, una colega hiló párrafos de asombro en estas páginas, cuyo título pudo haber sido «Cerrado por vacaciones».
La empresaria española de la película había llegado a Cuba en busca de esos músicos geniales que aquí se dan como el marabú, pero que no gozan del favor de la difusión radial y televisiva. Y claro, esperaba que estos, por tal de tener el «privilegio» de ser promocionados en Europa y Estados Unidos (con cientos de copias discográficas de respaldo), se colocaran de espaldas y enjabonados.
El reciente hallazgo de detonadores y explosivos en bultos que Estados Unidos introdujo subrepticiamente en Venezuela, violentando la ley, puede ser la noticia más escandalosa de las muchas que respaldan a Caracas en sus denuncias sobre los planes provocadores y agresivos del imperio.
Un lector cariñoso me pregunta por qué me animé con una nota sobre Julio Cortázar, la pasada semana. Lo único que se me ocurre responder es que en estos meses de vacaciones, sin muchas noticias y con tanto calor, la literatura es el puerto más seguro para pasarlo bien, estés donde estés, con la ventaja de que un buen libro no acaba jamás allí donde termina: es un mundo en expansión.
A la hora de reflejar la conferencia de prensa que escoltó su estreno, prometimos un comentario más «de fondo» sobre El Benny, la película. Ahora que ya alcanzó un galardón en el primer festival internacional donde participara (Locarno), que este cronista la ha visto cuatro o cinco veces en los más diversos entornos, y que se ha transformado en una de las películas más populares y comentadas del año, ha llegado el momento de adentrarnos en otras consideraciones, una vez que buena parte de los espectadores cubanos, e incluso de los críticos, han formulado sus criterios.
La historia humana sería una cosa demasiado estúpida sin el espíritu que los impotentes han introducido en ella [...], nos dice Nietzsche desde su controversial filosofía.
«Sin exagerar el peligro», Raúl Castro advirtió sobre la posibilidad cierta de una agresión militar contra Cuba y pidió a la comunidad internacional que exija a Washington el destape de un «anexo secreto» que complementa el plan de George W. Bush para la «transición a la democracia» en la isla. Según Raúl Castro, no revelan el contenido de ese anexo «porque es ilegal». Fiel a su costumbre de «no comparecer con frecuencia en público, salvo en los momentos en que se requiera», el dirigente que debió asumir transitoriamente la conducción del estado cubano reveló al diario Gramma que en la madrugada del 1ro. de agosto, «dando cumplimiento a los planes aprobados y firmados desde el 13 de enero del 2005 por el compañero Fidel y después de hacer las consultas establecidas, decidí elevar de manera sustancial nuestra capacidad y disposición combativas, mediante el cumplimiento de las medidas previstas, entre ellas la movilización de varias decenas de miles de reservistas y milicianos». «No podíamos —subrayó Raúl— descartar el peligro de que alguien se volviera loco, o más loco todavía, dentro del gobierno norteamericano». El hombre que ha conducido durante décadas las Fuerzas Armadas Revolucionarias piensa que el plan intervencionista que Washington denomina «transición» no puede llevarse a cabo sin agresión militar.
En tiempos de la guerra fría decir «¡Vienen los rusos!», equivalía para los norteamericanos a un «¡Ahí viene el coco!». Hoy la cortina de hierro es chatarra, pero los fantasmas siguen asustando a millones por ahí.
Se simplifican los costos de la guerra en Iraq. ¡Cuidado!, no se trata de que disminuya el presupuesto así malgastado, sino que el National Priorities Project (NPP-Proyecto de Prioridades Nacionales) llevó su cálculo de cuánto el conflicto bélico está afectando el bolsillo de los estadounidenses hasta lo que aporta cada persona y llegó a esta cifra: 1 075 dólares.