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Un puente para la creación entre Cuba e Italia

Teatro, música, cine, artes visuales, performance; de la mano de talleres, seminarios, exposiciones, conciertos, son apenas un botón de muestra de lo que se presentará durante la 26ta. Semana de la Cultura Italiana en la Mayor de las Antillas, que comenzó este lunes

Autor:

Cecilia Meredith Jiménez

La presencia italiana en Cuba se remonta al siglo XV, cuando los primeros navegantes genoveses descubrieron la isla. Muchos años más tarde, en el siglo XVI, esta impronta se hizo más notoria y ha perdurado hasta nuestros días. De ello dan fe el Castillo de los Tres Reyes del Morro y el de La Punta, emblemáticas fortificaciones construidas por arquitectos e ingenieros militares provenientes de Italia, como (Juan) Bautista Antonelli.

Asimismo, Antonio Meucci, el inventor del teléfono, trabajó en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso (otrora Teatro Tacón). Y se cuenta que el propio Giuseppe Garibaldi pasó algunos días en Cuba. También mambises italianos participaron en las guerras de independencia, y algunos llegaron a ser muy conocidos, como Francesco Federico Falco y Orestes Ferrara, quien ocupó importantes cargos en el país.

En la historia más reciente encontramos, por ejemplo, que el barrio Pogolotti, enclavado en el habanero municipio de Marianao, fue desarrollado por el constructor italiano Dino Pogolotti; mientras que a los arquitectos Roberto Gottardi y Vittorio Garatti (de conjunto con el cubano Ricardo Porro) les debemos las escuelas nacionales de arte.

Aunque en Cuba ha sido menos numerosa que en otros países de América Latina, en los cuales ha habido más inmigración italiana, como Argentina o Brasil, esta presencia es muy significativa. Ello es una de las razones para celebrar cada año la Semana de la Cultura Italiana, que en su 26ta. Edición comenzó este lunes.

Teatro, música, cine, artes visuales, performance; de la mano de talleres, seminarios, exposiciones, conciertos, son apenas un botón de muestra de lo que se presentará durante los proximos siete días, explicaron Juventud Rebelde Roberto Vellano (RV), embajador de Italia en Cuba; y Viola Novarini (VN), agregada cultural de la embajada.

¿Por qué celebrar cada año esta Semana en Cuba?

RV: La Semana de la Cultura Italiana en Cuba tiene una larga tradición. Ya llegamos al año 26 de celebrarla. Así que se ha convertido en una cita habitual, algo que se espera todos los años; y es el momento en el que concentramos más actividades culturales (en esta ocasión serán 18). Estas también las hacemos durante el resto del año, pero en esta última semana de noviembre lo intensificamos.

—¿Para esta conmemoración vienen artistas de Italia?

RV: Sí. De hecho, ya algunos están presentes a propósito de la Bienal, y varias de las actividades que tenemos previstas las hemos relacionado también con este evento. Pero lo que caracteriza más a la Semana no es traer artistas desde Italia, sino crear enlaces entre ambos países, entre artistas y creadores cubanos e italianos, para que no solo sea una ocasión de presentar un evento, un espectáculo, sino de crear, como en efecto ocurre muchas veces, una relación duradera, y en algunos casos trabajar directamente con artistas cubanos.

«Una muestra de ello será el concierto de clausura, dedicado a Giacomo Puccini. En este participarán cantantes y músicos cubanos del Teatro Lírico Nacional inspirados en la cultura italiana, en particular en el mencionado compositor».

—¿Por qué se le dedica la Semana precisamente a Giacomo Puccini?

RV: Porque es el centenario de su muerte; él murió en 1924. Entonces, cada año dedicamos la Semana a algún centenario que se celebre. El año pasado, por ejemplo, se le dedicó al escritor Italo Calvino, porque se cumplían los cien años de su nacimiento, que además ocurrió en Cuba, por lo cual teníamos doble motivo.

«En el caso de Puccini, nos parecía significativo para volver a traer la ópera italiana a Cuba, como se hizo en octubre con la puesta en escena en el Teatro Nacional de Madama Butterfly, con la Orquesta del Teatro Lírico dirigida por Yhovani Duarte».

—VN: A ello se le suma que el año pasado la ópera italiana fue reconocida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por lo que la ocasión también resultará oportuna para celebrar este reconocimiento.

—¿Qué simboliza la figura de Puccini para la cultura en general?

VN: Puccini fue el primer compositor que empezó a hablar de las personas corrientes. Antes era común que en las óperas siempre se hablara de personajes importantes, como princesas y héroes. Por lo tanto, es uno de los autores más contundentes que todavía llega a nosotros y también es muy fácil identificarse con las historias que cuenta.

RV: Desde el punto de vista musical, Puccini fue un innovador. Cambió algunos cánones del melodrama italiano tradicional. Además, tenía ese gusto para ambientar sus óperas fuera de Italia, por ejemplo, en los Estados Unidos, en Japón (Madama Butterfly, una de las más famosas), París (La Bohème). Era un autor bastante internacional».

—¿Qué actividades conforman el programa de la Semana?

VN: Sobre las actividades, queremos destacar, por supuesto, las que están relacionadas con el centenario de Giacomo Puccini. Este lunes 25, en la sala teatral Hubert de Blanck a las 7:00 p.m., vamos a presentar un espectáculo original, montado de conjunto con los estudiantes del Instituto Superior de Arte, la compañía Impulso Teatro y el dramaturgo italiano Gianluca Barbadori, a quien hemos invitado especialmente para escribir la obra. Esta se dedicará a las mujeres: a los personajes femeninos de la ópera de Puccini y también a los de la historia de Cuba, como Cecilia Valdés, Isabel de Bobadilla y Catalina Lasa.

«Otra de las actividades que el año pasado nos faltó y que ahora hemos añadido será dedicada a los niños. Entonces, el sábado 30, a las 9:30 a.m. en la Casa Vitier García-Marruz, habrá un taller infantil (el cual haremos en colaboración con el proyecto cubano Golden Kids) para que los infantes se acerquen a la ópera, al canto lírico».

RV: Asimismo, en el cine 23 y 12, se desarrolla un festival de cine dedicado a Marcello Mastroianni, que empezó el 13 de noviembre y termina justo en los últimos días del mes. Esto permitirá ver algunas de las mejores películas italianas de la segunda mitad del siglo XX, las más famosas con Federico Fellini, pero también otras, porque Mastroianni fue un actor muy versátil e internacional, con papeles desde la comedia al drama.

«Hay una atención especial para la escultura italiana en Cuba, porque la presencia de este arte en la isla es más recurrente de lo que suponíamos. Se va a presentar un mapa en el que están todas las esculturas, las estatuas, los monumentos hechos por autores italianos en los siglos XIX y XX. Y como hay muchas en el cementerio Cristóbal Colón se van a organizar dos recorridos guiados por esa necrópolis.

«Igualmente, yo destacaría la exposición de arquitectura, que se abrió hace unos días en la Fábrica de Arte Cubano, dedicada a Vittorio Garatti, y que se clausura el sábado 30 de noviembre, a las 6:00 p.m., con un panel de investigación sobre su figura. Hay también un evento fuera de La Habana, en Matanzas: el concierto de Ludovico Troncanetti, un pianista que viene por primera vez a Cuba y se va a presentar junto con la Orquesta Sinfónica de Matanzas en la Sala White el sábado 30 a las 3:00 p.m.».

Un espacio habitual en la Semana es el seminario histórico sobre la migración y la presencia italiana en Cuba. ¿Qué va a ocurrir este año en dicho espacio?

VN: Este año, como el pasado, el seminario se organizará en dos mesas. Siempre lo hemos realizado con la Asociación de Amistad Cuba-Italia. En la primera mesa vamos a presentar el proyecto Huellas Italianas (que fue el mapa del que habló el embajador) y está desarrollado en dos recorridos: uno que nos va a enseñar las esculturas italianas de La Habana y otro el arte funerario.

«Durante el seminario también se presentará un libro de Miquel Osset sobre la vida de Gustavo Pittaluga, que fue un hematólogo italiano que vino a Cuba y además escribió libros sobre antropología y sociología; él era un observador muy agudo de la realidad cubana, sobre todo de esos años de la República en el siglo XX».

RV: Estos seminarios tienen una historia importante. Se empezaron hace muchos años, se hicieron varias publicaciones a partir de ellos, como los cuadernos de la inmigración italiana, y reflejan una presencia constante de Italia en Cuba.

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