—Buenas tardes. Muéstreme su carné de identidad, su licencia de conducción y la circulación del vehículo.
Cuando naciones como Rusia y China usan su derecho al veto en el Consejo de Seguridad para evitar una guerra contra otro miembro de la comunidad internacional, potencias encabezadas por Estados Unidos catalogan la acción diplomática como una actitud «indecente». Y los grandes medios no dejan de repetir calificativos despectivos, como parte de una componenda aturdidora que va dirigida además a endemoniar al régimen sirio, que hace unos días resultó «salvado» por Beijing y Moscú de una resolución en su contra en la alta instancia de la ONU. Sin embargo, ni se habla de otro veto anunciado por Estados Unidos para atentar contra una causa justa: la admisión de Palestina como miembro de pleno derecho en Naciones Unidas.
Dicen que perro no come perro. Quizá esto sea verdad en el caso de los caninos, que no hablan sino ladran. Es muy probable que un sabueso en realidad no se coma a otro de su especie. Claro, ese no es el caso de los ultraderechistas anticubanos de Miami. Aquí sí que perro come perro, como también come gato o cualquier animal que le pase por delante.
Una nación es finalmente la suma de todos los individuos particulares, y según estos sienten, piensan, obran, así siente, piensa, obra la nación, nos dice el prominente jurista alemán Rudolf von Ihering, un venerable a quien la ciencia del Derecho debe importantes contribuciones.
El haraquiri, vieja técnica samurái de quitarse la vida con honor, es conocida también en Cuba como una manera de asumir con «dignidad» ser responsable por mal trabajo, incumplimientos, decisiones erróneas… Sin embargo, de un tiempo a esta parte y en algunos contextos, pierde terreno ante una nueva actitud: la del «dale al que no te dio».
Hay regalos que alguna vez nos hacen y que siendo «intangibles» tienen, sin embargo, el poder de lo que no se marchita ni olvida. Así me sucedió con ciertos versos que una persona querida compartió conmigo luego de una conversación sobre el paso del tiempo.
—Mira eso, tremendo polvo está dejando atrás ese camión… ¿Adónde vamos a parar?
A veces la cámara que rastrea la emoción en el rostro de un ser humano, acorralándolo
en las comisuras del dolor o de la alegría, genera el rechazo. Pero a veces no es
solo una cámara, sino los ojos de una hija o de un hermano o de un compañero de
luchas, y ya no es espectadora impertinente, sino el otro que llora o ríe, que abraza o
es abrazado, que nos deja estar, suavemente.
GUADALAJARA.— Los «ojos» que mostrarán a América los acontecimientos de los XVI Juegos Panamericanos se encuentran ubicados en Expo Guadalajara, sede del centro de prensa internacional.
Era un puñado de hombres muy hombres que levantó las piedras y las armas frente a una manada de hombres muy lobos. Era un sentirse golpeado en las mejillas de otros. Eran las ganas inmensas de que nadie más muriera por acabar con la muerte. Y se llamó Bolivia, Che Guevara, 1967, Guerrilla. Pero se pudo llamar Los Cinco, Estados Unidos, 1998, Agentes. O barrio anónimo, Cuba, 2011, gente buena. Porque hay enlaces mayores a la propia concatenación de la vida, que impulsan tras de sí la vida misma.