Ambos equipos animarán la primera semifinal de ese certamen, que tendrá lugar en el Dodger Stadium de Los Ángeles
Después de mucho andar, Venezuela y Corea del Sur animarán esta noche la primera semifinal del Clásico Mundial de béisbol, con sede en el Dodger Stadium de Los Ángeles. Se trata de un duelo interesante, que siempre estuvo dentro de los cálculos, pero nunca pareció la variante más probable. Pero así es el béisbol de enigmático y por eso nos seduce.
La selección venezolana ha venido de menos a más en este evento. Llegó con la incertidumbre sembrada por algunos jugadores importantes, que finalmente no se sumaron a la expedición, y superó la primera ronda en Toronto con dos éxitos cruciales sobre Italia (7-0 y 10-1). Allí sufrió también su única derrota, ante Estados Unidos (15-6), pero rápidamente ajustó cuentas con los norteños en el partido que definió el primer lugar del grupo (5-3).
Luego, en la segunda ronda, le fue de maravillas, aunque por caminos diferentes: ajustado éxito de 3-1 sobre los guerreros holandeses, con dos jonrones salvadores; lechada de 2-0 a Puerto Rico, con Félix Hernández como orfebre en la lomita; y paliza de 10-6 a Estados Unidos. Así, en términos generales, son el equipo de mejor balance entre los cuatro semifinalistas.
Claro que eso no basta para vencer a Sudcorea, pues los campeones olímpicos también han sido una tromba a lo largo del certamen. De hecho, hasta aquí ellos solo perdieron con Japón, un rival al que derrotaron igualmente en par de ocasiones.
En fin, veremos de nuevo el clásico duelo de la ofensiva latina contra el pitcheo asiático. Los sudcoreanos se quedaron con las ganas de llegar a la final en 2006 y esta vez irán con todo en busca de la gloria. Pero lo mismo puede decirse de sus rivales, acribillados cuando fracasaron en la segunda ronda hace tres años.
Dos derechos, Carlos Silva y Suk Min Yoon, pudieran treparse en la lomita y hasta completar un juego por primera vez, si tenemos en cuenta que en este tramo el límite de lanzamientos se extiende a 100. No obstante, los asiáticos tienen otra carta bajo la manga: el zurdo Hyunjin Ryu, quien le ganó la final olímpica en Beijing al equipo cubano.