McDain‘s, un restaurante de EE.UU., levantó polémica al no permitir el ingreso a los niños menores de seis años, por considerar que el volumen de sus voces no puede ser controlado. Mike Vuick, el dueño del establecimiento gastronómico, prohíbe la entrada a su local a los menores porque «son incontrolables, hablan alto, corretean y molestan a los demás». Así se lo hizo saber a sus clientes habituales en un correo electrónico, y les aconsejó que si quieren seguir yendo, se busquen una niñera y dejen a los pequeños en casa. ¡Vaya manera de ganarse al público este «cuentapropista»!