El aeropuerto internacional Frank País, de Holguín, dispondrá en el primer semestre de 2022 una nueva torre de control. Autor: Nelson Rodríguez Roque Publicado: 17/01/2022 | 08:14 pm
HOLGUÍN.— Cuando hay neblina, automáticamente se paralizan el aterrizaje y el despegue de aeronaves en el aeropuerto internacional Frank País, uno de los más concurridos en la región oriental. Pronto eso dejará de ser un inconveniente, cuando entre en funcionamiento la nueva torre de control que se construye allí.
La actual, edificada en 1961, entró en perspectivas de sustitución a raíz del inicio acá de vuelos internacionales en la década de los 90. Luego de indicarse su factibilidad, comenzó la construcción de la nueva torre, erigida con una altitud de 30 metros, equipamiento de última generación (listo para instalar) y servicios de aeródromo y aproximación, este último una novedad en este aeropuerto nororiental.
En la antigua torre, aún activa, el controlador aéreo está a diez metros de altura, aspecto que no facilita el funcionamiento del enclave cuando se ve afectado por una adversidad climática, por ejemplo.
Oscar Vendrell, director de la UEB Empresa Cubana de Navegación Aérea (Ecna), aseguró que esta inversión, respaldada hasta la fecha por más de 4 590 000 pesos, constituirá un eslabón importante en el control de tráfico aéreo del país. El personal que se hará cargo ya se ha declarado listo para desempeñarse.
«A partir del desarrollo aeronáutico provincial se montaron el sistema de aterrizaje por instrumentos —certificado por rigurosas normas internacionales—, los de radiolocalización y los de aproximación y aterrizaje. Además, se incorporó y renovó la tecnología que viabiliza el aterrizaje por instrumentos a ciegas (útil bajo cualquier condición climatológica)», añadió Vendrell.
El coordinador general del aeropuerto, Adrián Cancelo, señaló que han participado en la construcción de la obra civil las empresas Ecoi-9 y Construcciones Militares, cuyas brigadas asumen la tarea en la segunda parte del cronograma según los requerimientos del inversionista, la Empresa Cubana de Aeropuertos y Servicios Aeroportuarios (Ecasa).
«Nos hemos propuesto finalizarla en enero próximo, en función de aprovechar pronto sus prestaciones, entre las que figura su visualidad de 360 grados. Transitamos por la etapa de terminación, consistente en culminar el componente civil y algunos detalles eléctricos, que permiten considerarla a un 90 o 92 por ciento de ejecución. Su estructura metálica y carpintería importada la caracterizan. Contamos con todos los recursos, así que solo restaría imprimirle ritmo al trabajo y cumplir la planificación», declaró Adrián Cancelo.
Abriendo pistas
Manuel Torres, quien encabeza la unidad de Inversiones y Mantenimiento, explicó a JR algunos pasos: «A la cabina se le emplazaron equipos de clima, luminarias y muebles. Faltaría el montaje de equipamiento, responsabilidad de la ECNA.
«Nuestro aeródromo irá creciendo a la par del sector turístico holguinero, dado que la terminal internacional ya nos queda pequeña ante un considerable aumento del flujo de visitantes. Es una obra basada en una estrategia de desarrollo hasta el año 2035, concebido en un plan maestro de extensión estructural que incluye otra terminal».
Al Frank País se le calcula una asimilación de 600 pasajeros por hora: 300 saliendo y similar cantidad arribando, algo que entorpece sin dudas el quehacer diario si en su rampa aparecen a la vez tres aviones de mediano porte.
En el momento de irrupción de la COVID-19 este establecimiento acogía alrededor de 80 vuelos semanales. Tras la reapertura al mercado foráneo de hoteles y otros servicios en territorio holguinero —desde principios de noviembre último— se han estado recibiendo unos 15 semanales, con aviones que se comercializan todavía a limitada capacidad, debido a las restricciones sanitarias globales.
Sin embargo, los pronósticos avizoran un pico de tráfico en la segunda quincena de enero o la primera de febrero, tras concretarse la suma de otras aerolíneas y más frecuencias por parte de las compañías ya en operación, en su mayoría de Canadá y Europa, sin descartar a América Latina.
Al mal tiempo de la pandemia se le respondió en el Frank País con mantenimiento de sus espacios, esteras, equipos de rayos X y climatización, y a principios de 2021 fueron concluidas la rehabilitación y nivelación de su pista —se corrigieron deficiencias de asfalto propias del desgaste—, utilizando máquinas pavimentadoras y láser; mas quedan pendientes otras labores en sus márgenes, previstas para 2022.