Foto: Leticia Arango MATANZAS.— Un velo blancuzco se apodera con frecuencia de la ciudad de Matanzas. A veces desde el otro extremo no se puede visualizar con nitidez el Consejo Popular de Versalles, ni los de la parte oeste de la urbe.
En esa nube tóxica pululan el dióxido de azufre (SO2), dióxido de nitrógeno (NO2), trióxido de azufre (SO3); el ácido sulfúrico o nieblas de sulfuro (H2SO4); Partículas Suspendidas Totales (PST), amoniaco (NH3) y otros contaminantes provenientes de hidrocarburos.
Versalles es el problema más complejo de contaminación en la ciudad, y su barrio de Dubrocq la sufre con mayor fuerza.
Todos los pájaros... contaminanUno siempre piensa que un día es un día. Nunca imaginé que después de cuatro décadas viviendo en Matanzas llegara a observar con ojo crítico la atmósfera citadina.
El 23 de mayo de 2008 toda la ciudad amaneció envuelta en un velo blancuzco. El 24 de mayo, a las 7:20 a.m., en Versalles no se veía ni la zona industrial. El 29 de mayo, a las 8:45 a.m., una densa nube blanca cubría Versalles.
El propio Día del Medio Ambiente, el 5 de junio, a la 1:00 p.m., la torrefactora de café ahogaba la atmósfera del Consejo Popular Pueblo Nuevo con un torrente de humo bien blanquito; y el 6 de junio, a las 11:20 a.m., esa industria volvía a hacer de las suyas, y a las 12:20 p.m. comenzó a emitir la de fertilizantes. El sábado 7 de junio (7:30 p.m.) la planta de fertilizantes cubrió el cielo con un enorme penacho de humo sobre toda la ciudad.
Los domingos 15 y 22 de junio tampoco se veía la ciudad en horas de la tarde; y la planta química emitía su carga en abundancia.
Vieja contaminaciónNo es nada nuevo. Ya en 1990 la doctora en Ciencias Técnicas Liliam Delia Curiel Lorenzo defendió su tesis Diagnóstico y pronóstico de la contaminación por SO2 en la ciudad de Matanzas. En dicha investigación se comprobó que las fuentes altas de la zona industrial en su conjunto son responsables del 94 al 98 por ciento del total de dióxido de azufre (SO2) que se emite sobre el territorio.
Un modelo combinado se validó con los resultados experimentales obtenidos en los puntos sensitivos, lo que permitió conocer que en el año 1989 la ciudad en su conjunto alcanzaba valores máximos anuales superiores a lo admisible, lo que indicaba la necesidad imperiosa de reducir las emisiones de SO2, fundamentalmente en las fuentes altas de la zona industrial.
En 1994 se discutió un trabajo de diploma en la Universidad Camilo Cienfuegos titulado Situación actual de la contaminación atmosférica por SO2 en la ciudad de Matanzas, de Dulce María Valdés y Paúl Rusike, quienes llegaron a la conclusión de que como consecuencia del aumento de la quema de crudo nativo se incrementaron las emisiones de SO2, lo que representaba un nivel de emisión 5,43 veces mayor que en 1988.
El máster en Ciencias Bárbaro Moya, director del Centro provincial de Meteorología, realizó en 2004 mediciones de las Concentraciones Máximas Admisibles (CMA) para la norma cubana de dióxido de azufre (SO2) y dióxido de nitrógeno (NO2). Las dos observaciones mostraron que los niveles de SO2 en el reparto Dubrocq, Pedraplén y Calle Ayllón; y los de NO2 en Ayllón y Pedraplén eran superiores a los del CMA (para el reporte de un día).
«Carecemos de monitoreo local, al no contar con equipamiento para ello», refiere a JR Bárbaro Moya, quien a su vez sustenta que la ciudad sufre a simple vista de contaminación atmosférica, aunque no es posible determinar sus valores por la falta de tecnología y el deficiente monitoreo.
Barriada del DubrocqCamilo López Valdés, delegado de la circunscripción 1 del Consejo Popular de Versalles, manifestó a JR que desde hace años se reiteran las quejas, y que en las rendiciones de cuenta siempre los vecinos plantean el tema medioambiental.
El 30 de octubre de 2007, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), a pedido de la Fiscalía municipal de Matanzas, presentó un informe sobre las violaciones detectadas en la empresa Rayonitro, la cual desde 1999 ha sido objeto de varias inspecciones por la contaminación atmosférica que provoca numerosas quejas de la población.
A esa entidad se le ha aplicado el Decreto Ley 200/99 en varias ocasiones: Propuesta de clausura temporal (diciembre 2001--febrero 2002, y diciembre 2005); amonestación en julio de 2005; y en noviembre y diciembre de 2006 obligación de hacer, lo que impide la continuación de la conducta infractora.
Manuel Perera, máster en Ciencias y especialista del CITMA, precisa que Matanzas se encuentra ubicada geográficamente en un hueco, lo que agrava la situación; a lo cual se suma al atraso tecnológico y la falta de conciencia ambiental por parte de los directivos de las fábricas, muchas de estas necesitadas de un urgente cambio de tecnología.
Leticia Oliver, jefa del Departamento de Estadísticas del policlínico Reynold García, de Versalles, nos informa que en el 2007 aumentaron, con respecto a 2005, los casos de Enfermedades Respiratorias Agudas (ERA) y de asma bronquial, con una incidencia predominante en pacientes comprendidos entre las edades de 1 a 4 años, y de 25 a 59 años. En esa área de salud, de los 1 850 dispensarizados en 2007 por asma bronquial grado III, 172 viven en Dubrocq.
También por la presteza de Iris Báez, técnica del Departamento de Estadísticas de la Dirección de Salud en el municipio de Matanzas, conocimos que en el año 2000 había 11 659 pacientes dispensarizados por asma bronquial de grado III en las cinco áreas que abarca la ciudad, cifra que en 2007 aumentó a 12 841.
PreocupantePara fabricar fertilizantes químicos es necesario tratar la roca sedimentaria denominada fosforita, proceso que se logra con ácido sulfúrico.
«Se han hecho muchas cosas, como sistemas de lavado de gases y montar ciclones para el polvo, pero es una planta vieja», sentencia el máster en Ciencias Eduardo Gerónimo Catalá, tecnólogo principal de la planta de fertilizantes.
«Somos los más cercanos a la población, emitimos gases de la combustión del petróleo, y salen polvos y gases de la reacción del amoniaco con ácido sulfúrico; generalmente se ve el penacho. Esa tecnología no se usa en el mundo, pero da la posibilidad de aprovechar los minerales cubanos, como la zeolita y fosforita».
Gerónimo Catalá comentó que en los planes está un proyecto para ejecutar hasta el 2011, cuando se prevé que esté terminada una planta nueva de fertilizantes.
La planta de producción de fertilizantes granulados emite a la atmósfera una diversidad de contaminantes propios de esta tecnología, como amoniaco (NH3), óxidos de azufre (SOx) y partículas que se generan como consecuencia de emplear materias primas sólidas y líquidas, entre las que se encuentran cloruro de amonio, superfosfato triple y sencillo, fosforita cubana, amoniaco y ácido sulfúrico.
Estos elementos salen al medio en una cantidad apreciable en forma de polvo y gases, los cuales, por deterioro de la tecnología instalada y deficiencia de los sistemas de depuración, provocan afectación a la calidad del aire en zonas residenciales aledañas.
Odalys Tellería, especialista en sistema de gestión ambiental de la planta de fertilizantes, apunta que se realizaron dos evaluaciones de la calidad del aire en zonas cercanas (noviembre de 2005 y abril de 2006), a cargo del Centro de Investigaciones del Petróleo (CEINPET).
Las conclusiones del estudio constataron que el aire en la zona residencial Dubrocq por lo general está expuesto a los contaminantes que se expulsan a la atmósfera como PST (Partículas Suspendidas Totales), amoniaco, dióxido de azufre, trióxido de azufre y H2SO4 en forma de niebla, así como otros contaminantes provenientes de hidrocarburos como metano (CH4), sulfuro de hidrógeno (SH2) y BTX (Benceno-Tolueno-Xileno). Otras entidades como la Operadora del Azúcar producen afectaciones en lo fundamental por casi los mismos contaminantes.
En las recomendaciones se indica que la Empresa Rayonitro debe adquirir los recursos materiales necesarios para realizar las evaluaciones de calidad del aire en las zonas aledañas con la frecuencia establecida, definiendo la magnitud de la afectación que estos contaminantes puede ocasionar al entorno.
También que dicha entidad debe resolver en un plazo mediano los problemas de la contaminación de las plantas de producción de fertilizantes granulados y ácido sulfúrico, siguiendo la planificación estratégica ambiental que tiene definida.
Además se sugiere al CITMA que, de conjunto con el Centro Provincial de Higiene y Epidemiología, determine la magnitud de aquellos contaminantes que están en la atmósfera y que contribuyen al efecto invernadero.
Dámaso López, ingeniero al frente de la planta química, recuerda que los vientos predominantes son del Este y que la población no siente la contaminación cuando soplan de esa forma. Precisa que la solución definitiva es la inversión para una planta con tecnología avanzada, cuyos proyectos continúan.
«El CITMA nos ha dejado medidas, muchas de las cuales requieren recursos; otras son operacionales, como por ejemplo no arrancar en los momentos en que el viento sopla desde el Norte. No te puedo decir que se cumplan cabalmente, pero sí que hay conciencia de que existen afectaciones.
«El Centro de Ingeniería e Investigaciones Químicas (CIIQ) nos ha hecho ocho caracterizaciones de la emisión de gases de la planta de ácido sulfúrico. En las últimas realizadas en 2007 en el caso del dióxido se cumple con todas las especificaciones. Las mayores dificultades están en el ácido sulfúrico o nieblas de sulfuro (H2SO4), cuyo valor de concentración se encuentra por encima del admisible, aunque la distancia está en el radio mínimo admisible de protección sanitaria.
«No dejamos de contaminar, pero ya desde el punto de vista de afectación a la población debe llegar mucho más disminuido, a no ser un caso directo de rotura de la planta, parada o arrancada. Esos son los factores mayores que inciden en la población. Pero una avería en la planta puede afectar por un período corto», concluye Dámaso.
Habría que realizar estudios en horarios de producción media, baja o alta de las industrias más contaminantes, con los vientos en diferentes direcciones, sobre todo hacia la ciudad, para medir su verdadero impacto.
Aire insalubreLas personas mayores, niños y enfermos son los más susceptibles al aire contaminado. La pregunta de ¿hasta cuándo continuará deteriorándose el entorno?, flota en ese mismo aire contaminado que respiramos.
Es cierto que se satisfacen demandas de la economía, pero se producen daños medioambientales y para la salud. Las inversiones, se sabe, serían muy costosas para cambiar la tecnología inmediatamente, pero tenerlas como prioridad en cuanto la situación económica del país lo permita sería una noticia bien recibida en este territorio.
Por otra parte, instituciones como el CITMA o Salud Pública deben adoptar medidas más severas con las violaciones de las regulaciones medioambientales y para la protección de la salud humana, cuyo cumplimiento debe garantizarse por las autoridades competentes.