Entre otros lugares, Dante visitó el Infierno; también el Paraíso; quizá pasó por el Limbo, cosa de la que no creo acordarme, ni me tomaré el trabajo de confirmar, porque acabo de volver de ese sitio donde teólogos desorientados ante ciertas preguntas incómodas, pusieron el alma de los muertos no bautizados, incluso a los recién nacidos. Contemporáneamente, esa doctrina se ha modificado. Pero de cualquier forma En el Limbo, último libro de cuentos de María Elena Llana, me ha dejado un regusto placentero, un sabor de letra inusual entre nosotros, y aprovecho este viernes para recomendarlo en esta columna que no pretende encasillarse solo en los asuntos peliagudos...
Una epidemia sin precedentes, que provoca la pérdida de la visión, se expande por el mundo. No lo dice la Organización Mundial de la Salud, tan atareada en estos tiempos con el nuevo virus de la influenza. Lo cuenta el Premio Nobel José Saramago, a través del poder simbólico de la ficción, en su novela Ensayo sobre la ceguera, texto donde recrea a la civilización humana agobiada por la depresión de los valores y los dictámenes del consumo.
La campaña mediática contra China muestra el interés de Occidente por dañar la imagen de una nación que emerge con importantes resultados en todos los ámbitos
Cuando hace poco más de una semana la República Popular China vivió los mayores enfrentamientos internos de las últimas décadas, estalló la alarma. Luego de los primeros reportes transmitidos por los medios locales, hasta Urumqi, capital de la Región Autónoma de Xinjiang, se trasladaron p...
Dicen que la prensa, al menos en el eslogan del universo occidental, es el cuarto poder. En Cuba, donde no existen esas consabidas divisiones jerárquicas, es el primero: el del pueblo, a cuyo servicio se vincula desde una plataforma que responde a sus intereses y al del Partido que lo representa, que es la misma cosa.
A menudo me confundo. No sé a ciencia cierta si acompaño a Alicia, la chica del clásico literario de Lewis Carroll, en su aventurado viaje por laberintos sorpresivos y visiones invertidas de la realidad, o realizo mi propio periplo tropezando con inesperadas coordenadas.
Es verano, y como de costumbre, los principales clubes europeos de fútbol aprovechan el receso estival para ajustar sus maquinarias con la vista puesta en la próxima temporada.
Fue ese ilustre británico, tragicómico de todos los tiempos, nombrado Charles Spencer Chaplin —cuyo aniversario 120 conmemoramos en abril sin penas ni glorias—, el autor de una frase lapidaria: «A fin de cuentas, todo es un chiste».
El pluriempleo, esa puerta abierta en días recientes en el camino del desafío personal, levanta más salpicaduras de las que notamos a simple vista. Tal vez porque llega en momentos en que es difícil deshacerse de las suspicacias.
Como aquello de que si tiene cuatro patas, camina por los tejados y maúlla es un gato, ¿qué es si un grupo de militares saca de su casa en la madrugada a un presidente elegido democráticamente por el pueblo, lo monta en un avión a punta de pistola y lo aterrizan en un país extranjero?