Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Opinión

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Hay sucesos que conmocionan, como el dado a conocer en las noticias del pasado 25 de abril, cuando Nepal fue sacudido por un poderoso temblor de tierra. El siniestro causó el derrumbe de la venerada Torre Dharahara —Patrimonio Cultural de la Humanidad ubicada en la capital Katmandú—, una mortífera avalancha en el Monte Everest, más de 7 000 muertos y miles de heridos, entre otras desdichas ocurridas en muy breve tiempo, todo lo cual llevó a catalogar al terremoto como el más fuerte en ese país en las últimas ocho décadas.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Al norte de la ciudad de Santiago, Máximo Gómez y José Martí, escoltados por las tropas de José Maceo, avanzan al encuentro del General Antonio.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Por estos días del año pasado, buena parte de los cubanos anduvimos como hundidos en la incredulidad y el desconcierto. «¿Que se murió Juan Formell? No, imposible. ¡Si a ese hombre no le dolían ni los cayos!», preguntaban y se respondían en cualquier esquina, mercado, parada, oficina, parque...

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Una crónica publicada en Juventud Rebelde reivindicaba, a partir de recuerdos estudiantiles, la profesión de arquitecto. Me sumo a la propuesta, porque cuando pienso en mi ciudad se me hace un nudo en la garganta. Sabemos que el deterioro acumulado requeriría una inversión millonaria. Hay que encontrar paliativos, atajar la depredación, buscar soluciones innovadoras, ampliar la información de los cuadros y acrecentar por todas las vías la conciencia popular, con énfasis particular en aquellos que disponen de recursos, acompañados con frecuencia de ignorancia, mal gusto y prepotencia para implementar intervenciones que contravienen las regulaciones urbanas. Es un problema complejo y las soluciones habrán de encontrarse mediante un riguroso trabajo interdisciplinario.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

La verdadera fórmula de la creación artística no es «inspiración o trabajo, sino inspiración más trabajo, exaltación más paciencia, deleite creador más tormento creador». El artista, mientras trabaja en su obra, no está «con sus propios sentidos», no es dueño «de su propia razón», pues «toda creación verdadera» solo acontece mientras este se halla «hasta cierto grado fuera de sí mismo, cuando se olvida de sí mismo, cuando se encuentra en una situación de éxtasis».

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Desconozco por qué esta vez no usa lentes. Se sienta junto a mí. Recuesta a su derecha una guitarra. No dice una palabra; tampoco yo. Intento mantenerme impávido, elocuente… digno; a la altura del momento. Estamos en un salón blanco de esos que de tan neutros parecen callar. Finalmente una palabra, bueno, realmente cuatro: ¿y esa cara muchacho?-me pregunta con tono de burla, casi.- Entonces saca un pedazo de papel, tararea un poco, corrige algo que debió faltar y sonríe: «ya está».

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Quizá a usted le suceda lo mismo y haya renunciado a creer en cierta palabrería, en frases dichas bajo la presión del compromiso o alentadas por los vientos de la conveniencia, las cuales se diluyen con la misma celeridad con que salieron al aire.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

El Primero de Mayo tiene para mí, creo que como para todos los trabajadores cubanos,  el sabor de la fiesta de nuestras razones, esas por las que hemos llegado hasta aquí y las que queremos seguir proclamando ante el mundo.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

El discurso de Raúl en la Cumbre de las Américas, su llamado a volver sobre la historia y la ratificación de que Cuba será fiel a sus ideales, hacen que este Primero de Mayo sea extraordinario para todos los cubanos.

Miércoles 31 diciembre 1969 | 07:00:00 pm.

Era un niño y estaba en segundo grado cuando participé en un Primero de Mayo por primera vez. Recuerdo que «metí» la perreta más grande del mundo, porque en el desfile pasamos frente a una piscina y yo me antojé de bañarme. Mi madre y los que andaban con nosotros empezaron con el «Niño, pórtate bien» y esas cosas. Pero al final, cuando todo terminó, me llevaron para la piscina. Porque yo seguía con el llanto.