NACIONES UNIDAS, abril 3.—El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, advirtió este domingo al presidente electo de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, sobre la muerte de civiles a manos de sus fuerzas en ese país africano, informa PL.
El titular de la ONU habló por teléfono con Ouattara para tratar sobre «el rápido desarrollo de los acontecimientos» en ese Estado de África Occidental, según una nota distribuida este domingo por la oficina del vocero oficial de la organización mundial.
En ese contacto, Ban Ki-moon expresó su alarma por los reportes que señalan a los efectivos leales al mandatario electo como responsables de la muerte de muchos civiles en el pueblo de Duekoue.
De acuerdo con fuentes de la Cruz Roja Internacional, en esa localidad fueron abatidas más de 800 personas en los últimos días.
Sin embargo, Ouattara negó la participación de sus fuerzas en ese tipo de acciones y aseguró que ordenará una investigación y permitirá la presencia internacional en esa indagación.
El responsable de la ONU señaló que los causantes de esos hechos deben rendir cuentas ante la justicia.
El comunicado también destaca la insistencia del secretario general en la importancia del trabajo de la misión de cascos azules de Naciones Unidas estacionada en Costa de Marfil.
La crisis que estalló en ese país a raíz de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de noviembre pasado llegó al punto de ebullición hace una semana con cruentos combates entre fuerzas de Ouattara y del mandatario saliente, Laurent Gbagbo.
El primero fue declarado vencedor de aquellos comicios y reconocido por la comunidad internacional como presidente electo, mientras que el segundo se niega a admitir la derrota y a entregar el poder a su contrincante.
El pasado jueves, el Consejo de Seguridad impuso sanciones financieras y de viaje a Gbagbo, su esposa y tres miembros de su entorno gubernamental.
En una resolución, el órgano también amenazó con extender esos castigos a «agentes de los medios de información» considerados responsables de «incitación pública al odio y a la violencia».
El documento, impulsado por Francia y Nigeria, llamó a respetar la elección de Ouattara como jefe de Estado reconocido por la ONU, la Unión Africana y otras organizaciones regionales y países de la comunidad internacional.