Lo que fue sin dudas un símbolo de la resistencia revolucionaria —mantener esos carros en funcionamiento frente al bloqueo—, se presentaba ahora como su contrario: la resistencia del pasado a desaparecer.<...
Y para no caer en la mancha que suponía la tradicional extracción (o desvío) de utensilios alguien ideó una fórmula: abrirle un hueco a la parte delantera de las cucharas y así marcarlas para la posteridad.
Sin embargo, puesto en práctica el invento, los gastronómicos comenzaron a notar que sus clientes apenas podía...
Mercenarios de Blackwater e...
El debate sobre la burocracia parece oportuno. Y me introduzco en él, aunque me repita. El juicio más común la define por el mueble que la distingue: el buró, la mesa de trabajo, y por el soporte en que habitualmente estampa sus disposiciones: el papel. Pero esas metáforas son eminentemente simplistas. La burocracia —más bien la mentalidad que el burocratismo engendra— halla su definición en una actitud que poco se relaciona con sus atributos palpables. Más bien es un mal intangible. Casi intocable por tortuoso.
Los activistas contra la guerra deben cambiar sus tácticas electorales. Ni Clinton ni Obama tienen realmente un plan para finalizar la ocupación de Iraq, pero se los podría obligar a cambiar su posición.
Lock out patronal agropecuario para unos, paro campesino para otros. Por extraño que pueda parecer, los intereses de los grandes empresarios agrícolas se dieron la mano en Argentina con las postergadas necesidades del campo, reeditaron los piquetes que cerraron los caminos, y sacaron a la calle a las atildadas dueñas de hogar de Buenos Aires que, como en diciembre de 2001, hicieron sonar sus calderos: antes, para que se fueran todos; ahora, en protesta por la escasez de alimentos.
Claro, estos son los objetivos expresos. Uno de los callados pudiera ser la necesidad que tiene el President de que se le recuerde por algo que no sea desastre. Así, si lograra sumar otras dos repúblicas ex soviéticas a la Alianza Atlántica, tendría a mejor distancia de tiro a Rusia, un antiguo enemigo al que no se trata mejor que si aún lo fuera. Y si alcanzara a reducir la violencia en Afganistán, al menos algunos podrían pensar que valió la pena saltarse la ONU en octubre de 2001 para invadir un remoto país en el que casi no había a qué dispararle.
Mientras el inquilino de la Casa Blanca (ya por pocos meses) habló en sus discursos de éxitos del plan de seguridad en Iraq de optimismo ante los nubarrones económicos; los números, obstinados, demuestran lo contrario.
VergüenzaCinco años de ilegal y cruenta guerra han dejado profundas huellas en Iraq y...