No puede obviarse en cualquier análisis del fenómeno la incidencia que tuvieron...
Ahí están, para reafirmarlo, algunas de las réplicas encartonadas de varios organismos a la sección Acuse de recibo, de este periódico, en la cual se traslucen historias previas de tortuosos peloteos o de intermin...
—Ahora voy yo, Pellejisleidys. (¡Plaf!) Ja, ja, ja.
—No me tires agua, que se me mete por la nariz, tu niño...
—¡Vaya, vaya! (Chas, chas). Ahora cógeme... (¡Cataplum!).
Un diálogo de niños. Ríen y retozan en la playa, mientras sus padres los vigilan desde la orilla. La arena, a estas horas de la tarde... ¿Cómo? ¿Que no están en la playa? ¿Y dónde entonces?
Pues, ¡en la fuente de 23 y...
«A lengua sinuosa nos están batiendo: cerrémosle el paso a mejor lengua, la hermosa.» José Martí
Por los caminos del Mar Caribe andaba ya José Martí, en vísperas de su desembarco en La Playita de Cajobabo, cuando escribió estas líneas a Bernarda Toro, la esposa amantísima del general Máximo Gómez: «El mundo marca, y no se puede ir, ni hombre ni mujer, contra la marca que nos pone el mundo».
Se refería el Apóstol al deber de hacer co...
Ante esa aseveración, que escuchábamos a cada rato en asambleas, en entrevistas, uno preguntaba: ¿Concesión con respecto a qué? No hab...
Sin embargo, este señor, líder del Partido Democrático Unionista (DUP), defensor a ultranza de que esa parte de la isla (el Ulster) se mantenga unida al Reino Unido de Gran Bretaña, y cuyos arrebatos de extremismo le valieron ser expulsado una vez del Parlamento en Londres ...
En el incremento de los salarios, una necesidad más que un anhelo, cifra el cubano las esperanzas para enrumbar su maltrecha economía doméstica, lo que transita, inexorablemente, por el aumento de la producción de bienes de una manera eficiente.
La Casa Blanca está descontenta: no pudo lograr que sus aliados del Medio Oriente boicotearan la conferencia cumbre que la Liga Árabe llevó a cabo en Damasco —capital de otro miembro del «Eje del Mal»—, ni que las tropas del gobierno iraquí, con el apoyo de efectivos estadounidenses y británicos, derrotaran a las milicias de Moqtada al Sadr, tan chiitas como los que tuvieron enfrente. Estos dos fracasos fortalecen la cadena Siria-Irán-Hamas-Hezbolá y hacen tambalear el plan que los partidarios del «poder inteligente» esbozaron para reducir la intervención militar de EE.UU. en guerras que tanto rechazo interior han provocado: consiste en dominar la región delegando tareas en naciones árabes amigas, en especial Egipto y Arabia Saudita, convirtiéndolas en regentes de otras menos poderosas. Una suerte de neocolonialismo posmoderno.
El diario londinense Telegraph anticipaba hace un par de días que oficiales británicos advirtieron que el general estadounidense va a culpar a Irán del impulso insurgente en Iraq. Se insinúa una nueva mentira para acompañar a las que dijeron para iniciar la guerra y las añadidas durante cinco años de conflicto.