Las últimas experiencias beisboleras trasmiten una verdad ya al parecer indubitable: más que la espectacularidad hace falta la efectividad, porque el mejor es quien renuncia a la difícil pirueta para convertir en lance aparentemente fácil la bola complicada. Y hasta aquí el ejemplo, porque si prosigo quebrantaré uno de mis propósitos programáticos cuando empecé el ejercicio del periodismo: nunca escribir de béisbol.
El hombre llegó caminando por los aires. Y en vez de saludar a las personas aglomeradas cerca de su oficina reverenció a un gato que jugueteaba por los contornos: «Misu, misu»... y pasó de largo, puertas adentro. No soltó un «buenos días» para sus circundantes, ni un guiño, ni tan siquiera un «¡ey!».
«Tenemos tanto dinero que no sabemos qué hacer con él. Los islandeses estamos obsesionados con comprar los últimos caprichos (...). Nuestros coches son todos nuevos. Viajamos por todo el mundo. La gente en el extranjero no sabe casi nada de nosotros, pero nosotros sabemos todo sobre ellos».
Tenía cierto sabor a paraíso esta Islandia así dibujada en un reportaje del diario espa...
«Solo la moralidad de los individuos conserva el esplendor de las naciones». José Martí
En la Reflexión que el pasado mes de julio nos dedicó a los periodistas cubanos, por coincidir con el VIII Congreso de la UPEC, Fidel señalaba que con nosotros se sentía en familia, y apuntaba cuánto le habría gustado estudiar las técnicas del oficio. Precisamente el día 28 de marzo se cumplieron dos años de que él comenzara a escribir sus Reflexiones, como una vía para comunicarse con el pueblo y seguir sembrando conciencia.
Costa de Marfil, ese país africano que como sus pares sufre la pobreza, es otra vez protagonista en el mundo del fútbol. Pero no precisamente por repetir aquella histórica clasificación mundialista, y el no menos sobresaliente desempeño de hace tres años en Alemania.
Las emociones son lo más recóndito y verdadero que tenemos. Cuando algo alcanza ese universo íntimo y lo convierte en mar encrespado, entonces adquiere sentido. Esa verdad volvió a mí el martes pasado mientras asistía al estreno de Ciudad en rojo, ópera primera de la cineasta cubana Rebeca Chávez, cuya puesta tuvo lugar en el teatro capitalino Carlos Marx durante el acto que celebró los cincuenta años del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC).
¿A cuántos dirigentes y funcionarios en este país se les han aplicado sanciones por su inoperancia e insensibilidad para responder a las quejas y planteamientos de los ciudadanos? La interrogante, que saca de comodidades y rutinas a todos, la hizo un ilustre diputado y jurista, en cierta reunión que abordaba críticamente la calidad y respeto de las respuestas en el sistema de Atención a la Población del Poder Popular.
He visto a un cocodrilo que se comía una jaba de nylon. La mordisqueaba y la mordisqueaba, hasta que se alejó con ella en la boca, en el agua verde. Lo perseguí con la mirada desde la barandilla que marca el límite entre animales y espectadores, muchos de ellos niños.
Como las caderas de Shakira, los números no mienten. Caminan en rojo, hace ya rato, en las cuentas de ingreso de los grupos editoriales o consorcios de todo género que dominan el negocio de la prensa impresa en el mundo anglosajón; sobre todo dentro de los Estados Unidos.