Luego de poco más de dos meses desde el instante en que descendió de aquel avión, uno puede adivinar que Fernando anda mirando a Cuba con ojos de asombro. Vive, como había adelantado su madre, el proceso de adaptación, y la intensidad de las horas no es posible registrarlas del todo.
En Estados Unidos hay elecciones constantemente, y en eso de elegir son unos verdaderos campeones, pero como he comentado en otras ocasiones, siempre se elige al mismo perro con diferente collar, que es más de lo mismo con apenas ligeras diferencias.
Siempre vindico al «niño yuntero» del poeta español Miguel Hernández —«carne de yugo ha nacido, más humillado que bello»— cuando reafirmo que, por encima de nuestras carencias y agonías como sociedad, ningún infante cubano «trabaja, y mientras trabaja/ masculinamente serio, / se unge de lluvia y se alhaja/ de carne de cementerio/».
Cuba no ha podido librarse del síndrome de la barredora de nieve, después de tanto tiempo y tanta tempestad.
Entonces ignorábamos que Luis G. Urbina había sido el padre de Silvia Pinal, la actriz mexicana que desde su esplendor físico y cinematográfico encabritaba nuestra adolescencia aquejada por los primeros tirones de la varonía. Sabíamos de memoria, en cambio, un poema de Urbina, titulado Metamorfosis: Era un cautivo beso enamorado/ de una mano de nieve que tenía/ la apariencia de un lirio desmayado/ y el palpitar de un ave en agonía…
El 19 de mayo de 1994 un hombre siembra una ceiba en los terrenos de un antiguo vertedero, cerca del poblado de San Antonio de los Baños. Felo, como muchos lo conocen, rinde tributo así al más universal de los cubanos. Tiene un sueño y esa ceiba es el comienzo para convertirlo en realidad.
La señal trasciende clara contra quienes persisten en seguir al margen de la legalidad, como lo confirman ahora, por ejemplo, las más de 600 ilegalidades para distorsionar el real consumo eléctrico desactivadas hasta abril en la provincia de Villa Clara.
¡El dueño! ¿Dónde está el dueño? No lo busque, compañero: quizá para encontrarlo haya que registrar todas las notarías del país. Porque, según se observa, a cierto número de cubanos se nos ha extraviado el título y el poder de un sentimiento que debe preservar, adecentar y defender todo cuanto integra la obra de la sociedad.
«Se ha de tener fe en lo mejor del hombre y desconfiar de lo peor de él. Hay que dar ocasión a lo mejor para que se revele y prevalezca sobre lo peor. Si no, lo peor prevalece».
En nuestras dos secciones anteriores, mostrábamos al portero mexicano Antonio Carbajal y al defensa alemán Lothar Matthäus, máximos participantes en copas del mundo de fútbol, con cinco. Y hoy incorporamos al excepcional guardameta italiano Gianluigi Buffon, quien los igualará con su presencia en la cercana cita de Brasil 2014.