Nuestro país tiene mucho que aportar en el Foro de Jóvenes a realizarse en Panamá. Lo que para otras naciones son anhelos y utopías, para Cuba son realidades; ejemplo de ello son la educación y la salud gratuitas al alcance de todos sin distinción de sexo, color de la piel o creencia religiosa, derechos recogidos en la Constitución de la República de Cuba.
Soy bloguera y periodista, tecleé en el formulario on-line que debía llenar toda persona interesada en pensar las Américas desde la sociedad civil del continente, y expuse mis criterios sobre gobernabilidad y participación ciudadana, uno de los temas más ardientes que se tratarán en los foros previos a la Cumbre. Fui aceptada.
Cuba continúa ensanchándose al mundo con nuevos espacios a los que aportar desde la solidaridad y la opción por los pobres, por los más desfavorecidos. Los espacios en torno a la VII Cumbre de las Américas serán, sin dudas, un escenario para compartir los logros de 56 años y los retos que aún nos quedan, además de pensar juntos un mejor continente para nosotros.
Desde el mismo día en que nací, un equipo de médicos y enfermeras lucharon sin reservas por mi vida. Estos tratamientos millonarios a mi familia no le costaron un centavo, ni tampoco los tratamientos que he recibido hasta ahora. Y como todo joven tengo miles de derechos que hoy les son negados a otros en el planeta, como el de la inclusión.
Distintos procedimientos institucionales están destinados a certificar la calidad de los productos con vistas a garantizar su presencia en un mercado competitivo cada vez más exigente. Sin embargo, el concepto de calidad trasciende el ámbito de las demandas del comercio exterior, sobre todo, en un país llamado a mantener un proyecto socialista.
«Lo que te llevas es una joya», escuché decir a una mujer, mientras estaba en un punto de venta de libros de cuentapropistas de añejas ediciones tratando de descubrir algo novedoso, o raro, en medio de la Feria del Libro en Santa Clara.
En el famoso cuestionario de Bernard Pivot, que suele emplear el presentador del otro tan popular programa Desde el Actors Studio, aparece una pregunta que es respondida por los famosos con particular originalidad. «¿Qué te gustaría que te dijera Dios si llegaras al cielo?», inquiere el entrevistador, quien nunca se ha encontrado con un interlocutor cubano.
Los autos, motos, camionetas, microbuses, paneles y camiones particulares han incorporado a su estética pinturas de disparos, manchas al descuido, nombres en inglés, colores fosforescentes… Sus dueños deciden qué prefieren para llamar la atención.
A mí también me hubiera gustado venir a caballo de Imías o Maisí a Baracoa. Me hubiera gustado como aventura, y quién sabe si por el sentimiento que tenían los veteranos de la guerra de independencia cubana que cabalgaban hasta esta región para rendir culto a los expedicionarios que desembarcaron el 1ro. de abril de 1895 por Playa Duaba.
Absorto escuché la narración, que había comenzado con una pregunta: «¿No viste lo que le hizo Daddy Yankee al Príncipe?».