Presidente de Estados Unidos, Barack Obama Autor: AFP Publicado: 21/09/2017 | 05:27 pm
Otra maniobra al volante. Asia sigue siendo la apuesta definitiva de Washington y no es casualidad que a escasos diez días de la reelección, Barack Obama realice un periplo asiático que incluyó esta vez Tailandia, Myanmar y Camboya.
Algunos analistas apuntan a que esta visita destaca los intereses expansionistas de la Casa Blanca en la región a nivel militar y económico y, sobre todo, tras el llamado «giro» estadounidense del último año. Agotada la estrategia para Oriente Medio y Afganistán, lo mismo a nivel de discurso que en acciones concretas, las claves están en Asia y de ello no dejan dudas.
No solo se trata de la zona más dinámica del planeta en el plano económico, sino que allí necesitan más que nunca afianzar su presencia como parte de los planes de contención de una emergente República Popular China.
En Tailandia y Myanmar (Birmania), Obama dialogó con las más altas autoridades, mientras que en Camboya, participó, además, en una reunión cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), grupo integrado por Brunei, Camboya, Myanmar, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam, y donde esta vez participaron, también, Australia, China, Corea del Sur, India, Japón, Rusia y Nueva Zelanda.
Según trascendió, los líderes asiáticos lo felicitaron por la reelección y valoraron su intención de estrechar lazos con Asia, pero no se mostraron dispuestos a concesiones. A fin de cuentas las dinámicas en el continente son distintas y lo que se soslaya la mayoría de las veces por la mirada occidental.
Como si tuviera el derecho, según funcionarios de la Casa Blanca citados por la agencia AP, el presidente manifestó sus preocupaciones sobre los «derechos humanos» ante su homólogo camboyano, lo que derivó en una tirante reunión. Más adelante, en la Cumbre y ante los miembros de la ASEAN, Obama hizo un llamado a reducir tensiones en las disputas territoriales entre los países, obviando por completo la postura negativa de su Gobierno, que azuza odios y obstaculiza el diálogo entre las partes.
Aunque la atención en la Cumbre se vio afectada por la escalada de violencia en Gaza, el presidente de la Unión no perdió oportunidad de trasladar apoyo a sus aliados y de lanzar sermones para todos.
«Es muy importante que como dos de las mayores economías del mundo trabajemos para establecer reglas claras del camino internacional para el comercio y la inversión», expresó el mandatario estadounidense en una reunión con el primer ministro chino Wen Jiabao.
Wen Jiabao, por su parte, reconoció «las diferencias y desacuerdos», pero como siempre, apostó por el diálogo y el fortalecimiento de los lazos económicos.
De la Cumbre de la Asean salió la luz verde a la propuesta de iniciar negociaciones con vistas a alcanzar un acuerdo comercial entre los países miembros, que en conjunto abarcará el mayor mercado del orbe, con cerca de 3 000 millones de potenciales consumidores.
Para EE.UU, según EFE, los dividendos de la gira asiática, fueron más simbólicos que concretos. Sin embargo, no se puede olvidar que, de la estancia en Australia la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y el secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, obtuvieron la colocación para 2014 de un radar que supuestamente servirá para vigilar la basura espacial, mientras que en Filipinas insistieron en el regreso de las bases militares estadounidenses.
El mandatario de EE.UU. dijo que Asia es su «máxima prioridad» y apenas lo está dejando muy claro. La gira y las posturas en discusión así lo evidencian. Los esfuerzos deben seguir esa ruta, mientras el resto de las naves hacen aguas. En Asia también se decide el futuro.