A Corey Curtis, un estadounidense de 44 años, un juez le ordenó que deje de procrear hasta que pueda permitirse el lujo de mantener a su prole dignamente. Curtis tiene nueve hijos de seis mujeres diferentes. La extraña pena fue impuesta como condición de una orden de libertad condicional de tres años por no pagar 50 000 dólares en concepto de manutención de niños, más otros 40 000 en intereses. Resulta que en los últimos 11 años Curtis ha sido arrestado y acusado de falta de pago de manutención varias veces, y la justicia le dijo.. ¡Ni uno más!